Sean Krankel, de Night School Studio, el equipo tras Oxenfree, ha explicado cómo la integración del juego en el catálogo del servicio de suscripción de Xbox Game Pass.
"Cuando llevamos Oxenfree al Game Pass fue muy interesante porque al principio pensamos que canibalizaría las otras ventas que podía tener el juego y lo cierto es que pasó lo contrario.
Aumentó nuestras ventas porque conseguimos llegar a mucho nuevo público", ha explicado.
"Nos encontramos con gente que probó el juego y que no lo habría hecho de ningún otro modo, que quizás no habría entendido el género... Se ha convertido en una parte superimportante de nuestro ecosistema porque ayuda a que se conozca", señala.
Gracias a la experiencia positiva, han decidido que Afterparty forme parte de Xbox Game Pass desde su lanzamiento. Creen que al generar más conversación en torno al videojuego entre los aficionados puede impulsar a jugadores de otras plataformas a comprarlo.
Y es que la idea común es que un servicio como este puede incentivar al público a probar juegos de géneros por los que no han estado muy interesados y descubrir propuestas que habrían obviado de otra manera. Esta podría ser la misma filosofía que se esconde tras la decisión de que el juego llegara también gratis por tiempo limitado a la Epic Games Store.
