Los Joy-Con de Nintendo Switch son conocidos por su propensión a experimentar fallos en las palancas, que registran movimiento cuando no lo hay. Este drifting, como se le conoce popularmente, ha llevado a los usuarios de la híbrida a quejarse de la calidad del periférico e incluso ha iniciado procesos legales contra Nintendo. Lo cierto es que no es el único mando que se enfrenta a estos fallos técnicos (también lo hacen los de Sony, Microsoft e incluso Valve,), pero a tenor de las declaraciones de un antiguo supervisor de la planta de reparaciones de Switch, el problema estaba tan extendido que consiguió saturar a la empresa responsable de arreglarlos en Estados Unidos.
Así lo afirma a Kotaku este ex responsable de United Radio, compañía externa a Nintendo en la que se encargaban de recibir y reparar tanto los Joy-Con de Switch como los problemas ocasionados en las propias consolas. Según declaraciones a este medio, el volumen de mandos de la híbrida que recibían durante su estancia en la compañía era de miles a la semana, cientos al día, sobresaturando las capacidades de la propia planta de reparación. Explica que, dada la cantidad de Joy-Con a reparar, en muchas ocasiones se cometieron fallos a la hora de hacerlo. También asegura que llegado un punto, durante el pico más alto del problema, tuvieron que establecer una zona separada exclusiva para reparar los mandos de la híbrida.
Una empresa externa saturada por el volumen de reparaciones
En el artículo se describen algunas circunstancias que favorecieron el caos en la planta de reparaciones de Switch en Estados Unidos, aunque la mayoría están relacionadas con problemas en la propia empresa contratada, a la que se describe como incapaz de soportar el fuerte volumen de reparaciones que se solicitaban semanalmente.
También se habla de ciertos fallos provocados por esa saturación en United Radio, como por ejemplo casos en los que se envió a un usuario la consola de otro, incluyendo datos personales y partidas guardadas; esto llevó a adoptar una política más agresiva de borrado de datos de las consolas que no se pudieran rastrear adecuadamente durante el proceso de reparación.
Volviendo al problema de los Joy-Con, Nintendo ha hablado en varias ocasiones del drifting de forma pública e incluso ha sugerido que es un fallo "inevitable", aunque también asegura que están haciendo avances en combatirlo.