El Señor de los Anillos: Los anillos de poder se estrenó a comienzos de septiembre en Prime Video con gran éxito. La historia, ambientada en la Segunda Edad de la Tierra Media, nos presenta a un enorme plantel de personajes. La primera temporada, cuyo abultado presupuesto ha quedado más que patente, se filmó en Nueva Zelanda, el hogar del universo de J.R.R Tolkien desde que Peter Jackson decidiera rodar sus dos trilogías en su país natal. Mientras se prepara la segunda temporada en Reino Unido, periódicos como The Guardian revelan la preocupación de las autoridades, el equipo implicado y los habitantes de Nueva Zelanda por el terrible impacto medioambiental del rodaje del show de Amazon.
Nueva Zelanda tiene incentivos fiscales para los rodajes pero las autoridades se quejan del impacto medioambiental de la industria y de Los anillos de poder
Nueva Zelanda, tras el boom de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, se convirtió en el hogar ideal para rodar grandes producciones en parajes naturales de ensueño. De hecho, desde el 2010, año en el que se promulgó la ley popularmente conocida como 'Ley del Hobbit', gran parte de los trabajadores de las producciones de Hollywood que allí se alojen pasan a ser contratistas independientes. Pero esto ha generado un buen problema a nivel medioambiental, con millares de personas infiriendo en los paisajes y las zonas conservadas. Amazon Studios ejecutó con Los anillos de poder una enorme producción en las antípodas, con gigantescos suelos de plástico, árboles de poliestireno y decorados colosales que generaron muchos residuos.
Una vez filmadas las escenas, todos estos han sido triturados y desplazados al vertedero, generando toneladas de basura y la preocupación por la eliminación de estos residuos y el impacto en términos de contaminación que ha podido producir la serie a su paso. Parte del equipo de Los anillos de poder se ha quejado de la gestión de la producción y sus políticas de desechos, contactando con medios británicos para explicar la situación. De hecho, lo han hecho de forma anónima por temor a las represalias, ya que la protección que brinda la Ley del Hobbit es muy escasa.
"Yo estoy hablando porque me gusta el cine. Me gusta trabajar en el cine, quiero seguir en la industria, pero no de la forma en que se desarrolla ahora. Es espantoso lo que está ocurriendo y la mayoría de la gente no lo sabe", confesaba uno de los implicados en Los anillos de poder. "Si las grandes corporaciones vienen a este país y se aprovechan de la belleza que hay aquí, hay un deber en preservar dicha belleza. No es normal que se reduzcan los impuestos y nos quedemos con toda su basura", remarcaba este profesional. Se dice que el despliegue de Amazon con Los anillos de poder ha llegado a equivaler, en cuestión de residuos y huella de carbono, al equivalente de cuatro o cinco grandes películas.
La producción ha generado más de 14.387 toneladas de dióxido de carbono y a día de hoy es casi imposible calcular la cantidad de residuos enviados a vertederos dispersos por todo el país. Estos proveedores de gestión de residuos se encargan de retirar los desechos y reciclarlos, aunque no está del todo claro qué se hace con el material sobrante de los decorados. "En Los anillos de poder, estos enormes muros de hielo y paredes de roca se rompen en mil pedazos. Si alguien se sentara ante una de estas grandes producciones y viera la cantidad de contenedores que salen cada día, se asustaría", remarcaba otra de las fuentes. "Hablamos de camiones y camiones y camiones de poliestireno y madera y todo lo demás, mezclado con plástico... y arrojado básicamente a un agujero en el suelo", continúa.
Amazon se toma muy en serio el impacto ecológico y afirma que cumple las medidas aunque puede hacer más
En el artículo de The Guardian afirma que Amazon, por su parte, sí ha trabajado en reducir el impacto medioambiental de sus producciones y que se han tomado medidas de carácter ecologista durante la filmación. Por ejemplo, se han hecho estaciones de carga para vehículos eléctricos, se han diseñado menús con comida vegetariana y de proximidad para los miembros de la filmación y se ha abogado por el reciclaje. Se espera que se firmen medidas más contundentes de cara a futuros rodajes, y desde Amazon afirman que se toman muy en serio este tema. "La sostenibilidad cumplió o superó los estándares de la industria”, explican de manera oficial. Eso sí, no revelan detalles de la huella ecológica o de qué forma mejorarán en este campo en el futuro. Es una lástima que, habiendo prometido fidelidad al espíritu de Tolkien, se esté hablando de la mala gestión medioambiental de una serie basada en la obra de un escritor que siempre demostró gran pasión, amor y respeto por la naturaleza.