Aunque la broma recurrente con el juego que aparece en todas las plataformas se dirige a The Elder Scrolls V: Skyrim, lo cierto es que hay otro título (también de Bethesda, por cierto) que ha salido incluso en más máquinas y probablemente sea el juego con más ports con permiso de Tetris: Doom. Pero además de las decenas de versiones oficiales para consolas, ordenadores, móviles, etc., hemos visto la obra de id software funcionando en cajeros automáticos, en la barra de un MacBook Pro y hasta en un test de embarazo. Pero nunca lo habíamos visto funcionando en patatas, o al menos, gracias a la energía generada por 45 kilos de patatas.
Antes de explicar la hazaña (con su giro de guion y todo) del youtuber Equalo, una explicación breve de cómo es posible esto gracias a los compañeros de PC Gamer. El cinc y el cobre puede interactuar con las sales y los ácidos del tubérculo, de modo que se convierte en una pequeña batería química. Eso sí, muy pequeña.
Equalo se dispuso a ejecutar Doom con este método, haciendo que las patatas dotaran de la energía necesaria a una Raspberry Pi Zero: solo hacían falta entre 100 y 120 miliamperios y 5 voltios.
Para ello compró unos 45 kilogramos de patatas, las cortó en rodajas y las hirvió para aumentar su amperaje. Clavó tornillos en las rodajas y el cobre que conectaba cada patata acabaría dando la energía necesaria al aparato. Pero no era suficiente.
"Ahora odio las patatas"
El youtuber había gastado dinero en las patatas y tiempo en el proceso para realizar su vídeo viral, pero no había dado resultado. Mientras pensaba en una solución, las patatas se quedaron en su garaje. Días después, se le ocurrió sustituir la Raspberry por otro aparato que necesita menos energía: una calculadora TI-84. Las patatas, que ya se estaban pudriendo, esta vez sí que funcionaron. En el vídeo Equalo habla del efecto secundario del experimento: "Ahora odio las patatas".