Aunque todavía no tiene fecha de lanzamiento (aunque se rumorea que podría llegar en abril de 2023), Blizzard lleva unos meses celebrando pruebas cerradas de Diablo IV con una beta de la que hemos podido ver ya hasta 40 minutos de gameplay debido a las filtraciones. Esto forma parte de una nueva política que está implementando el estudio que lo desarrolla: quieren testear cada rincón del juego, incluyendo (por primera vez) el end game.
El juego con más testeo de Blizzard
Así lo han admitido Joe Shelvy y Rod Fergusson, director del juego y responsable de la franquicia respectivamente, en una entrevista concedida a IGN. En ella hablan acerca de la voluntad del estudio de ofrecer una versión de Diablo IV muy pulida, lo que incluso lleva a decir a Fergusson que este es "el juego que más se ha testeado" de todos los que ha participado. Cabe recordar que Raven Software, estudio de Activision Blizzard dedicado al QA, consiguieron establecer el primer sindicato de la industria de videojuegos de Estados Unidos a principios de año.
Este fuerte interés por probar y comprobar que el juego esté listo ha llevado al estudio a testear específicamente lo que ocurre una vez termina la campaña: "Muchos jugadores disfrutan Diablo mucho más allá de la campaña. Esta es la primera vez que hemos testeado específicamente el end game", comienza explicando Shely, a lo que Fergusson añade: "Tras completar la campaña, estás soltando a los jugadores a un juego que esperemos les entretenga durante miles de horas".
Para este cometido, Blizzard ha solicitado a los testers (entre los que se incluyen amigos y familiares de los desarrolladores) jugar más de 100 horas a Diablo IV para que puedan comprobar de primera mano cómo es el contenido de todos los modos, incluyendo actualizaciones que llegarán con las temporadas de este juego como servicio.
Su naturaleza como tal lleva a los responsables del proyecto a pedir "un poco de margen" durante la entrevista, con la idea de que el juego salga al mercado en una versión pulida.
Diablo IV no tiene fecha de lanzamiento, pero Blizzard retrasó su estreno junto al de Overwatch 2.
