Dado que el trabajo de encontrar a la nueva estrella mundial no es fácil mientras dirigimos un club, los ojeadores son fundamentales para que analicen el rendimiento de centenares de jugadores por todo el mundo. Deberemos contratar (siempre dentro de nuestras posibilidades) a los mejores, algo que garantizará buenos resultados. El siguiente paso es marcarles lo más claramente posible el tipo de jugadores que estamos buscando, indicando parámetros como edad, posición, nacionalidad o situación de su contrato. Gracias a esta información, el ojeador podrá entregarnos mejores informes, aunque siempre existe la posibilidad de permitirles que nos sorprendan con alguna nueva estrella.
Con los ojeadores recorriendo el mundo en busca de talentos, recibiremos informes periódicos con las características de los nuevos talentos.
Como siempre, no todo lo que se compra acabará siendo una estrella, por lo que debemos valorar muy bien si ese hipotético nuevo jugador puede suplir a algunos de los que ya tenemos en nómina, y así hacer dinero con su traspaso sin que la plantilla lo note.
Sin embargo, lo más habitual es que tanto los ojeadores como los jugadores jóvenes necesiten un tiempo, a veces de varias temporadas, para obtener los resultados esperados. Es por ello que los ojeadores, más que una solución, deben ser una obligación que no debemos descuidar para asegurar el futuro del club y poder conseguir fichajes económicos que se revaloricen gracias a nuestra formación.