En los 2000 se publicaron multitud de videojuegos de El Señor de los Anillos, títulos de distintos géneros, habitualmente basados en las películas (aunque con excepciones), que se ganaron el corazón de los jugadores del momento. Hoy día sería casi impensable que un título de estrategia en tiempo real exclusivo para PC vendiera más de un millón de copias en menos de un mes a no ser que viniera de un gran estudio como Blizzard, pero justo eso fue lo que consiguió El Señor de los Anillos: Batalla por la Tierra Media cuando se publicó en España y el resto del mundo en diciembre de 2004.
Por supuesto, en aquel año el fervor por El Señor de los Anillos estaba en sus máximos: apenas había pasado un año desde que Peter Jackson cerrara su trilogía cinematográfica. A ello había que sumar la popularidad de los RTS en esos momentos, con el influyente Warcraft 3: The Frozen Throne estrenado en 2003. Y estaba el hecho de que La Batalla por la Tierra Media no era un título de estrategia complejo: la falta de profundidad que señalaron muchas críticas de los medios internacionales probablemente permitió que el juego fuera disfrutado por neófitos en el género.
Estrategia sencilla pero espectacular
De hecho, era un título de estrategia con cierta rigidez. Su base era la habitual del género: conseguir recursos, construir edificios, generar ejércitos y conquistar el territorio rival. Pero, por ejemplo, no se podía construir en cualquier lugar, sino en espacios predefinidos que había que adquirir una vez estuvieran en el lado de nuestras tropas.
Los edificios y las unidades básicas, que operaban en grupos, se mejoraban al subir de nivel a la vez que se obtenían poderes generales poderosos que utilizar en cualquier momento de la partida al avanzar por un árbol de habilidades. La clave jugable estaba en un sistema de héroes similar al de Warcraft 3, en que nuestros ejércitos estuvieran comandados por Gandalf, Legolas, Saruman, Gollum, Frodo o el Rey Brujo de Angmar, entre muchos otros, cada cual con sus habilidades especiales. Un sueño para cualquier fan.
Con dos bandos y cuatro facciones (Rohan y Gondor; Isengard y Mordor), las campañas (había modos de escaramuzas y multijugador en línea) se estructuraba en misiones obligatorias y otras opcionales, pero necesarias para obtener recursos y mejorar nuestros ejércitos. Aquí estaba otro regalo para los seguidores de la saga: mientras que la campaña del Bien seguía los acontecimientos de las películas, la del Mal ofrecía una historia alternativa que partía de la conquista de Rohan por parte de Saruman y nos permitía cambiar el curso de los acontecimientos a favor de Sauron.
Además, era muy espectacular, para su época, en lo audiovisual, tanto en las batallas como en todo lo que lo rodeaba. Utilizaba fragmentos de las películas de Peter Jackson, en el doblaje original estaban algunas de las voces de los actores, y si bien tenía una banda sonora propia, también se usaban pistas de la inolvidable BSO de las cintas compuesta por Howard Shore.
La improbabilidad de una remasterización
Lamentablemente, el título no se puede comprar en las tiendas digitales, y de hecho, sus servidores en línea llevan tiempo cerrados. ¿El motivo? Como es habitual, la pérdida de la licencia por parte de Electronic Arts. Los derechos de los videojuegos de El Señor de los Anillos pertenecen ahora a Embracer Group, que además de usarlos para producciones propias los cede (previo pago) a otras compañías como Amazon Games. Es difícil que EA se quiera meter en esa situación, pues tras la reciente reestructuración de la compañía han dejado claro que quieren centrarse en las propiedades intelectuales propias.
Por otro lado, EA Los Ángeles, el estudio que desarrolló La Batalla por la Tierra Media, no existe. Hace 14 años fue renombrado como Danger Close Games, cuando pasaron a centrarse en la renovación de la saga Medal of Honor hasta que bajaron la persiana en 2013. Parte de ese equipo forma parte de otra firma de Electronic Arts, Ripple Effect Studios, quienes probablemente no tengan tiempo de ponerse manos a la obra con una remasterización, pues tienen entre manos la tarea de dirigir la creación del nuevo Battlefield tras el fiasco de Battlefield 2042.