PlayStation 5 llegará a finales de 2020 con una serie de cambios notorios en su estructura interna. La nueva consola de Sony pretende revolucionar los videojuegos y la manera en la que se muestran en pantalla al jugador con una serie de herramientas y piezas de hardware ofrecerán más posibilidades a los desarrolladores. Desde una GPU con ray tracing a una CPU muy rápida -de la que ya presume el propio fabricante- a un disco duro de estado sólido, todo está preparando para sorprender. Sin embargo, y pese a que los halagos son generalizados, Danny Weinbaum, director del juego de mundo abierto Eastshade, cree que son piezas que garantizan una evolución y no la revolución que están vendiendo meses antes de su puesta a la venta.
Una evolución técnica pero no un cambio de paradigma
Weinbaum, mente detrás del videojuego de exploración en mundo abierto Eastshade -un título contemplativo que nos invita a tomar capturas y estampas pictóricas-, cree que PlayStation 5 será un gran salto adelante a nivel de hardware, indudablemente, pero no una revolución ni un gran cambio con respecto a los juegos que estamos viendo a día de hoy.
En declaraciones al medio GamingBolt, este creativo piensa que el disco duro de estado sólido o SSD será un elemento que ayudará a reducir las cargas en los mundos abiertos o juegos complejos, pero no tendrá mucho impacto en el rendimiento final de los títulos.
"Muchos juegos ya tienen todo lo que necesitan en la memoria, por lo que no afectaría mucho en este ámbito, pero será útil para los títulos de grandes mundos abiertos que requieren una constante transmisión de contenidos y assets", comentaba al citado medio. "Creo que la adición del SSD realmente no afectará mucho el rendimiento general de un título. Principalmente reducirá los tiempos de carga", puntualizaba. De hecho Sony ha explicado el funcionamiento de este disco duro en estas lindes, capaz de reducir varios minutos y segundos las cargas de videojuegos muy exigentes como Spider-Man. Weinbaum, con respecto al cerebro de la máquina, la CPU de AMD basada en Zen 2, tiene unos pensamientos muy similares.
"Se trata de una evolución, no de una revolución", especifica. Pese a que los números son impresionantes, hablamos de un chipset AMD Ryzen Zen 2 con 8 núcleos y 16 hilos, una unidad de procesado muchísimo más potente que el de PS4 o PS4 Pro, el desarrollador no cree que marque una diferencia tan grande como otros equipos y creativos se han aventurado a airear a los cuatro vientos. "Realmente no cambiará mucho", comentab Weinbaum. "Supongo que permitirá más objetos en la pantalla. Otra vez, creo que será una evolución, no una revolución", concluía.