El actor Armie Hammer, conocido por su papel en Call Me by Your Name, vivió una dramática caída en su carrera tras una serie de acusaciones que salieron a la luz en 2021. Las denuncias comenzaron cuando Effie Angelova lo acusó de agresión sexual, desatando una ola de testimonios de otras mujeres que afirmaban que el actor compartía con ellas fantasías violentas, algunas relacionadas con el canibalismo. Como consecuencia, Hammer desapareció del ojo público y abandonó Hollywood, pero recientemente ha roto su silencio en el podcast Your Mom’s House.
Hammer reflexionó sobre cómo la controversia atrajo la atención pública en un momento en el que el mundo estaba paralizado por la pandemia de COVID-19. “El mundo parecía desmoronarse, y la gente estaba profundamente infeliz con sus propias vidas”, comentó. “Entonces, surgió esta historia sensacionalista sobre un actor que quiere matar y comer gente, y de repente todos se sintieron más atraídos por eso”. Este enfoque mediático convirtió su vida personal en un espectáculo público, donde sus inclinaciones y fantasías privadas fueron juzgadas y amplificadas.
Una carrera en pausa y el proceso de reinvención
Tras ser investigado por el Departamento de Policía de Los Ángeles, el caso contra Hammer fue cerrado en 2023 por falta de pruebas suficientes. A pesar de ello, su imagen pública quedó dañada y su carrera en Hollywood se detuvo por completo. Durante ese tiempo, el actor trabajó vendiendo tiempos compartidos en las Islas Caimán. Sin embargo, en 2022 volvió a la actuación con la película Frontier Crucible y ahora asegura que su carrera está retomando impulso, aunque todavía no cuenta con representación por parte de agencias.
Las confesiones más polémicas del actor
En la entrevista, admitió que algunas de sus fantasías sexuales eran consideradas extremas. Explicó que disfrutaba de prácticas como atar a sus parejas y que sentía placer en la idea de "posesión" durante sus relaciones íntimas. También confesó que algunas de sus conductas en las redes sociales eran una forma de buscar atención, llegando a admitir que, inconscientemente, quería ser atrapado. "Me sentía como un alienígena, no me relacionaba con la imagen pública que tenían de mí", aseguró.
Hammer reconoció que el escándalo también tuvo un impacto profundo en su familia, especialmente en sus hijos, Harper y Ford. “Sé que mis hijos llegarán a un punto donde harán terapia y dirán: ‘Odio a mi papá también’”, expresó con arrepentimiento. También explicó que, tras la controversia, tuvo que enfrentarse a sus propias acciones y analizar cuáles de sus comportamientos eran una expresión sana de su sexualidad y cuáles derivaban de traumas pasados, incluyendo un abuso sufrido en su adolescencia.
Pese a la controversia, asegura que Hollywood comienza a mostrar signos de reconciliación con él. “El gusano está girando, pero toma tiempo”, afirmó en el podcast, refiriéndose al cambio en la percepción de su nombre dentro de la industria. Incluso confirma haber estado rechazando trabajos. El actor tiene varios proyectos en marcha, incluyendo una serie de televisión y dos largometrajes, uno en Croacia y otro en Filipinas. Hammer afirma que ahora está enfocado en ser auténtico y enfrentar su pasado de manera abierta, incluso creando su propio podcast como una plataforma para tener “conversaciones incómodas” sobre los eventos que marcaron su vida y carrera.
