Imaginad un mundo repleto de rompecabezas al estilo The Witness o The Talos Principle. Ahora pensad en un universo de islas flotantes que se explora con libertad, a pie o planeando, lo que por momentos recuerda a The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Introducid en la fórmula un entorno precioso y la posibilidad de jugar a vuestro propio ritmo. Eso es Islands of Insight, que se estrenó en PC (Steam) el pasado 13 de febrero.
El mundo está repleto de rompecabezas de todo tipo: de lógica, de encajar formas, de perspectiva, matemáticos, de entorno y muchísimos más. Hay 24 arquetipos diferentes de acertijos, sumando entre todos más de 10.000.
Los hay por todas partes: en edificios curiosos que ves a lo lejos, en esa pequeña isla a la que aún no sabes cómo llegar, escondidos bajo un puente que has pasado muchas veces por alto.
¿Te atascas en un puzle? ¡No pasa nada! Ya volverás luego, hay otros miles por hacer. Como los rompecabezas se pueden hacer en diferente orden, no hay un camino preestablecido. Sin embargo, sí hay cierta estructura en áreas. Conforme se resuelven acertijos de una zona o de un tipo, se da acceso a áreas inéditas que, por supuesto, están cargadísimas de nuevos retos.
Creado por "nerds del MIT"
La cantidad sin calidad no vale de mucho. Hay miles de puzles, así que es previsible que no todos sean el epítome del diseño de rompecabezas, pero el equipo que hay detrás es concienzudo. Aunque el título lo edita Behaviour Interactive (sí, los de Dead by Daylight), lo desarrolla Lunarch Studios, un equipo que se autodefine como "nerds del MIT (siglas en inglés del reputado Instituto Tecnológico de Massachusetts)" que tienen como obsesión los videojuegos y como objetivo la perfección.
Sus anteriores juegos no parecen tan ambiciosos como este, que camina en la línea entre el juego independiente y el AA, pero ambos tienen reseñas positivas en Steam. Jelly is Sticky es otro título de puzles, en ese caso de estilo sokoban, y Prismata mezcla los juegos de estrategia en tiempo real, los juegos de tablero y los juegos de construcción de mazos como Hearthstone: Heroes of Warcraft.
Un mundo muy vertical repleto de secretos
Vaya, que se meten en fregaos complejos a la hora de diseñar sus juegos, y salen bien parados. Aquí su pericia con los desafíos mentales se mezcla con la exploración de un mundo muy vertical. Al fin y al cabo, está formado por islas flotantes divididas en cinco biomas diferentes. Mientras se explora, ya sea andando, saltando, planeando o lanzándose al vacío (no hay daño por caída), poco a poco se desentraña el misterio de la existencia de este universo, el objetivo principal de la campaña no lineal.
La recreación visual del mundo es más que destacable. Es un pastiche de civilizaciones antiguas, construcciones imposibles, mecanismos extraños y naturaleza exuberante. Además, es un mundo compartido. No hay cooperativo como tal porque cada jugador tiene su propio progreso y los puzles son para una persona, pero se puede saludar e interactuar de diferentes maneras con otros usuarios, por ejemplo, guiándolos a un rompecabezas escondido.
Por si fuera poco, no es un mundo estático. Constantemente se introducen nuevos acertijos, y conforme más se resuelven, se desbloquean habilidades para llegar más allá y objetos cosméticos para personalizar de diferentes maneras el avatar que se crea al principio de la partida. Si todo esto os suena bien, os recordamos que el título está disponible en Steam con textos en español.