La inteligencia artificial o IA se está colando en todos los sectores. Mientras Twitter (ahora X) ofrece gratis a Grok y relevantes figuras de Google llaman a "desconectar la IA antes de que sea tarde", Hollywood prepara el desembarco de la IA en el cine y uno de los "padres" de la IA vaticina que esta podría acabar con nosotros.
Hablamos de Geoffrey Hinton, que ya en 2018 consiguió el galardón Turing Award por su trabajo en el deep learning, que en pocas palabras es el sistema y modelos en los que se basa la IA generativa. El científico ha dado una entrevista a BBC Radio 4 en la que alerta de la amenaza subyacente en la inteligencia artificial.
Geoffrey Hinton, experto en IA advierte del peligro de crear algo más inteligente que los humanos
Hinton ha querido hablar sobre lo bueno y lo malo del desarrollo de la inteligencia artificial. Ya hemos visto un caso en el que una IA ha sido responsable directa de una muerte, y Hinton cree que el gran riesgo es desarrollar algo más inteligente que el ser humano. Su valoración es que hay entre un 10% y un 20% de probabilidades de que una IA acabe con la raza humana en 30 años, añadiendo además que este cálculo seguramente tuviera que ser corregido (a peor para nosotros) porque todo avanza mucho más rápido de lo esperado. El gran problema que ve es que nunca hemos tenido que lidiar con algo más inteligente que nosotros y nunca una especie ha tenido controlada a otra menos inteligente. Dejaríamos de estar en lo alto de la cadena alimenticia y el riesgo es notable, sin entrar en temas ecológicos.
Al margen de este escenario apocalíptico en el que la IA podría decidir que sobramos (siendo sinceros, no sería tan sorprendente que una IA consciente llegase a la conclusión de que somos un riesgo para ella y el planeta), Geoffrey Hinton también señala los riesgos socioeconómicos.
Se refiere al peligro inherente a la implementación de la inteligencia artificial en los trabajos. Si bien puede servir para aumentar la productividad, también podría eliminar puestos de trabajo solamente para aumentar los beneficios, creando una mayor brecha económica en la sociedad.
Pero no todo es malo, en su opinión. Hay diversos sectores donde será beneficiosa como son diversos campos de investigación y en atención sanitaria. El científico sentencia que la clave estará en las regulaciones que se hagan para aprovechar los aspectos positivos, limitando el abuso y principales consecuencias de su uso en entornos sociales y laborales.