Con la adquisición de Fox, Disney tiene ahora el control de importantes licencias y de las 246 películas -superproducciones, independientes, deocumentales- en desarrollo actualmente. Marcas como X-Men, Los 4 Fantásticos o Deadpool encontrarán su hueco en el universo Marvel, pero otros proyectos han sido cancelados.
En Reddit podemos encontrar un gran listado de los proyectos que se mantienen -por ejemplo las secuelas de Avatar que están en postproducción, o Z de Alfonso Cuaron, un reinicio de El Zorro- así como aquellas canceladas que planeaba Fox. Una de ellas era la secuela de Assassin's Creed, la película de 2016 protagonizada por Michael Fassbender que presentaba a un nuevo héroe, Cal Lynch, con raíces en la España del siglo XV.
En marzo de 2016 CatchPlay -una de las compañías que participaron en la financiación- aseguró que New Regency buscaba convertir la película en una saga cinematográfica, con al menos dos películas más.
La segunda habría empezado a planificarse durante al producción de la primera, con posibilidades de ambientarse en la Guerra fría.
Fassbender mencionó que no estaba del todo satisfecho con la película, que debía mostrar más acción y menos diálogos.
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