El próximo 23 de septiembre podremos volver a enfrentarnos al Señor del Terror y a sus huestes infernales gracias al lanzamiento de Diablo 2: Resurrected en PC, PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch, la remasterización de uno de los juegos de rol y acción más laureados e influyentes de todos los tiempos.
Sin embargo, el regreso de esta aventura tan querida se va a producir en medio de la tormentosa polémica que rodea a Activision Blizzard y las demandas que está recibiendo por acoso sexual a sus trabajadoras y por sus políticas discriminatorias.
"Que los consumidores hagan lo que crean correcto"
La remasterización de este título ha sido responsabilidad de Vicarious Visions, un estudio con sede en Nueva York que no se ha visto implicado directamente en este escándalo, aunque sus trabajadores son muy conscientes de que toda esta polémica podría acabar por afectar a sus ventas, pues probablemente no faltarán jugadores que no quieran apoyar a Activision Blizzard comprando sus productos hasta que las cosas cambien.
Según Rob Gallerani, uno de los máximos responsables de Vicarious Visions, confía en que la gente "haga lo que considere correcto" en relación a la compra o no del título, ya que el estudio no quiere mantenerse al margen de todo lo que está sucediendo en la empresa y quieren solidarizarse con sus compañeros.
"Fue muy perturbador escuchar este tipo de cosas", dijo Gallerani. "Realmente queríamos apoyar a nuestros colegas y nuestros compañeros. Hemos escuchado muchas cosas positivas en nuestro proceso de revisión interna del estudio, pero no creo que podamos dejarlo pasar. Siempre necesitamos seguir preguntando".
No en vano, una de las cosas que han hecho con Diablo 2: Resurrected es revisar que no hubiese nada problemático o potencialmente polémico en sus contenidos, algo que no llegaron a encontrar. Además, aprovecharon para rediseñar ligeramente algunos personajes para que no estén tan sexualizados como en el original, como es el caso de la Amazona, ya que querían que todas las clases parecieran guerreros y no "gente salida de un club nocturno".