George R.R. Martin es uno de los escritores de fantasía de más éxito durante la última década gracias a la serie de novelas Canción de hielo y fuego, adaptadas por HBO con Juego de tronos, y Fuego y sangre, que hace unos días cerró la primera temporada de La casa del dragón. En el mundo de los videojuegos participó en Elden Ring de FromSoftware, uno de los grandes juegos del año, y su participación en el proyecto volvió a salir a la luz durante una entrevista en The Late Show with Stephen Colbert.
Colbert pregunta a Martin sobre varios temas y uno de ellos es su implicación en Elden Ring. El escritor explica lo que ha contado en varias ocasiones: FromSoftware quería una fantasía oscura y él era el encargado de contar el pasado de ese mundo fracturado, los mitos. Interesado por si lo ha jugado, Martin responde en tono de broma "no lo he jugado porque la gente quiere que termine este libro de Vientos de invierno". Supuestamente encarrila el final y ha escrito el 75 % del libro.
"No sabía que los videojuegos llevaban tanto tiempo de hacer como las grandes películas, o incluso más", dice sobre su colaboración. "FromSoftware dejó claro que Elden Ring transcurría en, digamos, el presente de este universo. Lo que querían es que escribiese lo que pasó 5000 años antes, lo que fastidió este mundo, porque el presente está realmente jodido. Escribí la historia, quiénes son todos los personajes en ese momento, quienes se mataban y los poderes que tenían".
Fue adicto a videojuegos hace años
"Lamentablemente tengo una personalidad totalmente adictiva. He jugado a videojuegos hace mucho, mucho tiempo, jugaba a Railroad Tycoon, Master of Orion y Homeworld, estaba atrapado", admite Martin, que reconoce que jugaba una partida tras otra sin límite.
Martin sabe del éxito y buenas críticas que ha cosechado Elden Ring. "Es el juego más bonito que he visto nunca. Es realmente sorprendente, detallado y la gente que lo juega lo adora, estoy muy agradecido de haber formado parte". Podéis conocer todos sus secretos con nuestra completa guía.
