Dave the Diver se ha colado en muchas listas de candidatos a "Juego del año", aunque también ha protagonizado ciertas polémicas por su clasificación como juego indie. Su aspecto engaña, y es que a simple vista parece una pequeña producción de un estudio novato… Pero viene apadrinado por Nexon, un gigante de Corea del Sur que difícilmente podemos comparar con los estudios que generalmente consideramos indie.
Dejando a un lado esta polémica y si "independiente" se refiere a la financiación o hablamos más de un espíritu experimental, lo que no se puede negar es que Dave the Diver dio la campanada este verano y lo hizo con una promoción casi nula: gran parte de su éxito se debe sencillamente a su calidad y el efecto viral en streamings, no a una campaña publicitaria. Así de buena es esta aventura con toques roleros que se está codeando con superproducciones más mediáticas y comerciales.
Un refrescante chapuzón en la Fosa Azul
Dave the Diver es, simplificando, dos juegos en uno, pero con mecánicas que se apoyan una en la otra. Por una parte el protagonista, un experto en submarinismo, se dedicará a explorar los fondos de una extraña fosa que está repleta de secretos. Al principio la inmersión parece muy rutinaria: sumergirse en las aguas, evitar peligros en forma de especies agresivas, controlar el consumo de aire, obtener recursos y pescar algunos peces. El diseño del mapa es aleatorio y hay un progreso roguelike, lo que significa que poco a poco mejoraremos el equipo y armamento para llegar más lejos, enfrentarnos a enemigos más peligrosos y hasta jefes, y empezar a ver algunos de los elementos fantásticos del juego.
Esta parte submarina engancha porque con cada inmersión querremos llegar un poco más lejos, y el combate, bastante sencillo, tiene algo de relajante. Pero Dave the Diver da sentido a este progreso con otra parte de simulación relacionada con la gestión de un negocio ruinoso que poco a poco va creciendo, en parte con el gameplay de la pesca –que son los ingredientes de nuestros platos- y también con minijuegos de camarero tipo Diner Dash. Hay otras actividades y objetivos secundarios que aseguran que nunca pasemos un rato aburridos: cada logro conseguido en alguno de sus bloques –el submarinismo y la gestión- revierte en otro aspecto del gameplay, los minijuegos, las granjas o el armamento. El tiempo nunca está mal invertido y está lleno de giros y momentos sorprendentes.
Pese a que poco de lo que hace es original, Mintrocket consigue que estos ingredientes se introduzcan de manera gradual y sin abrumar al jugador, así que parte de las actividades no aparecen hasta que tenemos más o menos dominados otros aspectos. Y también es el jugador quien marca el ritmo del progreso: a veces no podrás completar tus objetivos, pero siempre puedes intentarlo al día siguiente. Dave the Diver es un proyecto que ha sido estudiado y testeado al milímetro, y ese es uno de los factores que marcan la diferencia respecto a títulos similares pero menos redondos.
Es posible que Dave the Diver quede un poco olvidado tras la avalancha de grandes lanzamientos de 2023, que no llegue al grueso de jugadores –algo que sí sucedió en su momento con Hades o Hollow Knight- y que su modesto aspecto -3D básico para la exploración, 2D para la gestión- no sea del agrado de muchos, pero es una de las novedades de este año que mejores ratos nos han hecho pasar, y por su planteamiento para partidas breves es ideal para PC portátiles como Steam Deck o Nintendo Switch. Una pequeña joya, lo consideremos indie o no.
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