Fear Effect es una saga que marcó a muchos jugadores en PlayStation, gracias a sus originales gráficos, intensa jugabilidad y curiosa narrativa, aderezada por ese tono adulto que le ayudó a destacar en una época en la que los videojuegos todavía se consideraban juguetes. Tras las dos primeras entregas, la serie ha intentado volver en varias ocasiones, y ahora por fin lo ha conseguido.
Esta semana se ha lanzado Fear Effect Sedna, es una reinterpretación de la saga que, en lugar de la acción, apuesta por el género de la estrategia en tiempo real. Nosotros hemos querido hablaros de una tercera parte perdida, y diferente de la otra tercera entrega cuya historia ya os contamos. Tras el fracaso por materializar Fear Effect 3: Inferno en PlayStation 2, ahora la saga buscaba otra oportunidad en PlayStation 3 y Xbox 360.
Nos vamos a mayo o junio de 2006. Un pequeño grupo de desarrolladores de Climax se ponen a trabajar en este proyecto, que contaba con Scott J. Compton (diseñador jefe de las dos primeras entregas, incluyendo la creación de niveles, combate, puzles…) y Peter Bartholow, otro de los responsables de la saga. Ésta de la que os hablamos es sólo una de las propuestas que ambos hicieron para revivir Fear Effect, pero no es la única.
Bautizada como Fear Effect 3: Afterlife, esta tercera entrega quería ser un punto de reentrada a la saga. La historia nos permitiría disfrutar el juego sin haber terminado los anteriores, pero, obviamente, el estar familiarizado con la saga nos ayudaría a entender algunas de las situaciones y nos daría mayor conocimiento sobre el trasfondo de las relaciones entre personajes.
En esta ocasión, Jin, la señora del inframundo chino, había capturado a los cuatro mercenarios y los había puesto al servicio de su propio infierno. Esto hizo que nuestros héroes, Hana, Rain, Deke y Glas se pusieran manos a la obra para arrebatarle tamaño poder a Jin y escapar del infierno, pero su ataque desequilibró el círculo de las almas y devolvió a la Tierra a diferentes monstruos y demonios, causando además una guerra en el afterlife, el más allá que da nombre al juego.
Además de los veteranos, se sumaba un nuevo personaje que, seguramente, habría causado bastante polémica. Ahmed Sadir iba a ser terrorista suicida que quería sacrificarse y vivir una vida más allá de la muerte en paz, con su harén y sus vírgenes. Sadir se habría visto envuelto en una situación que lo llevó a dar su vida para salvar Jake, el hermano de Glas, y esto lo arrastraría a la batalla infernal en la que luchaban los otros personajes.
Cada personaje contaría con una serie de habilidades únicas, que incluso cambiarían tramos del juego como explicaremos más adelante. Sadir iba a poder usar explosivos y colocar trampas. Hana podría ver lo invisible y "revelar la naturaleza real de las cosas", incluyendo divisar enemigos invisibles y espíritus y objetos ocultos en el inframundo.
Rain tendría la habilidad de absorber las almas de los enemigos, y podría obtener poderes y transformar su cuerpo en energía para atravesar obstáculos y enemigos. Deke podría convertirse en demonio, desarrollando alas, garras y cuernos que podría usar para el combate o para desplazarse, además de poder usar armas terrenales. Glas, por último, podría crear y mejorar las armas.
En lo gráfico, el juego pasaría a ser totalmente en tres dimensiones, permitiéndonos tener interacciones dinámicas y basadas en la física con los escenarios. También habría un cambio notable en la cámara, que pasaría a estar sobre el hombro del personaje, a lo Resident Evil 4, aunque también habría cámaras fijas clásicas. No queda claro si éstas se alternarían o si nos permitirían jugar eligiendo entre ellas.
En diferentes tramos de la aventura también contaríamos con un compañero a nuestro lado controlado por la inteligencia artificial. En estas secuencias tendríamos que alternar el control entre ambos para resolver puzles o para superar una batalla. También sabemos que había fases de conducción y que podríamos darle órdenes a nuestro compañero, y que uno de los ejemplos que dan los desarrolladores es que mientras nosotros conducíamos podíamos pedirle a la inteligencia artificial que disparase desde la torreta del vehículo, por ejemplo.
El desarrollo del juego se dividiría en capítulos, donde controlaríamos a los personajes en un orden determinado. En estos capítulos, cada personaje tendría sus secuencias, además de otras en las que podríamos elegir con quién queríamos jugar, y donde la trama y la jugabilidad se adaptaría a las características únicas de cada personaje. Así, podríamos ir realizando pequeños cambios en la historia y definiendo la relación entre los personajes. Como curiosidad, se habían planeado QTE "a lo God of War" para los momentos de acción más espectacular.
El desarrollo de Fear Effect 3: Afterlife probablemente no avanzó mucho; de hecho, quienes "desenterraron" este proyecto no fueron capaces de recuperar ningún material gráfico del juego. Fear Effect es una saga cuando menos original, y quizás es el momento de verla volver como se merece. Con Fear Effect Sedna y Fear Effect: Reinvented, quizás quede esperanza.
