Sin previo aviso, Sony anunció en la noche de este martes 7 de abril el mando de PlayStation 5: el DualSense. El nuevo pad no solo deja de lado la nomenclatura tradicional de la compañía, DualShock, sino también el diseño habitual de esos controladores. Aquí estamos ante un mando con dos colores, un tamaño mayor en apariencia y funcionalidades innovadoras. Estos cambios han encantado a un 40,1% de los lectores de Vandal, según una encuesta publicada en Twitter en la que han participado 4348 personas.
Un 73,9% de los lectores de esta publicación están contentos con el diseño del DualSense. Un 33,8% del total tiene una opinión ni demasiado positiva ni demasiado negativa: "Está bien". Sin embargo, hay un 17,1% de los jugadores a los que no les convence el mando, y un 9,1% a los que no les "gusta nada": un 26,2% de los participantes en la encuesta no están entusiasmados por el controlador de PS5.
¿Qué os parece el mando de PS5? https://t.co/ycPPAxNRyD— Vandal (@VandalOnline) April 7, 2020
Las novedades del DualSense
El DualSense no solo es un distanciamiento del DualShock 4 en el exterior, sino también en su interior. Por fuera tenemos un mando en color blanco y negro, con agarres con bordes más pronunciados, un panel táctil de mayor tamaño rodeado de una barra de luz; y un botón Create que sustituirá al Share de PS4 del que aún no se han dado detalles.
En cuanto a su interior, el cambio más importante lo tenemos en la retroalimentación háptica, que añadirá "una variedad de poderosas sensaciones que sentirás cuando juegues", según Sony, quienes dan como ejemplo las vibraciones de un coche al conducir por un terreno con barro. Los gatillos L2 y R2, que conservan su forma, serán adaptativos, es decir, su tensión será mayor o menor según las distintas acciones de un juego.
PS5 llegará a las tiendas en navidades de 2020. De momento sabemos las especificaciones técnicas de la consola y conocemos sus tecnologías vanguardistas de sonido y almacenamiento. Sin embargo, seguimos sin saber cómo será la consola, o ese menú más completo y funcional del que se habló en el pasado.