Hace unos días pudimos pasar un buen puñado de horas probando PlayStation Access y charlando con algunos de los responsables de su creación, tanto ingenieros de Sony como representantes de organizaciones sin ánimo de lucro que crean dispositivos para que los jugadores con discapacidad puedan jugar a videojuegos o hacerlo de manera más cómoda.
Aunque el objetivo principal de Access es que los juegos de PlayStation 5 (y los retrocompatibles de anteriores consolas de Sony, así como algunos títulos de PS VR2) puedan ser disfrutados por los cientos de millones de personas con discapacidad motora que hay en el mundo, el dispositivo es tan configurable que puede ser útil para todos.
Tras probarlo como mando único, o en conjunto con un DualSense según el caso, en títulos como Gran Turismo 7 y The Last of Us Parte I, vimos en el menú de la consola del evento (al que fuimos invitados por Sony) que estaba instalado Street Fighter 6. Inmediatamente nos dimos cuenta de la posibilidad de utilizar el Access como un stick arcade.
"Has hecho algo muy común", nos dijo en una entrevista Alvin Daniel, senior technical program manager de PS Access. "En nuestras pruebas iniciales no pensamos en eso, pero vimos a algunos jugadores hacer justo lo que has hecho. Extraes la palanca, pones la bola y [colocas los botones para] los ataques, ¡y es un stick de lucha! Lo que es genial. Esa es la razón de ser de que el mando Access te de más opciones. Fue una de esas cosas inintencionadas, orgánicas, de que el jugador hiciera algo que no esperábamos, pero eso es fantástico".
Así se transforma el PS Access en un mando de recreativa
Entonces, ¿cómo es posible configurar el mando Access de manera similar al control de una recreativa? Empecemos con el dispositivo en sí. El mando, pensado para utilizarlo en una superficie plana o atornillado a un soporte, tiene un gran botón central rodeado de otros ocho botones. Todos esos botones son reprogramables, se pueden desactivar, se puede indicar que una pulsación actúe como la pulsación de dos botones diferentes, e incluso se pueden dejar bloqueados al pulsarlos como si fuera el BLOQ MAYUS de un teclado.
Además, los ocho botones que rodean el gran botón central son extraíbles y se pueden cambiar por otros moldes incluidos en la caja: algunos son convexos, otros tiene forma de lengüeta, hay otro que pulsa dos a la vez... Se ajustan con un imán, pero quedan enganchados al mando hasta que se pulsa un pestaña. Y hay que tener en cuenta los cuatro puertos auxiliares de 3,5 mm. para conectar otros aparatos.
Pasemos a la palanca. La palanca tiene un botón para acercarla o alejarla de la botonera (además, el joystick tiene L3 o R3, según la configuración). La capucha se puede cambiar entre tres distintas: una como la palanca del DualSense, otra más amplia y con más agarre, y la que nos interesa en esta cuestión: una bola típica de las recreativas.
Además, por la parte del software, se puede configurar la sensibilidad y la zona muerta de la palanca. Por último, aunque realmente es lo primero que se hace al crear un perfil de control en PS Access, se elige la posición en la que se utilizará el mando: con la palanca a la izquierda, a la derecha, arriba o abajo.
Llega el 6 de diciembre por 89,99 euros
Por supuesto, es imposible comparar el mando Access con un stick arcade moderno de gama media o alta. El acabado es menos robusto, la colocación de los botones no es tan cómoda para ese fin, y en definitiva, no está diseñado exclusivamente para los juegos de lucha.
Sin embargo, aquellos que simplemente quieran una experiencia similar a la de jugar en una recreativa, pero mucho más configurable, versátil y económica, tienen aquí una opción mucho más económica. PlayStation Access se pone a la venta el 6 de diciembre a un precio de 89,99 euros.
