Esta misma mañana, nos hacíamos eco de una serie de rumores que hablaban del posible retraso de Anthem, que pasaría de una fecha estimada a finales de año a acomodarse más próximo a la primavera de 2019. Esta noticia, unida a la incertidumbre dentro de EA y las filtraciones sobre el gris futuro de BioWare, han generado una desconfianza en los mercados que ha pasado factura a la empresa.
Un desarrollo en el que se juegan mucho
No es un desplome significativo, pero sí demuestra el estado delicado de EA como empresa.
Si bien el gigante de los videojuegos sigue siendo una de las empresas líderes del sector, el desarrollo de Anthem, un proyecto muy ambicioso que está destinado a ser el Destiny de la compañía en términos online y multijugador, se ha visto afectado por el ruido negativo de Mass Effect Andromeda y el propio Star Wars Battlefront II, que generó un circo mediático el pasado noviembre por sus políticas de monetización.
Lo que sugieren los rumores es que el ambiente en el seno de BioWare podría ser enrarecido, pues están seguros de que si Anthem no alcanza los objetivos de EA, podríamos estar ante un nuevo cierre de estudio en la compañía. Y no solo eso: se teme una opinión pública hostil tras anteriores descalabros comerciales de la empresa, como el citado Battlefront II o su más directa competencia, Destiny 2, que reconoció hace poco no haberse comunicado bien con su comunidad.