Cuando Julio Verne escribió De la Tierra a la Luna en 1865 poco podía imaginar que en un futuro, en vez de un proyectil, lo que acabaría llegando a la Luna son los seres humanos. La fascinación por alcanzar las estrellas y dejar atrás este pequeño punto azul llamado, con cariño, Tierra, es algo que nos ha fascinado como especie muy probablemente antes incluso de llegar a ser ‘sapiens’. Incluso los animales dependen de ellas para orientarse y quien sabe, quizás, algunos de ellos también suspiren deferencia y aliento cada noche oscura iluminada por los luceros que pintan nuestra bóveda celeste.
Mirando a las estrellas se han imaginado historias de dioses y gigantes, animales mitológicos e incluso de nuestros orígenes. Algo no tan desacertado, pues de un solo punto, la singularidad inicial, procedemos todos y cuanto más lejos se mire en el Universo, más cerca se está de observar las primeras luces del mismo, como la radiación del fondo cósmico de microondas.
Verne tampoco podría imaginar que si bien, por ahora, salir al espacio exterior solo está al alcance de un puñado de grandes mentes y un par de señores muy ricos -y algo megalómanos-, gracias a la tecnología cualquiera podría explorar este hostil y terrenal más allá, aunque de forma virtual, eso sí.
El 6 de septiembre, Bethesda estrenará esta experiencia en Xbox Series X y Series S, Microsoft Windows -PC- con Starfield, un ambicioso videojuego de rol que, a primera vista, parece que transportará la experiencia de Fallout y The Elder Scrolls V: Skyrim al espacio. Permitiendo la personalización de la nave y de nuestro personaje para explorar distintos sistemas solares. Poco más podemos adelantar hasta que se publique el análisis el 31 de agosto.
Sin embargo, este no es el primer título cuya temática gira en torno a la exploración espacial. Si bien Spacewar!, lanzado en 1962, es el primer videojuego de temática espacial -ojo, que sigue siendo muy jugado en Steam, aunque no por una buena razón, tal y como contamos en Vandal-, Space Travel, desarrollado por Ken Thompson en 1969, fue el primer videojuego de exploración espacial. El mismo año que el Apolo 11 aterrizó sobre la Luna con Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr. y Michael Collins.
De hecho, hubo toda una carrera espacial, paralela a la que se estaba llevando a cabo entre la Unión Soviética y Estados Unidos, en los albores de la industria de los videojuegos. Spacewar! abrió la veda, pero el aparato en el que se podía jugar, la minicomputadora PDP-1, costaba 820.000 libras –960.232 euros- en dinero de 2023. Para que luego haya quejas con los precios de los dispositivos actuales. Obviamente estaba al alcance de muy pocos, de hechos apenas salieron de los laboratorios del MIT.
En 1971, Galaxy Game, una máquina instalada en la Universidad de Standford, se convirtió en la primera recreativa, meses antes del lanzamiento de Computer Space, la primera arcade producida en masa, ideada por los fundadores de Atari, Nolan Bushnell y Ted Dabney. Es decir, Computer Space sacó los videojuegos del ámbito académico y permitió que cualquiera con un poco de calderilla en el bolsillo pudiera jugar.
La consola doméstica y unas computadoras cada vez más pequeñas y más asequibles, precipitaron la llegada de muchos más títulos y de la industria en general como la conocemos. Spasim en 1974, como el primer juego 3D de disparos, en primera persona, y multijugador en red, antes Star Trek en 1971, Star Trader también en el 74, hasta Space Invaders en 1978, famoso al nivel de Tetris, y Asteroids en el 79.
Con Space Shuttle: A Journey into Space de Activision se podría empezar a definir juegos de exploración espacial modernos, este juego de simulador espacial de 1983 vino a continuar el camino marcado por Star Raiders de Atari que salió tres años antes.
La saga Elite
En los ochenta, las pocas casas que tenían la suerte de tener una computadora contaban con una BBC Micro o una Arcon Electron. Más suertudos fueron los adultos y chavales que pudieron jugar a Elite, un videojuego de comercio espacial que salió para estos dispositivos en 1984. Este título fue uno de los primeros juegos de ordenadores domésticos que usaba gráficos 3D de estructura alámbrica sin líneas ocultas. Actualizando así el modelo creado por Star Trader.
Este título tuvo tanto éxito que contó con varias secuelas directas, Frontier: Elite II en 1993 y Frontier: First Encounters en 1995. Estos títulos supusieron un salto al hiperespacio en cuanto a juegos espaciales se refiere. Introdujeron la física newtoniana, sistemas estelares realistas y hasta aterrizajes planetarios sin carga. Incluso llegó a tener otra secuela más, Elite Dangerous, que se lanzó en 2014. La influencia de este título es tan alargada que abarca juegos como Wing Commander: Privateer, EVE Online, Freelancer, la saga X de Egosoft y No Man's Sky.
Elite se atrevió a mezclar simulación y combate espacial con conceptos tan complejos como códigos morales, un universo completo y hasta un lore, esbozando una idea como el mismo Starfield pero aún en forma de bosquejo.
El mismo año de la salida de Elite, Codename MAT se basó en Star Raiders, ajustando su fórmula al Sinclair ZX Spectrum. En 1986 Starflight perfeccionó la fórmula de comercio, exploración y batalla, mientras que otros títulos como Star Control, lanzado en 1990, se centró en los combates. A la par, nacían los videojuegos como método de divulgación, también espacial, con Shuttle: The Space Flight Simulator (1992) y Buzz Aldrin's Race Into Space (1993).
Psi-5 Trading Company (1985), Skyfox II (1987), Star Cruiser (1988), Space Rogue (1989), Lightspeed (1990), Starblade (1991) o Epic : The Adventure Begins (1992), fueron alimentando la sed de conquistar el espacio exterior hasta que Wing Commander los dejó atrás. Un juego completo con historia, acción, combates rápidos y explosiones.
La saga de juegos de estrategia espacial por turnos Master of Orion, que vio la luz en 1993, fue todo un éxito del género, orientado más a la conquista intergaláctica que a la exploración sin más. Sin embargo, a partir del 94, parecía que la burbuja espacial mostraba signos de vivir sus últimos momentos de esplendor.
Frontier: First Encounters (1995), secuela de Elite, decepcionó a los jugadores por inflar las expectativas sobre el juego y lanzar un título con prisas y sin pulir. La tercera y cuarta entrega de Wing Commander (1993) provocó el mismo desasosiego entre sus jugadores, sin embargo, de este periodo se pueden rescatar algunos títulos como Wing Commander III: Heart of the Tiger (1994) con Mark Hamill (actor que también participa en Star Citizen) o Star Wars: TIE Fighter (1994), secuela de Star Wars: X-Wing (1993). Un juego que inauguró una serie que unió las ideas anteriores con elementos cinematográficos.
Por su parte, Wing Commander incluía el menudeo y la piratería con Wing Commander: Privateer, mientras Microsoft seguía apostando por la simulación con Microsoft Space Simulator.
En consolas, Darxide (1995), para la Mega Drive 32X aprovechó al máximo el potencial de la consola con un modelo que en 1997 aprovecharía Psygnosis para PlayStation con Colony Wars. Con Homeworld, de 1999, que contaba con modo multijugador, el género tocó techo y los grandes desarrollos empezaron a fijarse en otras temáticas, tal y como demostró FreeSpace 2, un juego que fue un fiasco en ventas.
Homeworld tuvo una secuela en 2003 con unas ventas que ni se acercaron a las de su predecesor y Starlancer en el año 2000 vino a llenar el hueco de Wing Commander, sin éxito. El creador de ambos, Chris Roberts, siguió apostando por la temática y participó en la creación de Freelancer, quien se fue a la mitad y asumió el papel de consultor creativo hasta el lanzamiento en 2003. Efectivamente, los jugadores no prestaron mucha atención al juego.
La temática comenzó un oscuro viaje del mainstream a temática de nicho. Nexus: The Jupiter Incident en 2004 o la serie X estaban de capa caída, buenas críticas y pocas ventas. En esta época, algunos juegos como OGame en 2002 o EVE Online en 2003 vinieron a demostrar que los juegos espaciales no estaban muertos y aún podían enganchar a miles de jugadores.
OGame
El OGame en España fue toda una sensación. Este multijugador masivo en línea de estrategia, que corría en el navegador, funcionaba las 24 horas del día, aunque no estuvieras conectado. Atacar a otro jugador podía llevar dos días, dos días en los que las naves avanzaban, aunque tu estuvieras en el pueblo, en Torrevieja o en el colegio.
También podían atacarte mientras no estabas jugando. Como en ARK o Rust pero con más mala leche. Seguro que recuerdas a algún compañero de colegio que tenía a una hermana pequeña o a alguien supervisando su flota y generando recursos en OGame mientras él iba a clase o hacía los deberes. No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que este juego fue el culpable de algún que otro fracaso escolar. Otra de las proezas del OGame es el seguir vivo y en 2018, sí, 2018, este juego superar los 100.000 millones de jugadores.
EVE Online
Por su parte, EVE Online también apostó por la estrategia en tiempo real multijugador masivo en línea, solo que en este caso es el jugador el que pilota diferentes naves espaciales para recorrer una galaxia con más de 7.800 sistemas estelares conectados a través de las stargates o puertas de salto. Hay combate tanto en PvE como en PvP y los jugadores, que se encuentran en un único servidor o Universo, pueden desarrollar diferentes actividades como fabricación, minería, combate o comercio.
Este es considerado como uno de los títulos MMORPG más notables en la historia de los juegos. Su magnitud es tal que varios jugadores han invertido más de una década en él y aún así, han explorado sólo una pequeña porción de su contenido. Otra de las cosas que lo distingue de otros títulos es que al estar todos los jugadores en el mismo Universo, las posibilidades de encontrarse aumentan. Aunque ahora también es una desventaja, sobre todo si acabas de empezar y esperas competir con gente que lleva construyendo su imperio interestelar más de diez años.
La saga Galaxy on Fire llevó esta temática a los primeros smartphone en 2009/2010, mientras que Galactic Civilizations resucitó y actualizó la fórmula de Master of Orion. En esta misma época, en 2012, se lanzó el Kickstarter de Elite: Dangerous, la cuarta entrega de Elite. Un mes antes, Star Citizen había hecho lo propio en la misma plataforma, demostrando el regreso por todo lo alto de un peso pesado del género de videojuegos espaciales, Chris Roberts. El padre de Wing Commander se convirtió en el padre de Star Citizen.
Star Citizen
Star Citizen sigue en desarrollo. Sí, pero no desde 2012 que se lanzó un Kickstarter que tuvo un gran éxito, sino que en 2010 entró en preproducción y su desarrollo oficial comenzó en 2011. 12 años en los que el juego sigue en alpha, sin fecha de salida fija. Un juego que se anunció, en un primer momento, que tendría un desarrollo de dos años. Respecto a este juego hay todo tipo de opiniones, ambicioso, infinito, inabarcable e incluso hay muchos jugadores recelosos de su fórmula y del título en general, por distintos motivos.
Razones a las que ya dimos vueltas en este artículo de Vandal y entre las que figuran el presupuesto, que ya ha superado los 500 millones de dólares; el contar con actores famosos como Mark Hamill (Luke Skywalker), Gillian Anderson (Dana Scully), Gary Oldman (Drácula) y Andy Serkis (Gollum) que formarán parte del modo de un jugador, Squadron 42. que aún no ha salido; y una sombra de esquema ponzi que pesa sobre este título. Según muchos jugadores que llevan años mostrando su descontento.
De hecho, en 2018, un jugador demandaba a los creadores del juego exigiendo la devolución de los 4.500 dólares gastados en el título. La razón era el hastío provocado por los retrasos y las falsas promesas. "Cerca de 6 años después en un proyecto de 2 años, no han completado un único sistema solar, pese a que prometieron 100 como meta", señala.
En la actualidad, hay packs en el juego que rondan los mil euros y cuenta con varias naves espaciales y vehículos. Incluso existen packs como el Legatus 2952 que vale lo mismo que una entrada para un piso en Madrid o el precio de un apartamento completo en la Comunidad Valenciana. Un bundle de más de 50.000 euros formado por más de 100 embarcaciones digitales del juego, vendido en la propia store del juego y que incluye ítems que se usarán cuando el título esté terminado. Es decir, que son aún renders.
Un coste tan elevado que no parece muy accesible a millones de jugadores de todo el mundo. Star Citizen cuenta también con una legión de fans que llevan ya años jugando a su versión alpha. Personas que se han gastado dinero en distintas naves espaciales que sin embargo se encuentran satisfechas con lo que por ahora cuenta el juego y disfrutan de las actualizaciones casi constantes del mismo. Aunque algunas sean la implementación de un sistema de físicas para simular las arrugas de las sábanas.
Es Chris Roberts y es entendible, pero algunos jugadores temen que el desarrollo de Star Citizen no termine nunca y ahora, con Starfield a punto de salir y el modo para un jugador de Star Citizen sin fecha a la vista, la comunidad está más dividida que nunca. Entre los que comparan ambos juegos, aplaudiendo el título de Bethesda y los que defienden que Star Citizen puede parecerse en la superficie pero como juego y mecánicas no tiene nada que ver.
Kerbal Space Program
En 2011, Kerbal Space Program nació para permitir que los jugadores pudieran crear sus propios cohetes e ingeniárselas para ir del espacio. Porque el juego va de eso, no tiene los mejores gráficos ni podrás embarcarte a un viaje interestelar, simplemente tienes que buscar la manera de diseñar un cacharro con la suficiente fuerza bruta como para hacer frente a las físicas que separan a los Kerbals y a la Luna.
FTL: Faster Than Light
Un años después, FTL: Faster Than Light, presentó una nueva temática en forma de elementos roguelike. Que explorar el cosmos puede ser un aterrador desafío con consecuencias letales es la gran enseñanza de este título. El juego de simulación de naves con permanente riesgo de muerte es, en apariencia, una sencilla carrera para entregar información crucial a los aliados mientras se intenta sobrevivir a una persecución incansablemente.
Inesperados y brutales encuentros, oportunidades de compra, el descubrimiento de nuevos mundos y desbloquear distintas naves, una amplia gama de armamento y herramientas, eso es FTL. Un título repleto de tantas posibilidades que cada partida puede tomar un giro radicalmente distinto. El margen de error es amplio. En ocasiones, los fallos son del jugador, como cuando una batalla sale mal y hay que tratar de sellar brechas en el casco y sofocar incendios. Pero hay momentos en los que la entropía hace de las suyas y se tiene mala suerte.
Space Engineers de 2013 vino a explotar la fórmula colaborativa en el espacio, aprovechando el boom de Minecraft, mientras que X Rebirth intentó devolver la dignidad a la serie de Egosoft, con un mínimo de éxito pero nada desbordante. En consolas, Strike Suit Zero apostó por los combates espaciales en 2013, Elite Dangerous por fin salió en 2014 y Rebel Galaxy en 2015, con una secuela en 2019 -Rebel Galaxy Outlaw-. También, otros juegos englobados dentro de la temática espacial, con más o menos exploración, han ido haciendo camino y a su vez marcando una hoja de ruta para los títulos posteriores.
No Man's Sky
Hello Games nos introdujo a una aventura espacial construida en base a la generación procedural, una promesa que inicialmente despertó grandes expectativas, aunque su debut dejó fríos a muchos jugadores. Aunque desde el 2016 que salió, Hello Games lo ha ido mejorando hasta casi darle una segunda vida.
No Man's Sky gira en torno a encuentros casuales. Ya sea descubrir un planeta con formas de vida peculiares o toparse con piratas espaciales al salir de la hipervelocidad. A diferencia de la mayoría de los juegos de exploración espacial, este título presenta un ritmo rápido, empujando al jugador a saltar de un lugar a otro en busca de combustible y recursos para proseguir la travesía hacia el centro del cosmos.
Aunque atravesó baches considerables, sobre todo en su lanzamiento, hoy en día se erige como un juego relajante para explorar un mundo estelar sin fin. Casi se posiciona como el referente en simuladores de exploración espacial, aunque parta de ser un juego de gestión de recursos que combina exploración y acción, además de ofrecer modalidades multijugador.
Por ejemplo, afirmaron que el juego sería persistentemente multijugador, pero resultó imposible encontrar a otro jugador en miles de millones de planetas. Un día después del lanzamiento, dos jugadores coincidieron en el mismo punto y se descubrió la verdad, las partidas eran para un solo jugador. Ahora, años después, No Man's Sky es el juego que se prometió en su lanzamiento, y hasta permite la experiencia de juego en realidad virtual.
Everspace
La esencia de Everspace, lanzado en 2017, no solo radica en su campaña principal competente, sino que su encanto reside en la jugabilidad y los efectos visuales que despliega. Este videojuego se presenta como un simulador de batallas en el espacio de una belleza sobrecogedora. En el ámbito de los juegos con toques roguelike, este implacable shooter espacial creado por Rockfish Games, demuestra que la muerte se asoma frecuentemente en cualquier parte. Aunque tanto los créditos como los conocimientos persisten, no siendo el tiempo jugado en balde.
The Outer Worlds
Bajo el título de The Outer Worlds se alza un RPG de acción concebido por Obsidian Entertainment y lanzado en 2019. Aquí, el jugador está facultado para forjar su propia identidad virtual, dándole forma a su propio protagonista. Más adelante, la posibilidad de adquirir y desplegar una embarcación personal se presenta, mostrando su faceta de exploración entre diversos planetas, separados por pantallas de carga y sin el factor de navegación o combates espaciales.
Algunos jugadores lo han comparado con Fallout: New Vegas, también de Obsidian ya que el juego fomenta la figura del NPC acompañante y la relación de este como parte de la propia trama del juego. En ocasiones, su estética de ópera espacial casi del oeste llega a recordar a la gran y cancelada serie Firefly.
Outer Wilds
No conviene dar muchas pistas sobre Outer Wilds para no estropear la gran experiencia que es este juego lanzado en 2019. Su escenario se sitúa en un sistema solar íntegramente distinto, conformando un marco inigualable. En este sistema, un ciclo temporal ha sido desencadenado por una inminente supernova, como un Día de la Marmota espacial. Más allá de su estructura orientada a la exploración, el juego presenta una amplia gama de enigmas y oportunidades para adquirir conocimientos en cada nueva run del bucle.
Mass Effect
En la trilogía Mass Effect de BioWare, que comenzó en 2007, el comandante Shepard visita todo tipo de mundos alienígenas mientras persigue piratas espaciales, detiene las guerras entre especies y busca formas de evitar que los antiguos segadores acaben con toda la vida en la galaxia. Una parte de la exploración de Shepard se reduce a reunirse y negociar con especies inteligentes locales sobre si te ayudarán o no en tu aventura en una historia ambientada en una comunidad galáctica que vive, respira y esteriliza a una especie entera por conveniencia. Que es lo que hizo diferente a esta saga.
Elite: Dangerous
Adentrándose en el vasto cosmos, Elite Dangerous emerge como un simulador espacial que brinda a sus usuarios la posibilidad de sumergirse en la inmensidad de nuestra propia galaxia. La Vía Láctea en este juego tiene, en teoría, una escala 1:1, mostrando la abrumadora grandeza que alberga. Su aspecto visual, igualmente, trae consigo un matiz de tranquilidad y satisfacción.
En el centro mismo de esta experiencia, lanzada en 2014, se alza la exploración. Este aspecto se presenta en un contexto que simula un sandbox, donde la libertad de elección reina de manera indiscutible. Aquí, uno puede esculpir su camino conforme a sus deseos más profundos. La amplia variedad de naves disponibles otorga al jugador un espectro de opciones para abrazar diversas actividades, que van desde el comercio y la minería hasta la búsqueda de lo desconocido.
Destiny 2
La visión de Bungie sobre la fantasía intergaláctica radica menos en explorar las vastedades del cosmos y más en salvaguardar tu hogar planetario de otras civilizaciones alienígenas. No obstante, en Destiny 2, un MMO de tiros en primera persona lanzado en 2017, mientras se navega por las colosales embarcaciones de la Legión Roja, o se exploran los nidos corrompidos de la Colmena, se puede sentir aquello de viajar por otros mundos. Lo crucial reside en el vasto tesoro que acumularás, el cual resulta esencial para triunfar en las misiones PvE impulsadas por la narrativa o para sobrevivir en el frenético PvP.
High On Life
La serie Rick and Morty se erigió rápidamente como líder en el ámbito de la animación adulta. Aunque su influencia se ha ido debilitando, su base de seguidores perdura. Sin embargo, Justin Roiland, uno de los precursores del programa, buscó extenderse más allá de la animación. Así nace High On Life, un FPS intergaláctico, lanzado en 2022, que te conmina a empuñar armas con voz propia y un sentido del humor marcado por Roiland.
Encarnando a un anónimo ser humano metamorfoseado en cazarrecompensas, la encomienda consiste en detener los planes de un cártel interestelar, dedicado al tráfico de drogas, que amenaza con convertir a la humanidad entera en narcóticos. Este cometido desencadena la necesidad de dominar la tecnología de distorsión espacio-temporal para explorar diversos mundos alienígenas, rastreando a los miembros de alto rango de la organización. Además, durante el viaje, se adquiere la habilidad de modificar la forma del protagonista para adaptarse a estructuras y recintos mientras recorres distintos entornos y socializa, a veces a tiros, con la fauna autóctona alienígena.
Existen otros juegos que podrían formar parte de esta categoría como Surviving Mars (2018), Star Trek Online (2010), Civilization: Beyond Earth (2014), Space Engineers (2019), Stellaris (2016), Endless Space 2 (2017), X4: Foundations (2018), Starmancer (2021), Chorus (2021), Trigon: Space Story (2021), Exo One (2021), Slipways (2021), Starbase (2021), Hardspace: Shipbreaker (2020), RymdResa (2015), Spaceflight Simulator (2017), Halcyon 6: Lightspeed Edition (2017),
Avorion (2017), NEBULOUS: Fleet Command (2022), Endless Space (2012), Star Conflict (2012), Lovers in a Dangerous Spacetime (2015), Rebel Galaxy (2016), Starbound (2016), OOut There: Ω Edition (2015) o Astroneer (2016). Como siempre, si se te ocurren más ejemplos, puede mencionarlos en los comentarios.