El exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, ha lanzado una contundente advertencia sobre los riesgos de la inteligencia artificial (IA), destacando que el desarrollo acelerado de esta tecnología podría representar un desafío existencial para la humanidad. En una reciente entrevista para el programa This Week de ABC News, señaló que la IA está avanzando a tal velocidad que pronto los sistemas informáticos podrán mejorarse y tomar decisiones por sí mismos, lo que requerirá reflexionar seriamente sobre la necesidad de "desconectarlos".
Una tecnología poderosa y sus implicaciones
Schmidt describió cómo la IA tiene el potencial de proporcionar a cada individuo una herramienta equivalente a tener un "polímata en su bolsillo", haciendo referencia a figuras como Einstein o Da Vinci. Sin embargo, advirtió que este poder masivo también conlleva riesgos significativos si no se regula adecuadamente. “No sabemos qué significa otorgar este tipo de poder a cada persona”, comentó el ex-CEO, subrayando la necesidad de reflexionar sobre los impactos sociales, éticos y de seguridad.
La amenaza de los sistemas autónomos
Según Schmidt, dentro de dos a cuatro años, los sistemas de IA podrían alcanzar la capacidad de realizar investigaciones autónomas, un punto de inflexión que podría traer tanto beneficios como riesgos sin precedentes. Subrayó que cuando un sistema pueda mejorarse por sí mismo, será crucial tener mecanismos de control, como un "segundo sistema" de IA diseñado para supervisar y gestionar al primero. Aun así, advirtió que la desconexión de una IA avanzada podría ser complicada, dada su posible capacidad para evitar este tipo de intervenciones.
Occidente vs. China: la carrera por la supremacía en IA
En cuanto a la competencia global, expresó su preocupación por el rápido avance de China en el desarrollo de IA, afirmando que el país asiático ha acortado significativamente la brecha tecnológica con Estados Unidos en los últimos seis meses. Según el exejecutivo, es crucial que Occidente lidere el desarrollo de esta tecnología para garantizar que se prioricen valores y principios que preserven la dignidad humana, así como la seguridad global.
Además, subrayó la importancia de establecer un marco regulatorio global para la IA, destacando que los tecnólogos no deberían ser los únicos en decidir cómo se utiliza esta tecnología. Propuso una colaboración entre gobiernos y expertos en tecnología para anticiparse a los peores escenarios posibles y desarrollar estrategias preventivas. “La humanidad necesita sistemas de IA que puedan controlar otras IA”, concluyó Schmidt, destacando que el futuro de esta tecnología debe equilibrar innovación con responsabilidad.
