La nueva generación ha dado comienzo y los jugadores están ansiosos de nuevos juegos que justifiquen dar el salto —o que lo reafirmen—, pero la situación crítica por la que pasamos ha hecho que muchos de ellos se retrasen. Además está la falta de stock de consolas, que junto a la siempre necesaria etapa en lanzamientos intergeneracionales están creando una sensación de falso cambio generacional. Entre todo ese caos resultan cruciales títulos como este Kena: Bridge of Spirits, que llamó la atención hace meses cuando fue presentado en el evento Future of Gaming de PlayStation, siendo de hecho uno de los más destacados y prometedores de cuantos se presentaron, algo que confirman sus novedades.
La compañía californiana Ember Lab es la encargada de darle vida, un estudio de apenas 15 personas que ha trabajado previamente en proyectos de animación 3D como el cortometraje Majora’s Mask - Terrible Fate (2016) —que le ha ganado no pocas comparativas con la saga The Legend of Zelda— o Dust, otro corto animado que ha servido para ayudarles a dar este salto.
Y es que la historia tiene un alto compontente cinemático narrado mediante este estilo de animación, por lo que podemos esperar una historia elaborada inspirada por las películas de Disney y Pixar —no existe ninguna captura de movimientos, todo está animado a mano—, para lo que colaboran con Sparx Animation Studios.
Un viaje espiritual
Kena: Bridge of Spirits nos pone en la piel de Kena, una joven guía espiritual que viaja a través de un poblado abandonado en busca del santuario sagrado en la montaña. Ella luchará por descubrir los secretos de esta comunidad olvidada escondida en un bosque cubierto de maleza donde los espíritus errantes están atrapados. Las máscaras de madera jugarán un papel importante en la trama y hemos visto algunos personajes que nos ayudarán en la aventura, como el anciano que hace de narrador o Beni y Saiya, dos niños de pelo verde que utilizan sus tirachinas. La ambientación del juego está marcada de manera notable por la cultura del sudeste asiático, especialmente la de países como Japón o Bali, cuya relación es mucho más fuerte debido a los elementos que han representado.
Una de sus características principales está en las pequeñas criaturas conocidas como Rot, que nos acompañan en nuestro viaje a medida que las encontramos. Estos seres —inspirados en el videojuego A Boy and His Blob— nos ayudarán a resolver los puzles, a transportar objetos y también a luchar en el combate, ya que se pueden transformar para realizar distintos ataques. Los Rot pueden formar enjambres, crear proyectiles penetrantes e incluso crear una nube que cambia de forma para golpear a los enemigos. Habrá cien en toda la aventura, cada uno con sus mejoras adicionales y sus opciones de personalización, y en la versión de PS5 podremos ver a todos de manera simultánea en pantalla.
La exploración será otro de los elementos fuertes del juego, pues al apartado visual preciosista de los entornos se suman también las necesarias secciones de plataformas. En algunos de los momentos vistos en los tráileres se puede apreciar ya la verticalidad de los escenarios, e incluso en uno de los fragmentos hemos podido ver el uso del doble salto. Nadar por el agua será otra de las posibilidades al avanzar en la exploración, por lo que podemos esperar amplias zonas abiertas interconectadas de esta manera. En el transcurso encontraremos zonas infectadas que debemos limpiar destruyendo las raíces oscuras.
El combate de Kena muestra algunas de las mecánicas más interesantes, de hecho es una de las partes en las que más recuerda a juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Horizon: Zero Dawn. El arma principal que llevaremos será un bastón que tiene múltiples usos, pero junto a los Rot lo podremos convertir en un arco mágico —que aprovechará el control háptico del DualSense para regular la tensión— cuyas flechas se recargan con el tiempo. En el gameplay se puede apreciar también la posibilidad de rodar para evadir los ataques enemigos, así como el bloqueo con una de las ondas expansivas de la vara. Los jefes representan el espíritu corrupto de algún personaje clave del juego, están basados en animales como el zorro o el buey y diseñados en base al trasfondo de cada uno.
En la banda sonora encontramos también una de las mayores conexiones con la cultura del sudeste asiático, el compositor Jason Gallaty viajó hasta Bali para colaborar con el colectivo musical Gamelan Çudamani, añadiendo ideas de Dewa Putu Berata a las composiciones. La cantante Emiko Saraswati Susilo es además la voz de Kena en el juego, por lo que todas sus creencias se han respetado, no solo para que la música sea auténtica sino para que la cultura balinesa esté bien representada. En el arte por supuesto encontraremos también múltiples elementos tribales y místicos que guardan una importante relación con los símbolos, las creencias y los templos sagrados de estas regiones.
Al calendario en agosto
Apenas faltan cuatro meses para que Kena: Bridge of Spirits llegue a las tiendas digitales, será lanzado para PS4, PS5 y PC a través de Epic Store el 24 de agosto. Ember Lab planea hacer un lanzamiento físico más adelante, puesto que no dejan de ser un equipo pequeño, y a pesar de su acuerdo con Sony Interactive para poder terminar el juego parece que la exclusividad en consolas será temporal. El título tendrá una duración de unas 8 horas, algo que en parte se agradece ante la creciente moda de hacerlos cada vez más largos —aunque tampoco descartan añadir DLC— motivo por el que costará 39,99 en su versión estándar. Desde luego sabiendo lo que sabemos, si buscáis una aventura colorista de acción con exploración, plataformas, puzles y un combate interesante, Kena: Bridge of Spirits se presenta como uno de los favoritos del año.