Luz Sanchez, una mujer estadounidense del Norte de California, y su hijo M.S. de entre 9 y 10 años han presentado una demanda colectiva contra Nintendo por los problemas de los Joy-Con, los mandos de Nintendo Switch, explican desde Wired. Como en otras demandas en curso contra la marca japonesa, el motivo es el drift en las palancas de estos mandos, que reconocen movimiento a pesar de que no se esté tocando el stick.
La demandante explica que compró una consola Switch a su hijo en diciembre de 2018. Al mes siguiente, los mandos ya sufrían del drift ocasionalmente. "El drift de los Joy-Con llegó a ser tan pronunciado que los mandos eran inoperables para el uso general", comenta Sanchez en el escrito. Por ello compró otro par de Joy-Con oficiales por 79,99, pero siete meses después el problema apareció también en esos mandos.
Los demandantes piden cinco millones de dólares en daños a Nintendo. Sus abogados explican: "Los acusados continúan promocionando y vendiendo los Productos con el conocimiento completo del defecto y sin explicar el defecto de los Joy-Con a los consumidores en su marketing, promoción o embalaje".
Argumentan que Nintendo ha tenido un "motivo financiero para ocultar el defecto, ya que no quieren dejar de vender los Productos, y/o podría necesitar gastar una cantidad significativa de dinero para solucionar el defecto". Una organización francesa que también demandó a la compañía argumentaba que el fallo se debería a un deterioro prematuro de los circuitos electrónicos y un defecto en el hermetismo del mando, provocando que se cuele polvo y otros elementos en el interior.
Nintendo argumenta que el drift "no es un problema real"
La firma de abogados CSK&D opera desde 2019 una demanda colectiva en Estados Unidos contra Nintendo por este mismo problema. A principios de este año entró en arbitraje, intentando conseguir un acuerdo extrajudicial entre los demandantes y Nintendo. Si a finales de este año no se consigue un acuerdo el caso volverá a los tribunales.
CSK&D pidió la semana pasada a los registrados en la demanda colectiva que enviaran vídeos breves explicando sus problemas con los Joy-Con para montar un vídeo que mostrar a Nintendo porque la compañía japonesa estaría argumentando, según la firma de abogados, que el drift "no es un problema real o que no ha causado a nadie ningún inconveniente".
