La oficina del defensor del menor de Reino Unido, Children's Commissioner, ha distribuido un nuevo informe encargado por la responsable de la organización Anne Longfield y liderado por la experta en demografía e infancia Simone Vibert que destaca la necesidad de regular los micropagos y cajas de botín como apuestas en los videojuegos ante los peligros que pueden desatar en toda una generación de menores y jugadores en los próximos años.
El informe Gaming the system alerta de juegos como FIFA o Fortnite
El informe, que destaca la importancia de regular este tipo de contenidos para evitar adicciones o enfermedades mentales en colectivos vulnerables como los menores, señala la falta de políticas de control en videojuegos muy conocidos y jugados por todo tipo de público como FIFA, Fortnite, Minecraft, Call of Duty y Roblox. Además de puntualizar que no hay filtros que impidan jugar online a los menores a videojuegos violentos, también indica la falta de barreras o alertas relacionadas con las compras in-app o las polémicas cajas de botín.
Aunque Gaming the system explica en sus páginas los beneficios de los juegos y del propio juego online -creando habilidades sociales, estratégicas y potenciando los reflejos de los usuarios-, también aboga por un consumo responsable y un diseño honesto de cara a la inclusión de las cada vez más atractivas tiendas con objetos digitales en los títulos arriba citados. Según la oficina del defensor del menor, las compras no relacionadas con objetos cosméticos o similares, deberían estar completamente eliminadas de los videojuegos o ser accesibles únicamente para los mayores de edad. El estudio contrasta con el informe de la UK Gambling Commission, que negaba que hubiese relación entre apuestas, micropagos y adicciones.
Sin embargo, Longfield se muestra muy escéptica con esa decisión de no regular este tipo de compras como juegos de azar, y lanzan un mensaje de aviso y preocupación en términos de control, ya que estarían creando el caldo de cultivo ideal para que el público más expuesto estuviese desarrollando comportamientos obsesivos a temprana edad.
"Si tienes el skin básico de Fortnite, eres poco menos que basura", le contó un chico de 10 años a la máxima responsable del organismo británico durante el estudio.
Aquí también entra en juego el tiempo que se invierte en videojuegos online, que exigen de una mayor cantidad de horas y de dedicación. En muchos de los casos estudiados, se afirma y demuestra que hay jugadores que no calculan ni delimitan sus horas de juego, aunque tengan otras obligaciones o deban asistir a clase. "A veces no te das cuenta del tiempo que pasas jugando, pueden ser cinco o seis horas diarias", rezaba otro chico de 16 años. Children's Commissioner ha trasladado al parlamento británico todas sus preocupación y ha pedido formalmente que se regule este tipo de videojuegos y micropagos para evitar un problema mayor a largo plazo. Además, ha invitado a los desarrolladores a que sumen a la iniciativa.
"Los desarrolladores y las plataformas no deberían permitir que los niños progresen dentro de un juego gastando dinero y el gasto debería limitarse a elementos que no están vinculados al rendimiento", comentaba Anne Longfield. "Durante demasiado tiempo, los legisladores y políticos han centrado su atención en las grandes corporaciones y en las redes sociales. Este estudio muestra que para muchos niños, los videojuegos son mucho más importantes en sus vidas de lo que creemos y presentan un conjunto distinto de beneficios y riesgos", explicaba Vibert en sus conclusiones.