Un trabajador anónimo ha registrado una queja contra Nintendo of America por haber impedido la creación de un sindicato. Según se puede leer en el documento, tanto la compañía de videojuegos como Aston Carter, una empresa que brinda servicios administrativos a la gran N, habrían realizado acciones coercitivas para tratar de paralizar la organización de una unión de trabajadores. La queja se registró el pasado 15 de abril en Redmond, Washington, donde se encuentran localizadas las oficinas centrales de Nintendo of America, y el estado actual de la denuncia es "abierto".
Amenazas, despidos y sanciones disciplinarias: Las alegaciones de este trabajador anónimo
Según las alegaciones de esta persona, que ha registrado la demanda a nivel individual, ambas compañías habrían impedido la creación de un sindicato a través de declaraciones coercitivas (que podrían implicar amenazas o promesas de beneficios, entre otras cosas), acciones coercitivas (como la vigilancia de los empleados), despidos, negativas a contratar y otro tipo de acciones como posibles represalias o sanciones disciplinarias.
Estas alegaciones son las que aparecen a nivel general e informativo en la queja, aunque no se han descrito específicamente qué tipo de actos han llevado a cabo las compañías ni se han hecho públicos los documentos que los demostrarían.
En Axios Gaming explican que el siguiente paso de esta denuncia, registrada en la Junta Nacional de Relaciones Laborales del gobierno de Estados Unidos, sería una investigación por parte de este organismo. Dicho medio se ha puesto en contacto con Harley Shaiken, profesor de la Universidad de California experto en relaciones laborales, para conocer más acerca de este caso: "Si la Junta ha registrado estas alegaciones es que son bastante serias y la posibilidad de que actúen es muy real", ha explicado. Ni Nintendo of America ni Aston Carter han respondido a las preguntas de Axios Gaming acerca de este caso.
No es la primera vez que se habla de la dificultad de establecer sindicatos en la industria del videojuego estadounidense, aunque en los últimos meses hemos visto casos de éxito como el de Raven Software, desarrolladores de Call of Duty, cuyos trabajadores consiguieron crear el primer sindicato del sector en Estados Unidos. Anteriormente personalidades como Neil Druckmann y Evan Wells, de Naughty Dog, o Strauss Zelnick, de Take-Two, manifestaron su posición contraria a las uniones de trabajadores.
