James Phinney, Joe Pikop y Mark Pottorf son tres veteranos de la industria del videojuego que han trabajado en algunos de los proyectos más grandes y trascendentes de este medio en empresas como Blizzard Entertainment, Rockstar Games y ArenaNet. Juntos han fundado Lost Lake, un estudio independiente afincado en Seattle que promete realizar proyectos multiplataforma y que ya ha recibido más de cinco millones de dólares de inversión.
En la web del estudio se definen como un estudio "fundado por desarrolladores veteranos con una pasión compartida por su oficio" con el objetivo de hacer juegos que "abran nuevos caminos y desencadenen vuestras próximas aventuras".
"El nombre Lost Lake es una promesa: descubrimiento, aventura, experiencias inolvidables".
"Creemos que cada proyecto debería ser un viaje compartido donde la imaginación y la experiencia se aúnan para crear algo mágico", concluyen. De momento, Lost Lake no ha anunciado cuál será su primer juego, ni ha dado pistas del género al que pertenecerá. Sin embargo, en una entrevista con Forbes, James Phinney apunta que no se centrarán en un tipo de juego.
"Esta es una prometa para los jugadores y también para nuestro equipo", dice refiriéndose a esos pilares de "descubrimiento, aventura y experiencias inolvidables". "Lost Lake no está ligada a una sola plataforma o género, sino a una creencia nuclear de que empoderar a individuos talentosos y promover una cultura de colaboración lleva a juegos increíbles".
Un currículum con Starcraft, Guild Wars, H1Z1, Rockstar y Valve
Phinney trabajó como diseñador y productor principal en Blizzard hasta 1999 y es responsable del diseño de Starcraft y otros roles en Diablo, Warcraft II y Lost Vikings 2. Durante siete años fue diseñador principal de Guild Wars en ArenaNet y fue director de juego en Guild Wars 2. Posteriormente pasó por Motiga (Gigantic).
Joe Pikop trabajó como artista de personajes en Rockstar New England durante más de dos años a mediados de los 2000. También pasó por ArenaNet y Motiga. Su currículum incluye juegos como Guild Wars, League of Legends y Hellgate: London. Mark Pottorf ha sido programador de gameplay para empresas como Motiga, DayBreak y Highwire Games, participando en títulos como H1Z1, Quantum Conundrum y Dark Void.
El estudio cuenta con otros tres empleados veteranos. La artista Kay Hargrove (Motiga, Valve, Warner Bros.), el ingeniero Patrick Corwin (ArenaNet, Motiga, Probably Monsters) y el diseñador Matt Tobiason (Carbine Studios, Six Foot). Lost Lake ha recibido una inversión de cinco millones de dólares, encabezada por el fondo BITKRAFT Ventures (dedicados al sector del videojuego y los esports) y otros tres fondos, con el objetivo de financiar el desarrollo, la producción y la ampliación del equipo.