Ya queda muy poco para disfrutar de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, que se pondrá a la venta el 12 de mayo, y que como os contamos en nuestras impresiones, tiene una pinta espectacular. Para hacer más llevadera la espera, cada día de aquí hasta su lanzamiento vamos a repasar un juego de la saga, desde los más recientes hasta los más antiguos.
The Legend of Zelda: The Wind Waker (2003)
A nadie le pillará por sorpresa si decimos que The Legend of Zelda: The Wind Waker fue, durante mucho tiempo, uno de los títulos más incomprendidos de la saga de Nintendo. La primera aventura de Link para Nintendo GameCube generó un huracán de opiniones muy dispares entre la comunidad de seguidores de The Legend of Zelda por su peculiar apartado artístico cel-shading, el cual se priorizó frente a los gráficos de estilo realista de títulos anteriores como The Legend of Zelda: Ocarina of Time y The Legend of Zelda: Majora's Mask.
La estética cartoon no solo no llegó a calar demasiado hondo entre los seguidores, sino que el mismísimo Shigeru Miyamoto, padre de la serie, llegó a expresar que sintió "vergüenza" cuando lo vio por primera vez en movimiento y sugirió al equipo de Eiji Aonuma que cambiasen de rumbo para hacer un Zelda más en la línea de los juegos citados anteriormente. Por suerte, el equipo de desarrollo no se desanimó por las duras palabras del creativo japonés y siguió adelante con la idea de dotar a la siguiente entrega de una dirección de arte con mucha personalidad.
Una inolvidable aventura por el Gran Mar
Dejando a un lado la controversia de su apartado técnico, algo que al final está sujeto a las preferencias y gustos de cada jugador, lo cierto es que The Wind Waker es un juego imprescindible para todo aquel que se sienta atraído por las odiseas en alta mar. La estructura de la aventura ofrece todo lo que cualquier aficionado a la serie podría esperar: mazmorras con diseños intrincados y puzles con resoluciones inteligentes, imponentes jefes finales a los que hacer frente, personajes entrañables numerosos tesoros y secretos por descubrir. Aún así, su aspecto más recordado es, sin duda, la posibilidad de hacernos a la mar junto a Mascarón Rojo en busca de nuevas islas inexploradas.
The Wind Waker también nos dejó para el recuerdo un villano con una personalidad arrebatadora y que acapara la atención en cada escena en la que hace acto de presencia. El Ganondorf que podemos ver en esta entrega es el mismo que conocimos en Ocarina of Time, ya que los acontecimientos de The Wind Waker transcurren cien años después del final de este. Puede que su aspecto sea muy diferente, aunque el juego no tarda en dejarnos claro que se trata del mismo personaje y lo aprovecha hasta las últimas consecuencias, aportándole una profundidad y unos matices en sus motivaciones que se agradecen.
Una remasterización espectacular para Nintendo Wii U
A pesar de que la versión para Nintendo GameCube es la que más respeta de manera íntegra la visión original del equipo, nos es imposible no recomendar The Legend of Zelda: The Wind Waker HD para cualquiera que quiera adentrarse por primera vez al viaje que propone esta entrega. Esta cuidada remasterización lanzada exclusivamente para Nintendo Wii U no solo logró la difícil tarea de respetar y ensalzar todavía más el precioso apartado artístico del original con una mayor definición, mejores texturas y una iluminación que dejó a todo el mundo boquiabierto, sino que también introdujo múltiples ajustes de calidad de vida y rediseñó algunas secciones enteras para mejorar la experiencia.
The Wind Waker HD nos permitió adquirir una vela para navegar más rápido y acortar nuestras travesías por el mar, introdujo numerosos atajos útiles para acceder de manera más sencilla a los artefactos clave, aceleró varias animaciones para agilizar procesos como el uso de la Garra e incluyó el Modo Héroe, una modalidad dirigida a aquellos que ya habían completado el clásico.
No obstante, el cambio más notable que podíamos encontrar en este remaster estaba en la misión de búsqueda de los fragmentos de la Trifuerza del Valor, que consistía en pocas palabras en recuperar ocho fragmentos escondidos en cofres del tesoro repartidos por el Gran Mar. Este tramo de la recta final fue criticado en su momento por ser excesivamente tedioso, aburrido y, en definitiva, por alargar la historia de manera artificial e innecesaria. Por suerte, Nintendo escuchó las quejas de los jugadores y decidió acortar dicho tramo y hacer más llevadero el proceso de obtención de los pedazos, un detalle que muchos agradecimos y acogimos con los brazos abiertos.
Una joya que se ha revalorizado con el tiempo
The Legend of Zelda: The Wind Waker es un juego con el que vale la pena dejar los prejuicios a un lado y dejarse llevar. A simple vista puede parecer un título con un tono demasiado infantil por su estética de dibujos animados, aunque a poco que uno se adentra en su propuesta descubre que se trata de una obra que propone un viaje fascinante que no nos deja soltar el mando hasta alcanzar los créditos. Ya no es solo que visualmente sea una auténtica belleza, sino que ofrece algunos de los templos mejor diseñados que hemos visto en la serie, una trama más compleja de lo que aparenta a nivel superficial, personajes memorables y una banda sonora que es toda una delicia para nuestros oídos.
A continuación podéis consultar los anteriores artículos de nuestra cuenta atrás hasta Tears of the Kingdom:
- The Legend of Zelda: Link's Awakening (2019)
- The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017)
- The Legend of Zelda: A Link Between Worlds (2013)
- The Legend of Zelda: Skyward Sword (2011)
- The Legend of Zelda: Spirit Tracks (2009)
- The Legend of Zelda: Phantom Hourglass (2007)
- The Legend of Zelda: Twilight Princess (2006)
- The Legend of Zelda: The Minish Cap (2004)
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