Kelt-9b es, al menos hasta la fecha, el exoplaneta descubierto en la galaxia más caliente de todos y, desde ahora, también es el único en el que se ha hallado en su atmósfera el rarísimo elemento terbio (Tb); un metal sólido que entra en la categoría de las denominadas tierras raras y que tal y como han explicado científicos de la Universidad de Lund, en Suecia, es muy sorprendente haber descubierto más allá de nuestras fronteras terrestres.
Un nuevo método para analizar exoplanetas ha permitido descubrir por primera vez terbio en Kelt-9b
Un grupo de investigadores de la Universidad de Lund, como parte del estudio Astronomy & Astrophysics, ha estado desarrollando un nuevo método para analizar exoplanetas en el espacio que permite estudiarlos de forma más detallada que nunca, lo que ha provocado el hallazgo que compartimos en esta noticia: el descubrimiento en la atmósfera del gigante de gas Kelt-9b del raro elemento terbio, junto con otras sustancias.
"Hemos descubierto siete elementos, incluida la rara sustancia terbio, que nunca antes se había encontrado en la atmósfera de ningún exoplaneta", ha explicado Nicholas Borsato, estudiante de doctorado en astrofísica de la Universidad de Lund, en relación con los registros de vanadio, níquel, estroncio y otros metales registrados en Kelt-9b. "El hallazgo de terbio en la atmósfera de un exoplaneta es muy sorprendente".
Para hacerse una idea de por qué resulta tan sorprendente, solo hay que fijarse en que aquí, en la Tierra, el terbio es un elemento natural muy escaso. De acuerdo con diferentes fuentes, el terbio (Tb), un metal que procede de tierras raras y pertenece al grupo de los llamados lantánidos, es una sustancia que en nuestro planeta se produce mayormente hoy día en el distrito minero de Bayan Obo, en la Mongolia Interior. De dichas minas obtenemos nada más y nada menos que el 99% de terbio mundial, que se dice pronto.
El terbio, descubierto por vez primera en 1843 por el químico sueco Carl Gustaf Mosander en la mina de Ytterby, en el archipiélago de Estocolmo, tiene importantes aplicaciones industriales en nuestro día a día, pues sus compuestos en forma de fósforos verdes se utilizan en monitores de ordenador, pantallas de televisión o hasta en sistemas de sonar y sensores de presión cuando se usa como aleación con otros metales.
Cabe mencionar que Kelt-9b, apodado también como el planeta infierno, es un caso muy particular de exoplaneta que se encuentra a 667 años luz de la Tierra y se ha vuelto popular desde 2017, como decíamos antes, porque alcanza una temperatura que llega a ser superior a la de la mayoría de las estrellas. Su temperatura diurna oscila entre 4.050 y 4.600 grados centígrados, aunque su estrella, una estrella azul tipo A, es todavía más caliente y se cree que está consumiendo el planeta por evaporación.
KELT-9b orbita una gigante tipo B dos veces más caliente y grande que nuestro Sol a sólo 5.180.000 km y está gravitacionalmente bloqueado a ella, mostrando siempre el mismo lado a su estrella. pic.twitter.com/XshDEMX8a7
— Universo Recóndito (@UnvrsoRecondito) May 7, 2023
"Aprender más sobre los elementos más pesados nos ayuda, entre otras cosas, a determinar la edad de los exoplanetas y cómo se formaron", argumentó Borsato, y concluyó: "La detección de elementos pesados en las atmósferas de exoplanetas ultracalientes es otro paso hacia el aprendizaje de cómo funcionan las atmósferas de los planetas".