Silicon Knights es uno de los estudios más particulares de la industria, por mil y un motivos. Por una parte, sólo consiguieron lanzar ocho juegos en 20 años, en una época en la que, si nos apuráis, un estudio de podía sacar mínimo un juego al año. Eso sí, la mitad de sus juegos son memorables por una razón u otra. Blood Omen: Legacy of Kain, Eternal Darkness: Sanity’s Requiem, Metal Gear Solid: The Twin Snakes y Too Human son títulos que todos vamos a reconocer. Quizás, y sólo quizás, Siren in the Maelstrom podría haberse unido a esa lista de nombres inolvidables.
La expansión previa a la tragedia
Silicon Knights, después de un interminable desarrollo, y ser exclusivo primero de PlayStation, luego de Saturn, después de GameCube y, finalmente de Xbox 360, lanzó Too Human, un proyecto que internamente se veía como un antes y un después para el equipo, y que elevaría a los canadienses a la altura de los grandes. Nada más lejos de la realidad. Too Human fue un interesante aunque fallido inicio de una trilogía que nunca se materializaría, y Silicon Knights sabía que tenía que diversificarse para sobrevivir.
Aparte de buscar acuerdos con Konami –con quienes trabajaron en el mencionado Metal Gear Solid: The Twin Snakes– para desarrollar un nuevo Silent Hill, parece que el equipo también estudió crear nuevas licencias. Una de ellas, Siren in the Maelstrom, parecía alejarse de la mitología nórdica de Too Human en favor de leyendas griegas –si juzgamos a la sirena del título como un indicativo de esto–, aunque el maelstrom era una obvia referencia a la cultura nórdica, ya que es el nombre de un gran remolino autóctono de las aguas noruegas.
Muy poco se sabe de Siren in the Maelstrom, aunque teniendo en cuenta el historial del estudio y las ilustraciones que han sobrevivido podemos imaginar que se iba a tratar de una aventura en tercera persona de fantasía medieval para PlayStation 3 y Xbox 360. Parece ser que, de manera similar a Eternal Darkness: Sanity’s Requiem, íbamos a controlar a dos personajes. Por una parte teníamos al caballero, galopando a lomos de su caballo y combatiendo dragones con su espada y, por otra parte, tenemos a quien imaginamos era la sirena, con una jugabilidad más centrada en la exploración y el plataformeo, ya que podemos verla recorriendo varios escenarios e incluso colgando de una liana.
No sabemos cuánto consiguió progresar el desarrollo de este título, pero sabemos que habían recibido dinero del gobierno canadiense para financiarlo, por lo que imaginamos que algo progresaría. Al menos, Unseen64 ha conseguido rescatar algunas imágenes de este proyecto, del que hasta hace tan sólo unos meses sólo se conocía el nombre.
La tragedia
A poco que llevéis unos años siguiendo las noticias del mundillo, seguro que estáis al tanto de pleito legal entre Epic Games y Silicon Knights. En julio de 2007 el estudio canadiense demandó a los padres de Fortnite por no haber sido capaces de ofrecer un «motor funcional» –en referencia a su Unreal Engine 3– y sabotear licencias que habrían causado pérdidas millonarias al equipo. Un mes después, era Epic quien demandaba a Silicon Knights, afirmando que habían infringido y violado los derechos de la propiedad intelectual de Epic, incluyendo haber copiado código del Unreal Engine 3 sin permiso para integrarlo en su propio motor.
Silicon Knights no tuvo posibilidad alguna de ganar, ya que habían copiado hasta las notas de los desarrolladores de Epic, y esto hizo que el juzgado obligase al estudio a quitar de las tiendas y destruir todas las copias de juegos que llevasen parte del motor y a destruir todo el código que incluyese parte del Unreal Engine 3, lo que supuso que tuviesen que eliminar cualquier progreso que hubiesen realizado con Siren in the Maelstrom. Los canadienses no se recuperaron de este varapalo, y en 2014 se declaraban en bancarrota, cerrando las puertas de uno de los estudios más particulares de nuestra industria.
