En plena promoción de su nueva película Mute, estrenada en exclusiva a través de Netflix, Duncan Jones ha explicado lo convulso del rodaje del film Warcraft: El origen, la adaptación cinematográfica del archiconocido y famoso videojuego de Blizzard. Desde su estreno en 2016 la polémica rodeó a la cinta, que no funcionó del todo bien en taquilla. Aunque Jones ha reiterado sus ganas de rodar una secuela, considera que la filmación de la película fue un "auténtico campo de minas".
Los estudios, las presiones y los problemas derivados
A raíz de una interesante entrevista concedida a SyFy, Duncan Jones se ha sincerado sobre su experiencia en la filmación de Warcraft: El origen. "Warcraft se convirtió en un campo de minas político según el rodaje iba progresando", explica. "Creo que acabamos reescribiendo mucho el guion, y cuando estamos rodando y haciendo la película al mismo tiempo, es algo muy difícil y a veces descorazonador", añade.
"Me vi forzado a hacer numerosos cambios y compromisos debido a las presiones políticas y a la naturaleza del film. Así que fue una situación bastante triste. Pero bueno, así aprendí a ser más maduro y comprendí cómo debía lidiar con este tipo de situaciones que hasta la fecha no me habían ocurrido en mi vida profesional. Aunque en ese momento, lo cierto es que me sentí bastante traumatizado", comenta.
Si bien Jones no especifica qué presiones políticas recibió desde el estudio y los responsables de la producción, sí destaca el papel de Blizzard en el rodaje y del celo de la empresa a la hora de tratar con una licencia tan importante como Warcraft. "Trabajábamos con Blizzard, una empresa que era lógicamente celosa y cuidadosa con la película, porque hablábamos de uno de los videojuegos que más dinero les ha hecho ganar, más de mil millones de dólares en un año... Así que esa presión también se sumaba a un escenario muy activo y convulso durante el rodaje", concluía.
La película de Warcraft
Warcraft: El Origen cuenta en su reparto con Ben Foster (El único superviviente, X-Men: La decisión final), Travis Fimmel (Vikingos) -que reconocía desconocer de qué trataban los juegos-, Dominic Cooper, Toby Kebbell y Rob Kazinsky. Se trata de la película basada en un videojuego más taquillera de la historia, con una recaudación que superó los 377 millones de dólares, a pesar de que las críticas no acompañaron.
