Gears of War 2: El gran salto de Cliff Bleszinski que cambió la saga

Gears of War 2 es considerado el mejor título de la saga gracias a la cantidad de novedades que introdujo, mejorando la primera entrega y marcando el camino a seguir para el resto de títulos.
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"Gear, lo que ahora os pido no es fácil, pero es necesario. Si queremos sobrevivir... si queremos vivir lo suficiente para ver el cambio de las estaciones, a nuestros hijos crecer y disfrutar unos tiempos de paz que jamás hemos conocido, tenemos que llevar la lucha a los Locust. Iremos allí donde viven y crecen... ¡Y los destruiremos!" - Richard Prescott.

Gears of War fue una de las piezas más importantes para la evolución del shooter en tercera persona. Cliff Bleszinski y su equipo, por aquel momento con Epic Games, idearon un título de acción que pasaría a la historia gracias a su compacto sistema de coberturas, que hacía que sus tiroteos fueran más intensos y tuvieran que abordarse desde una perspectiva más estratégica sin perder jamás de vista el factor gore y el frenetismo. Dos años después del lanzamiento de la primera entrega, que se convirtió en uno de los juegos estrella de Xbox 360, llegó Gears of War 2, la que es considerada la joya de la corona y la mejor entrega que ha brindado la saga desde su existencia. Y no es para menos, porque marcó a fuego el camino que seguirían el resto de obras de Marcus Fénix y compañía.

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La guerra a gran escala llegaba a Gears of War: Viaje al hogar de los Locust con un sinfín de enemigos

El primer juego de Gears of War, tal y como explicó Bleszinski en su día, quería funcionar como una especie de reinterpretación de Hermanos de Sangre, la popular serie de HBO apadrinada por Tom Hanks y Steven Spielberg. A grandes rasgos lo consiguió, puesto que lo que teníamos sobre el papel era un pelotón, en este caso el llamado Delta, compuesto por una serie de compañeros que jamás se abandonaban en combate teniendo que realizar pequeñas tareas para ganar la guerra contra los Locust, quienes desde el Día de la Emergencia estaban acabando con toda ciudad humana en Sera. Misiones que no eran en absoluto a gran escala y que conducían siempre a los personajes por niveles más bien modestos contra oleadas de enemigos controlables. Un equipo de élite teniendo que llevar a cabo una serie de objetivos impuestos por un alto mando que quiere acabar con la guerra por la puerta de atrás.

La acción en 'Gears of War 2' va in crescendo, cada vez es más frenética y con más peligros.
La acción en 'Gears of War 2' va in crescendo, cada vez es más frenética y con más peligros.

Gears of War 2, lo primero que hizo, fue cambiar eso pegando un fuerte golpe sobre la mesa. Ya no eran los Locust los que estaban invadiendo territorio humano. Ni eran ellos los que tomaban la iniciativa. La secuela de Bleszinski ampliaba ese espectro desde el mismo inicio del juego, con el primer acto: 'Punta de lanza'. Los Gears se armaban juntos, como ejército, y emprendían un ataque a gran escala para destrozar a los Locust desde dentro, en las profundidades de Sera. La guerra ya no era una cosa de pelotones, sino de cientos de soldados, a pesar de que seguíamos atados a Delta. Eso nos llevaba por un sinfín de escenarios amplios, manteniendo ese nivel mínimo de exploración para que la acción no se diluyese, con un repertorio de enemigos muy variado y novedoso: aparecieron los Kantus, los Tickers, los Maulers, los Lambent, los Bloodmount y hasta criaturas gigantescas como gusanos de piedra y bestias acuáticas al estilo de Resident Evil 4.

Más armas y nuevas ejecuciones para dar frescura a la jugabilidad y aumentar el gore

La secuela de Gears of War es un corregido y aumentado de manual con respecto a la primera entrega. Introdujo todos aquellos enemigos que se han ido repitiendo una y otra vez a lo largo de los años y hasta se tomó la molestia de ampliar el arsenal por todo lo alto, sumando al clásico Lancer maravillas como el lanzallamas, la pistola Gorgon o el mortero. Gears of War 3 supo darle una vuelta a ese arsenal aprovechando un poco el terreno más postapocalíptico y la escasez de recursos, presentando armas como la recortada, el Digger Launcher o el mítico One Shot, además de permitir a los jugadores hincarle el diente a la Retro Lancer, la usada durante las Guerras del Péndulo. Pero, en cualquier caso, ese salto de armamento de la primera secuela abrió la veda a poder incorporar un repertorio generoso de fusiles de asalto, pistolas y armas especiales (y le dio la vuelta al Hammerburst para eliminar las ráfagas).

Gears of War 2: El gran salto de Cliff Bleszinski que cambió la saga Imagen 2

Eso permitía que Gears of War 2 tuviera una jugabilidad un tanto más variada haciendo que las armas no fueran tan repetitivas. A pesar de que, y no nos engañemos con esto, siempre usábamos la Lancer, y más después de las novedades que se añadieron con la sierra. En Gears of War 2 la motosierra incorporada al fusil de asalto de los Gears estaba mucho más pulida y podía serrar por la espalda añadiendo una animación extra al terreno de juego. E incluso se podían realizar combates entre Lancer y Lancer para ver quién serraba a quién. Una maravilla que siempre daba una satisfacción extra cuando se ganaba (rara vez se podía perder, todo sea dicho). ¡Y las ejecuciones! Cada arma tenía una animación diferente para acabar con cada Locust, siendo el escudo humano la característica más longeva que hasta modificó el competitivo del juego.

El salto de los gráficos y de la narrativa: El guion cobró mayor importancia

El salto gráfico que tuvo la secuela también fue extremadamente considerable. El Gears of War original era oscuro y apagado por puro deseo de Bleszinski, que quería que el título tuviera una esencia de terror constante de la que los jugadores no pudieran librarse. En actos como 'Anocher' se remarcaba muchísimo ese tono de horror exponiendo a los jugadores a una muerte segura si se acercaban a la oscuridad. Si hacéis buena memoria, en dicho nivel teníamos que recorrer un pequeño pueblo de noche, infestado por Kryl, una especie de murciélagos Locust que pueden destrozar a cualquier soldado, por mucha armadura que lleve encima. Si nos acercábamos a la oscuridad y no encendíamos ninguna luz, estábamos casi muertos en el acto. Gears of War 2 optó por darle la vuelta a eso y acerca un poco más la obra una cinta clásica de aventuras. Había niveles de terror, como 'Tormenta en Ciernes', pero en líneas generales se apostaba por la épica.

La iluminación es uno de los puntos de mejora más importantes de 'Gears of War 2'.
La iluminación es uno de los puntos de mejora más importantes de 'Gears of War 2'.

Ese salto dio paso a que la puesta en escena se tornase más luminosa y el salto gráfico se notase un poquito más: los detalles azules de las armaduras Gear brillaban como nunca. Los detalles lumínicos de las armas eran una maravilla y el diseño del mundo, grosso modo, estaba más perfilado. A ello había que añadir la destrucción de partes del escenario y hasta alteración de elementos para favorecer los tiroteos. Marcus, por ejemplo, podía tumbar una mesa para cubrirse improvisando así un nuevo elemento de cobertura, modificando parte del mapa y ampliando el espectro estratégico. La destrucción de muros y otros elementos aumentaba esa sensación de poder de las armas y en parte daba algo de vulnerabilidad si estábamos bajo grandes dosis de fuego enemigo, a pesar de no estar recibiendo demasiado daño extra.

Los diálogos se pulieron mucho más en la secuela, sin ser nada del otro mundo.
Los diálogos se pulieron mucho más en la secuela, sin ser nada del otro mundo.

Eso se veía acompañado por un salto narrativo especialmente notable. La saga de Gears of War no siempre quiso contar una historia un tanto enrevesada, como sí han hecho la cuarta y quinta entrega. La primera entrega tenía el guion de fondo y se centraba en la acción. Pero con la segunda, Bleszinski y su equipo hicieron hincapié en la evolución de los personajes protagonistas, ahondando sobre todo en Dominic Santiago y la búsqueda de su mujer, María. No obstante, se intentaba escribir una trama interesante que motivase al jugador a querer descubrir más acerca de los Locust y el misterio que rodeaba su creación.

Gears of War 2 fue sorprendente y marcó el camino para el resto de secuelas (numeradas)

Dejando a un lado Gears of War: Judgement y Gears Tactics (el primero quería aplicar mecánicas más estilo Call of Duty a su fórmula y el segundo es un spinoff centrado en el factor estratégico), el resto de secuelas de la saga siguieron a pies juntillas lo planteado por Gears of War 2: mayor foco en la narrativa y evolución de los personajes, ampliación de arsenal sistemática y puesta en escena más épica. Alternando en este último caso entre lo visto en la primera entrega y la segunda en lo que respecta a conflictos de magnitudes considerables con los Locust, Lambent y Enjambre. Gears 5 introdujo elementos de mundo abierto siguiendo las demandas actuales, pero se demostró que no terminaba de encajar y que sus mejores fases eran cuando se tornaba lineal.

Una de las escenas más singulares de 'Gears 2' atravesando un túnel repleto de Tickers con baja iluminación.
Una de las escenas más singulares de 'Gears 2' atravesando un túnel repleto de Tickers con baja iluminación.

Aunque con el tiempo hemos tenido entregas muy dignas y cada uno de los títulos numerados tiene sus grandes virtudes, Gears of War 2 nos sigue pareciendo el juego más sólido, tanto por su libreto, bien cerrado y compactado con esa puerta abierta a la libre interpretación si no hubiera habido más juegos, como por lo sorprendente que fue ampliando increíblemente las bases del primer Gears of War con animaciones más pulidas, unos gráficos que por aquel entonces eran más que buenos, una enorme variedad de arsenal y ejecuciones y un multijugador que aun a día de hoy puede jugarse (si se tiene paciencia en encontrar partida). Sus extras como el modo Horda no requieren de presentación alguna, porque a partir de aquí nació un clásico de los vicios de tarde con los amigos.

La secuela podría tener una versión remasterizada a lo Ultimate Edition con motivo del 15 aniversario

Se lleva rumoreando, desde hace ya bastante tiempo, que Gears of War 2 podría seguirle la pista a la primera entrega recibiendo una versión Ultimate Edition con mejoras gráficas y nuevas cinemáticas para modernizar el título a los sistemas actuales. Teniendo en cuenta que el próximo mes de noviembre será el 15 aniversario del juego, es posible que The Coalition se esté guardando un as bajo la manga para celebrar dicho evento. Todavía estamos a la espera de que se anuncie esa sexta entrega de la saga, y no parece que vaya a llegar temprano. Sin embargo, una Ultimate Edition de la segunda parte sí podría ser factible. No obstante, no hay nada confirmado y son solo deseos y rumores lo que os planteamos. Por el momento, habrá que tener paciencia y esperar.

Xavi Mogrovejo

Imágenes:

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Marcus Fénix, Dom y compañía regresan en una secuela que llevará la guerra contra los Locust a las profundidades del planeta. Se incluye el modo multijugador cooperativo Horda, en el que varios jugadores resisten a oleadas de enemigos de cada vez mayor fuerza y número.
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