La jugabilidad de Ryse: Son of Rome que se mostró en el E3 estaba simplificada y el juego final será mucho más retante y difícil para el usuario. Al menos, eso asegura Michael Read, productor del juego en Crytek.
"En el juego final se verán varios niveles de dificultad empezando en el fácil y creo que llegará hasta la pesadilla. No sé si se ha tomado una decisión final en esto", indica Read.
Los cambios incluirán "la cantidad de daño que hacen los enemigos y cómo de preciso hay que ser para bloquear. Y por supuesto el esfuerzo en la ejecución que hay que poner". También habrá diferentes tipos de enemigos en cuanto a su resistencia y también por la inteligencia artificial de los mismos.
Las razones por las que el juego se mostró en su versión más simplificada en el E3 fue porque muchos elementos de las mecánicas de juego todavía no estaban refinadas y hubiera resultado en "una experiencia horrible" de juego. "Todavía no se habían introducido muchos elementos de diseño y de equlibrio", señala.
Podéis ver una muestra de su jugabilidad en el pasado E3 a continuación:
