Defector te convierte en una mezcla de Ethan Hunt y James Bond en realidad virtual

Asistimos a un evento de Oculus en Madrid para probar Defector, lo nuevo de los creadores de Splosion Man, un título que prentende convertir a los jugadores en superespías futuristas.
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Probablemente, la reconcepción de Goldeneye 007 que desarrolló Eurocom para Wii no pase a la historia como el shooter más innovador de la historia, pero su comienzo es arrollador: te infiltras en una base militar, acabas con todo quisqui haciendo uso del sigilo y un arsenal de gadgets, y acabas colándote en un avión en pleno vuelo que terminas manejando hacia el final de la misión.

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Mientras jugábamos a Defector no podíamos evitar recordar ese espectacular momento (que ciertamente, nueve años después no es tan impactante). La propuesta de Twisted Pixel Games, los creadores de Splosion Man y Wilson’s Heart entre otros, es un juego de realidad virtual que tiene una premisa sencilla: hacerte sentir como un agente secreto que se comporta como una mezcla de James Bond (007), Ethan Hunt (Misión Imposible) y el Vin Diesel de las últimas Fast and Furious.

El juego lo hemos probado en unas Oculus Rift S, el nuevo casco de realidad virtual de la empresa de Facebook, en un evento en Madrid al que la compañía nos ha invitado para probar este Defector y las gafas. Mientras que el reciente Oculus Quest está enfocado a usuarios a los que le gustan los videojuegos, pero no disponen de un PC de gama alta, el Rift S está diseñado para quienes gustan de jugar a los títulos de ordenador con todos los ajustes en alto. Sin entrar en pormenores, pues no es el objetivo de este texto, el dispositivo ha sustituido los sensores que se repartían por la habitación por unos incluidos en el casco; tampoco es necesario usar auriculares (aunque tienen salida de minijack) gracias a unos altavoces con sonido 3D. En definitiva, aunque siguen teniendo un cable de las gafas al ordenador, son más cómodos que los anteriores cascos para PC de la marca.

Agentes secretos en realidad virtual

La primera misión del juego, la que hemos podido probar, empieza con nuestra compañera de fatigas detectivesca presentándonos dos opciones: huir de un avión con el cuerpo de un señor con pintas de pertenecer al mundo del crimen, o huir dejando que el señor con pintas de pertenecer al mundo del crimen se estrelle en una bola de metal ardiendo. Elegimos la primera opción, y antes de que continuemos con la historia, el juego nos da una excusa argumental barata para meternos en una simulación paralela para aprender a disparar, usando como objetivo unas dianas.

Defector, shooter de espías de realidad virtual para Oculus Rift

Aquí es donde nos enseñan que podemos coger la pistola con ambas manos para apuntar de manera más precisa y colocarle gadgets como un lanzador de granadas adhesivas. Incluso si nos ponemos a experimentar, descubriremos que nos podemos agachar detrás de una mesa y disparar desde abajo o levantar la mano por encima disparando a ciegas. Cuando hemos derrotado a esas peligrosas dianas (primero estáticas, luego móviles), volvemos al mundo real.

Exploramos la zona y aprendemos que nos podemos mover con el joystick de los mandos del Oculus Rift S, pero también con nuestros propios pasos. También que hay algunos objetos interactivos en el escenario, recreado con bastante detalle y más nítido de lo que uno podía esperar de una experiencia en realidad virtual, como copas de champán y botellas que podemos tirar a los enemigos. Aquí tenemos que coger un paracaídas y colocárselo al señor con pintas de pertenecer al mundo del crimen.

Defector, shooter de espías en realidad virtual para Oculus Rift

Antes de continuar a la siguiente sala, uno de los representantes de Oculus del evento nos dice que levantemos la mano izquierda a la altura de nuestra oreja, que levantemos el dedo índice y que pulsemos el gatillo. Lo hacemos y se activa una visión térmica futurista que destaca no solo a los enemigos, sino también los objetos importantes del escenario. Con esa ventaja frente a nuestros enemigos, entramos a la habitación. Empezamos a disparar a lo loco, gastando nuestras balas sin dar apenas un tiro, pero poco a poco nos vamos acostumbrando a la configuración de botones, a agacharnos, a salir por las esquinas, a que hay que quitar el cargador de la pistola antes de meter el siguiente, e incluso acabamos aprendiendo que si cogemos el arma con la mano izquierda el juego interpreta que somos zurdos y nos pone los cargadores en el lado derecho.

Tras acabar con ellos, exploramos la habitación tras darnos de bruces con dos puertas cerradas en el pasillo siguiente. Más allá de coger maletines y otros objetos para lanzarlos, y ver los cuerpos de los enemigos muertos bailando en el suelo, no podemos hacer mucho más. Hasta que nos damos cuenta de que al lado de una de las puertas cerradas hay un indicador. Pasamos nuestro dedo (levantando el índice en el mundo real) por él, y nos sorprende un señor barbudo cogiéndonos del cuello.

Defector, shooter de espías en realidad virtual para Oculus Rift.

De pelear cuerpo a cuerpo a lanzarnos de un avión en un superdeportivo

De nuevo, el juego usa su premisa detectivesca futurista para mandarnos a un tutorial donde aprendemos a pelear cuerpo a cuerpo: nos enseñan que podemos movernos por el escenario con el stick o andando en el mundo real, que hay distintos tipos de golpes (ganchos, directos, etc.) y que cuando el oponente marca una zona de color rojo significa que nos va a golpear desde ese lado, y que cuando el color es verde, tendrá desprotegido ese lugar. Tras completar el tutorial, volvemos al presente ficcional del juego, es decir, el enfrentamiento con el barbudo, donde demostramos lo aprendido anteriormente y lo tiramos en varias ocasiones contra el váter y la mampara de la ducha cogiéndolo del cuello. Cuando le dejamos la cara lo suficientemente morada, le quitamos su tarjeta de seguridad.

Con ella, acercándola durante unos momentos a dispositivos de seguridad en puertas y otros objetos, conseguimos abrir la puerta del garaje del avión. Y aquí empieza el desmadre. Volvemos a activar nuestra visión térmica-futurista para localizar unas palancas que desactivan el bloqueo de las ruedas de los dos vehículos ficcionales que hay: un descapotable azul y un superdeportivo con pintas de ser más caro que el avión. Nos montamos en este último (pulsando un botón, no hace falta agacharse, pero sí abrir la puerta manualmente). Acercamos el dedo índice a una pantalla táctil para poner en marcha el vehículo, y empiezan a aparecer enemigos. Haciéndonos un lío, conseguimos poner el coche en la marcha adecuada (el redactor de Vandal que ha jugado esta demo no tiene carnet de conducir) y pulsamos un gatillo para acelerar, lanzándonos del avión en coche mientras atropellamos a los enemigos.

Defector, shooter de espías en realidad virtual para Oculus Rift

Mientras estamos en el aire (recordad, montados en un superdeportivo) seguimos disparando a los enemigos mientras nos lanzamos del coche a otro avión en marcha. Aquí, donde nos espera nuestra compañera, cogemos una ametralladora futurista y un objeto que restaura salud que nos pinchamos en el pecho (por supuesto, haciendo el movimiento de golpearnos el esternón). El objetivo aquí es ponernos en la puerta del avión mientras derribamos cazas con nuestra ametralladora, que podemos coger con una sola mano y usar la otra para la pistola, aunque así no podremos recargar.

En definitiva, una escena repleta de acción y adrenalina, emocionante, visualmente espectacular (aunque la realidad virtual sigue estando lejos de los títulos AAA de PC y consolas, cada vez se acerca más) y muy divertida que concluye lanzándonos desde el avión con un paracaídas que manejamos tirando de sus agarres (aunque siempre podemos soltar uno de ellos para disparar).

Decisiones que cambian las fases de las misión

Hasta aquí es donde pudimos probar nosotros, pero como os explicábamos al principio del texto, la misión comienza con una elección. Si elegíamos dejar morir al señor con pintas de pertenecer al mundo del crimen, el desarrollo de esta fase cambia, pues comenzamos tirándonos del avión con un paracaídas, pero algo sale mal y tenemos que ir escalando el fuselaje del aparato mientras este cae en picado. A partir de cierto momento, esta otra rama de la narrativa acaba juntándose con el anterior caso para acabar con un mismo resultado, pero hay partes, como la pelea cuerpo a cuerpo y el tutorial de la misma, que se pierden (aunque desde Oculus nos confirmaron que se introduce en misiones posteriores).

Defector, shooter de espías en realidad virtual para Oculus Rift

Con Defector queda claro que la realidad virtual, aunque aún carece de un ritmo de lanzamientos de juegos de alto presupuesto tan potente como el de ordenadores y consolas, cada vez va a más. Se habla menos de experiencias y más de juegos, y estos cada vez tienen una duración más cercana a las ocho horas que a la hora y media. Es el caso del título que nos ocupa, que con cinco misiones (algunas de ellas rejugables por tener elecciones), puede durar entre tres horas y media y ocho.

En resumen, quien busque un juego de acción en realidad virtual donde la jugabilidad, la espectacularidad y la fantasía de poder del jugador se ponen por delante de cualquier otro aspecto, debería echarle un vistazo a Defector, que está disponible desde el 11 de julio a un precio de 20€ en exclusiva para Oculus Rift y Oculus Rift S.

Fran G. Matas

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Portada Defector
Lanzamiento: 11/7/2019 · Género: Aventura / Realidad Virtual / Acción
Requisitos Defector

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