Cuando en el Tokyo Game Show de 2010 nos enteramos de que Yukio Futatsugi, el director de los míticos Panzer Dragoon y Panzer Dragoon Saga, estaba preparando su nuevo proyecto, titulado Crimson Dragon, los fan de la serie nos llevamos una enorme alegría. La última vez que habíamos disfrutado de una entrega de esta saga fue en 2003 con Panzer Dragoon Orta para Xbox, un juego excelente y de los más recordados de aquella consola, que para nuestra desgracia para los jugadores europeos, pese a haberlo conservado como oro en paño, no se podía jugar entero en Xbox 360, ya que se quedaba colgado en la cuarta fase.
Por tanto nos alegramos al conocer la noticia de un nuevo juego de Yukio Futatsugi para Xbox 360, que también iba a ser de acción y protagonizado por dragones, algo que todos tomamos como un sucesor espiritual de Panzer Dragoon, pese a no ser un producto desarrollado por Sega.
La alegría se tornó en sorpresa y decepción cuando supimos que se iba a tratar de un juego exclusivo para Kinect, por lo que en lugar de un mando tradicional, tendríamos que mover las manos para controlar al dragón, algo que no sonaba demasiado mal, pero muy lejos de la experiencia de disfrutar de un buen Panzer Dragoon con mando.
Previsto para finales del pasado año, después para principios de este, llevábamos demasiado tiempo sin saber nada del juego, cuando se suponía que tenía que estar prácticamente terminado. El misterio se desveló en este E3, Crimson Dragon es ahora un juego para Xbox One, y lo que alegrará a muchos, ya no se juega solo con Kinect, y podremos disfrutarlo con un mando. Una buena y mala noticia a la vez para un usuario de Xbox 360, que no podrá jugarlo en su consola, pero al menos sí podrá hacerlo con un mando, si adquiere en un futuro la nueva consola de Microsoft.
Hemos podido probar una breve demo que ha servido para dejarnos muy claro qué ofrece lo nuevo de Yukio Futatsugi, y es sin duda lo que todos esperábamos, una secuela espiritual de Panzer Dragoon. Con el stick izquierdo movemos al dragón, con el derecho la retícula de apuntado, y basta con pasar por encima de los enemigos para hacer lock-on, marcarlos, y pulsar el gatillo derecho para disparar, con un máximo de cinco blancos a la vez. En esta demo además de este tipo de disparo, cuyos proyectiles impactan automáticamente en los enemigos una vez los hemos marcado, también teníamos un láser, que era con apuntado manual, saliendo proyectado al lugar en el que estemos apuntando en ese momento, pudiendo cambiar entre un tipo de disparo y otro pulsando un botón.
Aunque controlamos al dragón hacia los lados y arriba y abajo, el movimiento de avance es automático, sobre raíles, al igual que la cámara, cuya perspectiva en ningún momento podemos cambiar. Este aspecto deja en evidencia su origen, el de ser un juego para Kinect, ya que lo que íbamos a hacer inicialmente con las manos, ahora lo realizamos con los sticks del mando. Tanto por estos detalles del control, de la perspectiva, unido a la baja dificultad, parece claro que no han tocado apenas el proyecto original, que podía estar bien para jugar con Kinect, pero no tanto con un mando, y da una sensación de un tanto básico y limitado, demasiado sencillo.
Esperamos que este agrio sabor de boca se deba a la demo escogida para el E3, y que más adelante la aventura se vuelva más frenética y endiablada, con más posibilidades jugables, o si no los fans de Panzer Dragoon, veteranos jugones muy exigentes, se van a sentir decepcionados. De hecho tampoco el control nos ha parecido demasiado pulido y ágil, y no tuvimos problemas porque la fase era muy fácil, pero no apuntábamos todo lo bien que nos hubiera gustado. Por un mensaje al final de la demo, también sabemos que tendrá funciones con Kinect y modos multijugador, aunque no tenemos ni idea de en qué consistirán, si serán competitivos, cooperativos, o ambos.
El apartado gráfico no lucía nada mal, el original de X360 ya parecía un juego muy bonito, y aquí lo que han hecho es aumentar un montón la resolución, hasta 1080p, así como la calidad de las texturas, que lo único que han hecho es meterlas a mayor resolución, pero no se han creado de nuevo con más detalle. Da la sensación de ser un port HD ultravitaminado, que se ve bastante bien gracias a su colorido, y que se mueve muy fluido, pero que ni mucho menos aprovecha las posibilidades de Xbox One. De la banda sonora no podemos decir mucho, ni por la brevedad de la demo, ni por el ruido con el que jugamos en mitad de una feria, y pese a contar con unos cascos, no nos llamó la atención la música, otro aspecto importante en los antiguos Panzer Dragoon.
EL retorno de los dragones
Nos ha dejado un tanto fríos lo nuevo de Yukio Futatsugi, el padre de Panzer Dragoon. Por un lado celebramos que haya dejado de lado el control exclusivo con Kinect y haya vuelto a un control más tradicional como el mando, pero por otra parte se nota mucho su origen "kinectiano", que era un juego diseñado desde cero para este periférico, y nos ha parecido un tanto limitado y sencillo jugablemente. Ojalá estas sensaciones se deban a una demo mal escogida, y que el producto final sea mucho mejor. Todos los fans de Panzer Dragoon llevábamos años deseando disfrutar de una nueva entrega, y lo más parecido que de momento vamos a tener es este Crimson Dragon, que esperamos nos sorprenda positivamente en un próximo contacto.