Ayer os contábamos que, a raíz del juicio en el que están envueltos Activision, Bungie y Marty O'Donnell, estamos conociendo nuevos detalles sobre el proceso de creación de Destiny, uno de los últimos grandes éxitos de la compañía.
De hecho, os contábamos también que Destiny estaba previsto para debutar el 30 septiembre de 2013, un año antes de su lanzamiento final, pero hubo que "revisar sustancialmente" la historia, y la fecha se pospuso internamente (no se llegó a anunciar) a marzo de 2014, para finalmente acabarse lanzando, como decimos, en septiembre de 2014.
Hoy sabemos que la saga iba a tener un lanzamiento bianual, y que, si Destiny hubiese salido en septiembre de 2013, Destiny 2 habría salido el 30 de septiembre de este año. Destiny 3 habría hecho lo propio el 30 de septiembre de 2017, Destiny 4 el 30 de septiembre de 2019 y, finalmente, se cerraría el proyecto con "el contenido descargable más grande hasta la fecha", el 30 de diciembre de 2020.
Este contenido descargable se llamaba "Comet 4", por lo que es posible que Destiny: El Rey de los Poseídos sea "Comet 1", y Activision planee alternar una entrega principal y un gran descargable cada año. Si los planes no han cambiado, es posible que sólo se hayan retrasado un año con respecto al calendario original. Destiny: El Rey de los Poseídos, la primera gran expansión, llega el 15 de septiembre y de hecho se venderá también en formato físico en tiendas.
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