La invasión de Rusia a Ucrania ha provocado que muchos sectores occidentales busquen la independencia de Rusia -por ejemplo energética y comercial- y a su vez Rusia quiere reducir la dependencia de Europa y Estados Unidos, especialmente en tecnología, lo que incluye desarrollar su propio motor gráfico.
Después de que varias editoras cancelasen sus lanzamientos en Rusia, algunas importantes compañías en investigación y desarrollo del país entre los que se incluye VK -la versión rusa de Facebook- están en conversaciones con el Ministerio de desarrollo digital para crear un motor de juegos ruso y recibir financiación.
Las discusiones sobre este tema habrían comenzado en mayo, cuando algunos desarrolladores mostraron su preocupación por el acceso limitado a los motores multiplataforma más populares, Unreal Engine y Unity.
Las compañías habrían expresado la urgencia e importancia de crear una tecnología propia para evitar una posible desconexión de estas tecnologías utilizadas en la mayoría de videojuegos.
Un trabajo que llevaría años y mucho dinero
No será fácil que Rusia se aísle tecnológicamente del resto del mundo. Crear un motor adaptado a todo tipo de juegos, eficiente y multiplataforma, costará "miles de millones de rublos durante años", y una fuente dice a Kommersant que crear este motor sería posible, pero con tiempo y un gran coste. Además, Rusia no contaría con el apoyo de otras compañías extranjeras -AMD y Nvidia han detenido la venta de sus productos en el país-, por lo que en este momento no parece que el clima político de sanciones permita tener listo un motor de juegos a corto o medio plazo.
El éxito de Unreal y Unity no está solo en su potencial, sino también en el constante apoyo de los creadores con actualizaciones y una enorme comunidad que crea contenido, herramientas y experiencia; incluso resolviendo otros problemas, no será fácil asentar un nuevo motor y conseguir desarrolladores adaptados a su manera de trabajar.