Exoprimal es, sin ninguna duda, el hero shooter más loco al que hemos jugado. Cuando todo el mundo pensaba que el género ya no podía dar más de sí, con un Overwatch 2 que está pasando más desapercibido de lo que le gustaría a Activision Blizzard tras un lanzamiento que saturó los servidores, Capcom se prepara para lanzar este verano un multijugador que sigue bastante a pies juntillas los esquemas habituales del género, pero añadiendo cantidades ingentes de dinosaurios a los que hay que hacer frente. Exoprimal no sorprende por su novedosa jugabilidad o por sus apartados técnicos, sino porque nos pone armados hasta los dientes contra toneladas de velocirraptores (muy al estilo de Left 4 Dead) en una carrera a contrarreloj que hará que nos enfrentemos también a jugadores reales una vez cumplamos los objetivos que marca el título.
Capcom apuesta por un hero shooter que es una especie de cóctel entre Overwatch, Anthem y Left 4 Dead
Bajo una premisa sumamente extraña, Capcom nos mete en la piel de un soldado de élite que puede controlar diferentes tipos de armadura con habilidades específicas dividas en tres clases (de momento): asalto, tanque y apoyo. Cada uno de esos grupos ofrece a su vez varias armaduras que podemos equiparnos dependiendo del estilo de juego que queramos. Por ejemplo, en asalto podemos elegir entre un combate a corta, media o larga distancia, pero en cualquier caso debemos ser los que más daño provoquen. Con tanque, podemos elegir qué tipo de bloqueos queremos usar contra los rivales, y por último, con apoyo, podemos variar en cómo nos movemos en el terreno de juego ayudando a nuestros compañeros. A priori, Exoprimal tiene unas bases que podríamos decir que son el ABC de cualquier hero shooter, pero intenta aportar su sello con dos características clave: los dinosaurios y las partidas rotativas. Vamos a entrar más en detalle primero con este último punto.
Para poder ahondar un poco mejor en ese concepto de partida cambiante cada vez que entramos en un matchmaking, tendremos que remontarnos a 2019, cuando BioWare lanzó Anthem al mercado. Ese juego de acción en tercera persona, también cooperativo, era uno de los más esperados del momento gracias a esa calidad gráfica que desprendía en sus avances y en la increíble aventura de acción que prometían sus armaduras, con vuelos al estilo Iron Man acabando con todo tipo de criaturas con poderes y armas especiales. Pero con el paso del tiempo, los usuarios no tardaron en percatarse de que Anthem lo que ofrecía era un bucle constante. Las primeras horas son dignas de aplauso, aun a día de hoy, pero a poco que se avanza un poco en la historia el juego se deshincha y pierde mucho fuelle.
El trabajo en equipo y la cooperación son esenciales para poder alzarse con la victoria
Capcom es consciente de que su juego tiene un look muy al estilo de Anthem, y no se esconde de ello, pero para evitar caesdr en los mismos errores que aquel título de BioWare, la compañía ha optado por crear un sistema de búsqueda que haga que cada misión multijugador en la que entramos vaya rotando el orden de objetivos, los escenarios, las situaciones y hasta los dinosaurios a los que tenemos que enfrentarnos. No es que cada nivel tenga nuevos monstruos, no nos malinterpretéis, sino que se rota el modo en el que aparecen en escena, lo que hace que sus partidas, aun terminando teniendo también ese punto de repetición, puedan disfrutarse de forma única y, lo más importante, se deban estudiar de forma independiente. Las partidas multijugador se construyen en base a una carrera. Dos equipos de cinco jugadores deben sortear una serie de obstáculos que van apareciendo en diferentes zonas de un mapa de dimensiones generosas. El primero que lo complete todo, gana.
Los objetivos pueden ser desde capturar una zona hasta defender un objetivo, pasando por supuesto por la aniquilación del máximo número de dinosaurios lo más rápido posible. Capcom con esto se cura en salud y demuestra que, como compañía, escucha las necesidades de los jugadores. En la medida de lo posible, porque a fin de cuentas lo que hay que hacer todo el rato es matar dinosaurios, lo que busca Capcom es demostrar que comprende las necesidades del público de este tipo de género. Además de eso, también se obliga a los jugadores a trabajar en equipo. No es que se fomente eso, habéis leído bien: es obligatorio trabajar en equipo para poder pasar las zonas de la forma más óptima posible. No sirve de nada que los tanques no cubran o que los jugadores de apoyo no curen. O que los de asalto no acaben con tantos enemigos como puedan.
En Exoprimal la cooperación es esencial para ganar las partidas. Si un jugador va por libre o no está prestando atención a la misión, es más que seguro que el equipo termine cayendo y ni siquiera tenga tiempo de alcanzar la última zona. Los juegos multijugador son cada vez más exigentes en ese sentido, y de una forma menos agresiva que otras compañías (como Riot Games, que penaliza a los que abandonan o permanecen inactivos) Capcom quiere que sus usuarios estén con sus cinco sentidos puestos en los mandos. Para ello, mediante un tutorial muy sencillo, se intenta desde el minuto uno que los jugadores se familiaricen con sus exoarmaduras. Cada una, como os decíamos, tiene sus propias habilidades y sus armas en específico. Cada una de las clases que hemos probado hasta ahora tiene armaduras con ataques a corta y larga distancia, lo que ofrece un abanico de posibilidades para enfocar los enfrentamientos.
Según cómo se enfoque Exoprimal, cada jugador puede tener una experiencia diferente. En nuestro caso, la armadura que más usamos iba equipada con un fusil de asalto, lanzagranadas y ametralladoras como habilidad especial para poder acabar con el máximo número de enemigos. Un "personaje" muy polivalente. Sin embargo, también se pueden usar otras que obligan a los jugadores a combatir cuerpo a cuerpo, por lo que la experiencia de shooter se convierte en un puro hack and slash donde lo que hay que hacer es machacar tantos botones como podamos para acabar con los dinosaurios enemigos. En la variedad está el gusto, y Capcom quiere que sus jugadores se sientan lo más cómodos posibles permitiendo que cada cual se adapte a su estilo de juego preferido. Donde se marca la diferencia es en la misión final de cada partida, donde los dos equipos se ven las caras.
Si bien contra los dinosaurios se puede llevar cualquier armadura y tener éxito, cuando toca enfrentarse a otros usuarios la cosa cambia un poco. Los jugadores que porten armas de fuego tendrán ventaja sobre los que atacan cuerpo a cuerpo, y el poder cambiar de armadura en cualquier momento de la partida hace que los combates se tornen a veces verdaderos circos. Dependiendo de cómo va el enfrentamiento, los jugadores van alternando entre una armadura y otra, lo que ofrece mucho dinamismo, pero al mismo tiempo dilata un poco según qué situaciones. En cualquier caso, es igualmente un acierto por parte de Capcom el poder alternar el estilo de juego de forma tan natural sin necesidad de tener que esperar a la siguiente partida. Eso ayuda, además, a evitar problemas de selección de clases como en otros títulos como Overwatch, donde pocos querían ser tanque o apoyo.
A la venta el 14 de julio
Exoprimal tiene su fecha de lanzamiento fijada para el 14 de julio en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y PC, y por ahora todo apunta a que será una experiencia entretenida, pero lo que no tenemos claro es que pueda aguantar mucho tiempo activa entre los jugadores. La oferta multijugador actual es muy variada y poco títulos nuevos consiguen mantenerse en la parrilla de los jugadores. Capcom viene pisando fuerte este 2023 con Resident Evil 4 Remake que se estrena el 24 de marzo para consolas y PC y su apuesta para el hero shooter. Lo que tenemos claro, es que Exoprimal merece por lo menos una oportunidad.
Hemos escrito estas impresiones jugando a la beta en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Plaion.