El primer Halo Wars fue uno de los pocos ejemplos que nos ha dejado la industria a lo largo de la historia de que es perfectamente posible realizar un juego de estrategia en tiempo real en consolas y que se adapte bien a un mando. Si bien el género se encuentra en horas bajas de popularidad incluso en PC, su plataforma natural, Microsoft ha decidido que es un buen momento para recuperar este spin-off y ofrecernos una secuela con la que calmar nuestras ganas tanto de algo ambientado en el universo de Halo como de estrategia de calidad.
Para llevar esto a cabo, la compañía ha tenido la acertada idea de encargarle el proyecto a The Creative Assembly, probablemente el estudio más en forma del panorama actual en lo que respecta a desarrollar títulos del género, tal y como demuestran constantemente con su saga Total War.
Hemos tenido que esperar casi un año desde su anuncio (se produjo durante la Gamescom 2015) para poder probarlo por primera vez, pero gracias a la beta abierta multijugador que se está celebrando esta semana en Xbox One ya hemos podido disputar nuestras primeras batallas online, lo que nos ha permitido hacernos una buena idea de lo que nos ofrecerá a nivel jugable.
En esta versión de prueba solo tenemos disponible en Modo Dominio, donde dos equipos de dos jugadores deben enfrentarse para controlar todos los puntos posibles que hay repartidos por el mapa.
Mientras más bases mantengamos conquistadas, más rápido bajaremos la barra de energía de nuestros rivales, por lo que al final la victoria será del equipo que consiga dejar a cero a su enemigo.
Como en todo buen juego de estrategia que se precie de serlo, lo primero por lo que tendremos que preocuparnos será por asegurar una buena economía que nos permita desarrollar nuestra base y edificios y así crear un buen ejército capaz de hacerle frente a cualquier adversidad.
Todo lo relacionado con la gestión de nuestra base se resuelve de una manera muy sencilla, ya que el espacio sobre el que podemos construir está limitado por unas casillas. En cada una de ellas, si tenemos los recursos necesarios y el nivel tecnológico requerido, podremos edificar lo que queramos, como generadores de energía o barracones para tener una capacidad máxima mayor.
Aunque al principio solo tendremos nuestra base principal, si jugamos bien nuestras cartas nos podremos extender por otras plataformas que hay repartidas por el mapa para construir sobre ellas (bastará con que acerquemos una unidad a una que esté vacía para que nos dejen edificar sobre ella), pudiendo así acelerar nuestra producción y crear más tipos de edificios.
Como decimos, todo esto se realiza automáticamente una vez demos la orden, por lo que aquí no existen unidades centradas en las tareas de desarrollo y todas ellas están orientadas al combate o la exploración. Con los recursos ocurre algo similar, ya que hay poca variedad de ellos y estos se consiguen o bien con ciertos tipos de edificios o conquistando unas estructuras determinadas que nos irán reportando beneficios de forma periódica.
De este modo, se favorecen partidas muy rápidas y ágiles centradas principalmente en el combate y en saber desarrollar bien nuestra estrategia por el mapa para conquistar los puntos de interés que queramos a la vez que defendemos lo que ya tenemos, aunque sin dejar de lado la importancia de saber qué construir y cuándo.
Tal y como suele ser habitual en el género, contamos con un buen número de unidades distintas repartidas en tres grupos principales: infantería, vehículos y unidades aéreas. Cada tipo es débil frente a uno de ellos y fuerte contra el otro, como si del clásico juego del "piedra, papel, tijeras" se tratara, por lo que la infantería es débil contra vehículos pero fuerte contra unidades aéreas y los vehículos son débiles frente a las unidades aéreas pero fuertes contra la infantería.
Evidentemente, aquí existen ciertas excepciones y si desarrollamos habilidades concretas y las combinamos con las capacidades de un tipo de unidad determinada, esta podría saltarse esta regla y derrotar fácilmente a alguien contra quien teóricamente es débil, por lo que se trata de un título que promete muchas posibilidades estratégicas con la que tenernos entretenidos experimentando y aprendiendo a adaptarnos a cada tipo de situación.
Para darle todavía algo más de profundidad al conjunto, la elección de nuestro comandante será clave en el desarrollo de las partidas, ya que estos pueden ir subiendo de nivel y aprendiendo utilísimas habilidades que pueden salvarnos la vida y darnos una partida si sabemos cómo utilizarlas.
Además, cuentan con sus propias características que definirán nuestro estilo de juego, dándonos una serie de herramientas y unidades u otras. En esta beta solo hemos podido probar dos de ellos, pero ya hemos podido apreciar fuertes diferencias entre ambos, manteniendo uno un estilo más o menos equilibrado frente a otro centrado en las estrategias puramente defensivas, facilitándonos muchísimo la defensa de las bases ya conquistadas.
En lo que respecta a los controles, decir que si bien no llegan a ser tan precisos como el clásico combo de ratón y teclado, estos funcionan bastante bien, aunque requieren de un periodo de aprendizaje para hacernos a los diferentes atajos y así desenvolvernos con cierta soltura (especialmente para gestionar la base a la vez que combatimos sin perder demasiado tiempo yendo de un lado a otro del mapa), aunque empezar a construir y a dar órdenes a nuestras unidades es algo que resulta sorprendentemente intuitivo desde el primer momento.
El juego se encuentra en un estado de desarrollo relativamente temprano y hablar ahora mismo de gráficos se nos antoja un tanto irrelevante, especialmente por los gravísimos problemas de rendimiento que sufre cuando las unidades de ambos bandos entran en conflicto, por los constantes bugs con los que hemos tenido que lidiar y por la simpleza que presenta su apartado visual en general (aunque los modelados de las unidades nos han gustado bastante y la cantidad de elementos que llega a haber en pantalla de forma simultánea es digno de mención). Del sonido tampoco hay mucho que decir, ya que no hemos podido escuchar nada de su banda sonora, aunque los efectos nos han parecido muy variados y de calidad.
Todavía nos queda muchísimo por ver de Halo Wars 2, pero este pequeño adelanto nos ha servido para comprobar que el título cuenta ya con una base muy sólida y prometedora que a poco que se termine de pulir y expandir puede dar como resultado uno de los títulos más apetecibles del catálogo de Xbox One y Windows 10.
Hemos jugado a Halo Wars 2 descargándonos su beta pública para Xbox One.