La plataforma de streaming siempre ha querido cimentar el éxito de su catálogo cinematográfico en base a dos grandes criterios, el de obtener propiedades intelectuales de calidad y el de obtener el reconocimiento de la crítica. La segunda ya está en camino de obtenerlo, pero el primero de ellos se le ha atragantado como la propia Hollywood, que reniega de la calidad de sus producciones, le recuerda constantemente. Si bien cintas como Ejército de los muertos, Tyler Rake, Enola Holmes y La vieja guardia parecen haber ido bien, los otros estrenos no pueden decir lo mismo.
Netflix quiere priorizar la calidad y hay películas que no contarán con secuela
En Netflix no les tiembla el pulso cuando no creen en algún producto o alguna saga o licencia. Cancelan series, reducen episodios o cambian los planes comerciales con rapidez. Si algo no les gusta o creen que no funciona, lo cercenan. Ahora, como informan en Variety, parece ser que la han tomado con el blockbuster 6 en la sombra, la película dirigida por Michael Bay y que fue considerada como con un éxito de audiencia en 2019 por la propia plataforma.
Es más, en términos de espectadores brutos, según sus propias cifras, ha tenido más visibilidad y resonancia que Enola Holmes, Ejército de los muertos o incluso La vieja guardia. Pero en el portal han dicho que nada de secuelas de este filme protagonizado por Ryan Reynolds.
Según ha comentado el responsable de la producción de originales Netflix, Scott Stuber, no piensan darle ni un céntimo a Michael Bay para que desarrolle una secuela. "No creemos haber llegado ahí de forma creativa", argumenta. "Sí, nos anotamos un buen tanto con ella, pero sentíamos que no habíamos dado en la diana para justificar un regreso por todo lo alto. Quiero decir, no había amor profundo por esos personajes o ese mundo", matiza Stuber. Ya tenemos la primera clave: quieren hacer sagas que tengan tirón y mundos consistentes en los que desarrollar secuelas. Netflix invirtió más de 150 millones de dólares en este filme, una gran cantidad de dinero, y aunque atrajo al público abonado, la crítica se cebó con ella.
"Tenemos que ser más consistentes y hacer películas más culturalmente relevantes, para colocarlas en el zeitgeist. Sabemos que la audiencia estará allí para esas películas, pero queremos que impacten en sus conversaciones con amigos cuando comenten ‘ey, ¿has oído hablar de La vieja guarida?’", concluía el productor. Es decir, Netflix busca hacer sus películas un tema de conversación, una saga de la que extrae réditos a largo plazo y un producto cultural que perdure en el tiempo. Necesitarán suerte, pero en los últimos años su estrategia ha estado clara. El fichaje de figuras como Martin Scorsese, Alfonso Cuarón, David Fincher o Spike Lee es una apuesta evidente, y su empeño por el fichaje de Christopher Nolan una realidad. ¿Cómo acabará todo?