La carrera tecnológica del ser humano ha alcanzado hitos que hace apenas un siglo parecían imposibles. Si en 1969 la humanidad consiguió alunizar gracias a sistemas que hoy caben en un teléfono móvil, ahora científicos de Harvard han dado un paso igualmente revolucionario: han logrado controlar un cúbit -la unidad fundamental de la computación cuántica- usando únicamente luz, y todo ello en un dispositivo tan pequeño que cabe en la palma de la mano.
Se despiden los routers WiFi: arranca la era del internet cuántico con conexiones ultrarrápidas
Este avance no es un mero experimento de laboratorio. Sus implicaciones prácticas apuntan a transformar la forma en que navegamos por internet. Los rúters tradicionales podrían quedar obsoletos ante la llegada de los enrutadores cuánticos, diseñados para soportar la infraestructura del internet del futuro. Los investigadores confían en que en los próximos años será habitual encontrar estos dispositivos en hogares de todo el mundo.
El enrutador cuántico surge en paralelo al desarrollo del internet cuántico, un sistema de comunicación basado en principios de la mecánica cuántica, como la superposición y el entrelazamiento. A diferencia de la simple velocidad de conexión, la verdadera revolución de esta tecnología radica en la seguridad: la información que viaja a través de la red cuántica se encuentra en múltiples estados simultáneamente, lo que hace prácticamente imposible su interceptación sin que se detecte al instante cualquier intento de manipulación.
Cuando el internet cuántico se comercialice, estos enrutadores serán esenciales. Permitirá no solo conexiones más rápidas y eficientes, sino también un nivel de protección de datos sin precedentes. Según sus creadores, el dispositivo será capaz de identificar ataques cibernéticos o interferencias al instante, redirigiendo la información por canales seguros antes de que se produzcan daños.
Además, el enrutador cuántico abrirá la puerta a nuevas formas de comunicación basadas en fotones cuánticos, aprovechando el entrelazamiento y la superposición para transmitir información de manera completamente segura. La promesa es clara: un internet más rápido, inteligente y prácticamente inviolable, que cambiará la manera en que entendemos la conectividad en el hogar y en la sociedad.















