Desde la mediática polémica de las cajas de botín de Star Wars Battlefront II en 2019, los micropagos en los videojuegos han sido objeto de denuncias, investigaciones, leyes y debates parlamentarios en todo el mundo. La Organización Europea del Consumo (BEUC) ha publicado un informe, junto a 22 grupos de otros 17 países, incluida la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) española, y ha registrado una demanda en la Comisión Europea afirmando que los desarrolladores de videojuegos como Fortnite Battle Royale, EA Sports FC 24, Minecraft, Roblox y Clash of Clans están "engañando a los consumidores" con las microtransacciones.
La BEUC critica en Fin de la partida: La lucha de los consumidores para compras más justas dentro de los juegos que las empresas están usando "tácticas engañosas que no cumplen con las reglas de la Unión Europea sobre prácticas de comercio injustas". Señalan directamente a Activision Blizzard, Electronic Arts, Epic Games, Mojang Studios [propiedad de Microsoft], Roblox Corporation, Supercell y Ubisoft de "afectar a millones de consumidores europeos" por los siguientes motivos:
- Los jugadores no pueden ver el coste real de los objetos digitales, lo que lleva al derroche.
- Las declaraciones de las compañías de que los jugadores prefieren divisas premium en los juegos son erróneas.
- Los derechos de los consumidores se violan con asiduidad al usar divisas premium en los juegos.
- Los niños son vulnerables a estas tácticas manipulativas.
Los niños gastan casi 40 euros al mes en micropagos
El informe señala sobre el comportamiento de los menores que son "jugadores muy activos": "El 73 % de los niños de entre 6 y 10 años, y el 84 % de los de entre 11 y 14 años, juegan a videojuegos". Y lo que gastan en micropagos se ha incrementado considerablemente desde la pandemia: "El gasto medio al mes por niño en compras dentro del juego ha incrementado de los 33 € en 2020 a los 39 € en 2023".
Aseguran que los "jugadores no quieren divisas dentro del juego", ya que los "investigadores han arrojado luz sobre más de 30 prácticas identificadas por los consumidores como engañosas, agresivas o injustas, y las últimas precisamente incluyen las divisas premium dentro de los juegos".
El documento, además, critica que ninguno de los videojuegos que han analizado permite a los clientes comprar unidades individuales de la moneda premium en cuestión, y propone una medida de transparencia: "Los vendedores deberían mostrar, de una manera clara y accesible de una manera fácil, un equivalente en la divisa real y local antes de que haga con la divisa premium del juego ninguna compra".
