Según informan varios medios canadienses y recoge la web americana Gamasutra, el estado federado de Quebec, el único de habla francesa de Canadá, ha promulgado una ley que entró el vigor el pasado 1 de abril, que prohíbe a las tiendas de videojuegos vender versiones en inglés si existe una versión en francés en cualquier otra parte del mundo.
La ley obliga a los comercios a dejar de vender la versión inglesa del juego si se lanza la versión francesa tanto en Canadá como en otro país, haciendo que desde ese momento tengan que vender la versión en francés del juego. A este acuerdo se llegó en septiembre del año 2007 entre la Entertainment Software Association de Canadá, la patronal del videojuego del país norteamericano, y la academia de la lengua francesa del Quebec. Tras 18 meses de plazo para prepararse, el 1 de abril entró en vigor la normativa.
La patronal de los videojuegos canadiense, que firmó el acuerdo, ha alertado que puede hacer que algunos editores declinen lanzar videojuegos en la región, por los costes extra de distribución que supone preparar una versión en francés solo para esta provincia de Canadá, aunque exista una versión en francés para Francia. Hasta ahora, existía una normativa que exigía que los juegos trajesen el manual en francés, pero ahora se ha trasladado al videojuego en sí, salvo en los de PlayStation 2, donde no se aplica la norma.
El diario The Toronto Star recoge declaraciones de Ronnie Rondeau, copropietario de la cadena Game en Quebec, que afirma que los retrasos producidos por la obligación de vender la versión en francés podrían llegar hasta los cinco meses, en los cuales las otras provincias venderían la versión en inglés. Según Rondeau, "me temo que me va a costar el negocio", ya que "si fuese a marcar la diferencia, estaría a favor, pero solo un pequeño número de personas quieren jugar en francés. Al resto les da igual".
