Un estudio reciente ha reavivado el interés por la idea de que nuestro Sol alguna vez tuvo un gemelo estelar. Los investigadores sugieren que una segunda estrella podría haber sido parte de un sistema binario con el Sol en sus primeros días. Esta teoría no solo ofrecería una explicación para la formación de la Nube de Oort, la vasta región que rodea nuestro sistema solar y está llena de cometas, sino que también podría aclarar algunos misterios sobre objetos aún no descubiertos en los confines del sistema solar.
La Nube de Oort: un indicio del pasado binario del Sol
La Nube de Oort es una región esférica que contiene billones de cometas y que se extiende a una distancia de hasta 70.000 unidades astronómicas del Sol. Su origen ha desconcertado a los astrónomos durante años, pero el científico Amir Siraj, de la Universidad de Harvard, sostiene que esta nube sería más fácil de explicar si nuestro sistema solar hubiera estado acompañado por una estrella binaria. Según Siraj, la influencia gravitacional de esa estrella gemela podría haber jugado un papel clave en la acumulación de objetos en la Nube de Oort.

La hipótesis de Némesis: ¿un gemelo oscuro y peligroso?
La posibilidad de que el Sol tenga o haya tenido una estrella compañera no es nueva. En los años 80, surgió la hipótesis Némesis, que sugiere que el Sol podría formar parte de un sistema estelar binario junto con una estrella llamada Némesis, posiblemente una enana roja o enana marrón. Según esta teoría, Némesis tendría una órbita muy elíptica y cada 27 millones de años pasaría cerca de la Nube de Oort, perturbando los cometas y enviándolos hacia el interior del sistema solar. Algunos científicos sugirieron que este fenómeno podría haber causado extinciones masivas en la Tierra. Sin embargo, hasta ahora, no se ha encontrado ninguna evidencia de la existencia de Némesis.
Búsquedas modernas: ¿dónde está Némesis?
El Explorador de Reconocimiento Infrarrojo de Campo Amplio (WISE) ha realizado estudios exhaustivos para detectar objetos cercanos al sistema solar, pero no ha encontrado ninguna señal de una enana roja o marrón que podría ser Némesis. A pesar de la falta de pruebas, la hipótesis sigue siendo una fuente de debate en la comunidad científica, especialmente porque podría ayudar a explicar ciertos eventos catastróficos en la historia de la Tierra, como el impacto que acabó con los dinosaurios.
El Planeta 9: otra pieza del rompecabezas
La idea de un sistema solar binario también podría estar relacionada con el enigma del Planeta 9, un hipotético planeta que sería hasta cinco veces más masivo que la Tierra y que podría estar ubicado en las regiones más alejadas del sistema solar. Aunque su existencia aún no ha sido confirmada, algunos científicos creen que un compañero estelar del Sol podría haber influido en la formación y ubicación de este misterioso planeta, ejerciendo una atracción gravitacional que lo habría desplazado hacia los bordes del sistema solar.

¿Qué significa esto para el futuro de la astronomía?
Si bien la búsqueda de Némesis y del Planeta 9 sigue sin dar resultados concluyentes, las simulaciones y estudios recientes sugieren que la historia del Sol podría ser mucho más compleja de lo que se pensaba. La idea de un gemelo perdido del Sol no solo podría reescribir lo que sabemos sobre nuestro sistema solar, sino que también abriría nuevas líneas de investigación sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas estelares. Por ahora, la búsqueda continúa, pero cada nueva pista nos acerca un poco más a entender los secretos que esconde el cosmos.