Para muchos fue una sorpresa el anuncio del lanzamiento de este nuevo Prince of Persia, no tanto por su momento (coincidiendo con el estreno de la película que se basa en el título de Ubisoft) sino por el hecho de haber abandonado la estela del último juego de la serie (en el que nos acompaña Erika) y el haber regresado a la saga de las Arenas del Tiempo, que salió la pasada generación. Si hace unos días os hablábamos del regreso de Prince of Persia para los sistemas de nueva generación, ahora toca centrarnos en la versión de Wii, desarrollada por un equipo totalmente distinto al de las otras entregas y con un planteamiento muy diferente, no sólo por su apartado técnico, sino también por la jugabilidad que plantea.
El argumento del juego parece distinto al que podremos ver en las otras entregas. Decimos parece porque, en la versión a la que tuvimos acceso, sólo se nos permitía jugar en niveles concretos del juego, no pudiendo jugar de forma lineal ni, por tanto, enterarnos bien de todo el argumento del juego. Lo que sí sabemos es que el príncipe de alguna forma dio con una genio que le concedió lo que más deseaba: tener su propio reino y una princesa a la que conquistar. Aunque todo parecía irle sobre ruedas, nuestro protagonista pronto descubrirá que su recién adquirido reino está cubierto por un oscuro mal, por lo que deberá liberarlo para así, de paso, rescatar a su princesa. Durante el juego iremos acompañados por la genio, quien nos irá narrando cosas acerca de lo que vemos y dándonos conversación, aunque su presencia, al menos por lo que vimos, no será demasiado intrusiva (y desde luego no nos dirá lo que debemos hacer para avanzar).
Crea tu propio camino
Pero si la historia es ligeramente diferente, más cambios todavía nos encontraremos en el sistema de juego. Aunque a priori el juego se mantiene fiel a la saga, con sus saltos, sus acrobacias y sus combates, pronto descubriremos que en la parte de plataformas se le ha dotado de mucha más profundidad gracias al uso de las posibilidades del mando de Wii. Según avancemos por el juego, iremos encontrando unas estancias mágicas donde una estatua nos dará un poder, coleccionando varios a lo largo del juego. El primero de ellos será la posibilidad de activar ciertos agarres, usando para ello el puntero de la consola. Cuando lo hagamos, no sólo activaremos el agarre que hemos seleccionado, sino todos los del mismo color que estén en la misma estancia, lo que será muy útil para superar los obstáculos a los que nos enfrentaremos. Otro poder que conseguiremos será el poder activar bloques que causen un pequeño tornado en el suelo lo que nos impulsará hacia arriba (y posteriomente podremos hacerlo en cualquier suelo que deseemos).
Más interesante será la habilidad de crear agarres en prácticamente cualquier pared que deseemos, aunque deberemos tener en cuenta que sólo podremos crear una cada vez. Es decir, si creamos un enganche y saltamos hasta él, no podremos crear otro hasta que lo abandonemos y se destruya. Por último, al menos en la versión a la que tuvimos acceso (y siempre relacionados con la parte de plataformas) está la posibilidad de encerrarnos en una burbuja, lo que nos permitirá quedarnos suspendidos en el aire durante unos segundos para así alcanzar otro saliente.
Esto, que a priori puede dar la sensación de que hará el juego más fácil pues siempre podremos "salvarnos", es un arma de doble filo. Por una parte, es cierto que nos salvará de más de una muerte segura (aunque deberemos tener unos buenos reflejos, pues si caemos durante varios segundos, moriremos automáticamente, aunque no hayamos llegado al suelo), pero tendremos que tener en cuenta que no podremos usarlo indefinidamente. Por ejemplo, si hemos creado una burbuja y saltamos de ella, no podremos volver a crear otra hasta que nos hayamos enganchado de algo o hayamos tocado suelo, por ejemplo. La creación de burbujas es especialmente útil en combinación con la habilidad de crear enganches en cualquier sitio.
Todas estas habilidades hacen que el juego sea realmente interesante, pues aunque a priori se pueda pensar que hacen el juego más fácil, lo cierto es que lo que consiguen es que los retos que propone el juego sean mucho más complejos que en anteriores entregas, lo que aumenta bastante la dificultad. El otro punto positivo es que a la hora de enfrentarnos a muchos de los desafíos con los que nos encontramos, tendremos más libertad para avanzar, pues en función de cómo usemos los elementos que creemos, superaremos la prueba de una forma u otra.
Un detalle que nos ha gustado es que dificultad de las partes de plataformas es bastante más elevada que en las entregas anteriores, pues a menudo entremezclan las plataformas con pequeños puzles (muy bien integrados, por cierto), cuando no simplemente nos ofrecen caminos no tan obvios como en los otros títulos. En este sentido, nos ha gustado que a menudo nos encontraremos con varios caminos alternativos, que aunque nos acaben llevando al mismo sitio tras unos pocos saltos, sirve para no tener la sensación de que sólo tenemos un camino por el que avanzar.
Todo un reto
Aunque el juego ha aumentado en general la dificultad de sus plataformas, para los menos expertos hemos de decir que contaremos con, en determinados momentos, pistas que nos ayudarán a superar los desafíos, y que aun no nos desvelarán que hacer, sí nos pondrán sobre la pista. Por supuesto, estas pequeñas ayudas serán opcionales, y nada nos obligará a activarlas. Otra pequeña ayuda, esta sí integrada en el juego, será el hecho de que cuando estemos en un lugar y tengamos un elemento al que podamos saltar, el príncipe emitirá un pequeño haz de luz que llevará hasta el siguiente elemento. Al principio esto nos resultó bastante poco útil, pero pronto descubrimos que ayudara muchísimo en ciertos saltos complicados en los que la cámara o la diferencia de alturas no hacen nada intuitivo el salto. De esta forma se evita el problema que nos encontrábamos en los otros juegos de creer estar saltando en una dirección y encontrarnos cayendo al vacio.
Pero no todo será saltar y solucionar algún que otro puzle, sino que tendremos que enfrentarnos a enemigos. Estos combates no serán excesivamente numerosos ni muy largos en el tiempo, consiguiendo lo que creemos que es un buen equilibrio. A la hora de enfrentarnos a estos enemigos, normalmente nos encontraremos con cuatro o cinco enemigos como mucho, haciendo que los combates sean ágiles, aunque nos pondrá en más de un aprieto, pues no todo será atacar sin parar. A la hora de enfrentarnos a ellos agitaremos el mando para dar espadazos, pudiendo saltar sobre ellos para efectuar un ataque más fuerte.
El sistema de combate está bien, y ofrece cierta estrategia, que hace que no sirva pegar sin más, lo que unido a su dosificación, hacen que creamos que hayan acertado con este apartado. Según avancemos en el juego, lograremos ciertos poderes que podremos usar en los combates, como petrificar momentáneamente a nuestros enemigos o crear un torbellino que les lance por los aires. Pero no sólo nos enfrentaremos a enemigos normales (con bastante variedad, por cierto) sino que también nos encontraremos con enormes jefes finales que nos pondrán las cosas difíciles.
En el apartado técnico, el juego cumple con creces y ofrece unos momentos realmente espectaculares, aunque no está exento de pegas. El primer punto negativo que llama la atención son las animaciones, que nos parecen bastante malas en ocasiones, sobre todo teniendo en cuenta la gran calidad que ha mostrado Ubisoft en este apartado en los otros juegos de la entrega. Es cierto que son sólo algunas concretas y que la mayoría se ven bien, pero es que algunas, como las de agarrarnos a algo o caminar sobre una madera, desentonan bastante, sobre todo por la velocidad escogida, que hacen que se vean aceleradas.
El otro gran problema del juego es la cámara, que en muchas ocasiones se coloca en posiciones que resultan bastante incómodas. Es cierto que la mayoría de las veces(no siempre) podremos modificarla con el botón C y moviendo el puntero, pero es algo molesto. También está la pega de que en ocasiones, aunque cambiemos la cámara, esta volverá a la posición inicial, dejándonos otra vez igual. Afortunadamente estas ocasiones son las menos, y en general te acabas acostumbrando a la cámara, pero aun así es algo que debería pulirse.
En el resto del apartado, nos encontramos con unos gráficos bastante buenos, aunque tampoco sorprendan en exceso. El príncipe se mueve por unos escenarios bastante grandes y sólidos, aunque quizás no haya tantos detalles como en la trilogía de las Arenas. A cambio, nos encontramos con algunos efectos gráficos muy bonitos y que le dan n toque bastante interesante. Por otra parte, las texturas del juego en general lucen bastante bien, aunque de vez en cuando nos encontremos con alguna que no alcanza el nivel esperado. En general el apartado técnico es bastante sólido y el juego tiene una buna dirección artística. Por último, mencionar que la versión a la que tuvimos acceso se encuentra ya doblada al castellano, lo cual es una gran noticia, aunque la voz del príncipe no nos gustó demasiado.
El príncipe regresa cargado de novedades
La verdad es que este Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas para Wii nos ha sorprendido gratamente. En un principio nos temíamos que se convirtiese en una versión menor, en comparación con las de nueva generación, pero creemos que Ubisoft está logrando un juego muy interesante. Es cierto que gráficamente no luce tan bien como en su versión mayor, pero las posibilidades jugables que encontramos en el juego gracias al uso del mando de Wii nos parecen realmente interesantes.
Sin duda las nuevas habilidades presentes en el juego (y que no están en las versiones de nueva generación) ofrecen enormes posibilidades que creemos que eran lo que la serie necesitaba. Eso unido a la mayor dificultad y a la menor linealidad, hacen que todos los aficionados de la saga se sientan satisfechos. Sin duda estamos esperando poder jugar a la versión final de principio a fin y no a una serie de fases sacadas de contexto para poder disfrutar del juego en su totalidad y ver que es lo que nos ofrece el regreso del príncipe.