Hace unas semanas, os contábamos en nuestras impresiones sobre Call of Duty: Vanguard que el título de Sledgehammer Games tenía todos los ingredientes para convertirse en uno de los videojuegos de la saga de acción de disparos en primera persona más completos y ambiciosos hasta la fecha. Y parece ser, a tenor de lo que hemos podido probar y jugar en esta beta enfocada al multijugador que no nos habíamos pasado de frenada en nuestras afirmaciones.
El juego, que llegará el próximo 5 de noviembre (PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series S/X), regresará a las estanterías con la habitual campaña, modo online con un modo inédito que os detallaremos más adelante, el modo zombis de la mano de Treyarch, conexión con el exitoso Call of Duty: Warzone y el mismo plan de contenidos gratuitos y actualizaciones que prometen alargar la vida útil durante años. Un menú completo como pocos. Pero su núcleo a largo plazo, un online sólido, ya se ha dejado ver parcialmente en este periodo preliminar de prueba que procedemos a detallaros.
Un modo multijugador con el sabor de siempre pero con nuevos ingredientes
Call of Duty tiene una fórmula a prueba de balas -y nunca mejor dicho-. Es una saga con unas bases tan sólidas que cuando hay algún cambio en los ingredientes y se logra algún tipo de sabor diferente al que sus aficionados y seguidores están tan acostumbrados, se produce una fuerte reacción en contra. Casi todos tenemos en nuestra cabeza qué debe ser un videojuego de Call of Duty, comprendemos sus mecánicas, su ritmo o sus modos de juego. Han existido variantes, adaptaciones y fuertes evoluciones -correspondientes también a las subsagas que han existido a lo largo de estos años, como Black Ops o Modern Warfare-, pero el núcleo ha permanecido más o menos intacto en mano de los desarrolladores. Podéis estar tranquilos en este aspecto: Vanguard es un Call of Duty de pura cepa, quizás algo más que varias de las entregas más recientes. Pero hay algunas variantes y cambios que nos han gustado especialmente.
Esta beta pública, a la que hemos accedido en PlayStation 5, se trata de una especie de anticipo extenso del menú que tendremos a nuestra disposición en noviembre. Hablamos de un periodo de prueba centrado en el multijugador que consta de varias fases y características, y que ha contado con varias franjas según la plataforma. Entre los días 10 y 13 de septiembre se mantuvo exclusiva para la consola de Sony y quienes reservaron el juego, y la segunda, se celebrará el fin de semana posterior. Entre el 18 y el 20 de septiembre se abrirá a todas las plataformas y de forma libre, para todo aquel que quiera echarse unas partidas y comprobar de primera mano qué trae el juego pueda hacerlo.
Call of Duty: Vanguard nos ha presentado en este acceso anticipado 5 mapas y 6 modos de juego diferentes, entre los que destacan los clásicos Duelo por Equipos, Dominio, Baja Confirmada, Buscar y Destruir y Colina del Campeón. Queremos hacer hincapié en el último, un modo que ya triunfó en la alpha del juego, y que nos permite disfrutar de varias vertientes según el tamaño del grupo que participe -solo, dúo y o trío-. Por último, en esta beta hemos podido echarle el guante al modo Patrulla, uno de los más promocionados y celebrados por parte de Sledgehammer Games y que nos ha gustado especialmente. En Patrulla nos tendremos que desplazar siguiendo el ritmo de un punto o área concreta que aparecerá en el suelo, y el cual tendremos que proteger o atacar según nos toque, todo ello teniendo en cuenta las vicisitudes de los escenarios y las estrategias de los rivales.
Visto en un primer instante puede parecernos una especie de variante de Punto Caliente, y en cierta manera lo es, pero creemos que es mucho más dinámico, divertido y táctico. ¿Por qué? Básicamente, evita que los jugadores se postren en posiciones concretas, eliminando bastante la sensación del tiro a pato, y obligando a los equipos a moverse por los escenarios siguiendo el área a proteger o conquistar. Es cierto que depende mucho del escenario en el que se realice, hay algunos mapas que no tienen la orografía o la disposición correcta para ello, pero con una buena coordinación del conjunto de jugadores se dan situaciones muy estratégicas.
Es este último punto, el táctico o el estratégico, el que más nos ha sorprendido. Con excepciones, Call of Duty está intentando buscar una fórmula jugable para todos los tipos de jugadores que se adentran a su propuesta de acción en primera persona. No os vamos a engañar, esto no es Battlefield o un Rainbow Six, pero sí es cierto que desde Call of Duty: Modern Warfare en 2019 hemos asistido a una pequeña tarea de chapa y pintura en controles y opciones, así como en modos de juego, que dejan ver una nueva vertiente que le sienta especialmente bien a la propuesta de acción desenfrenada constante. Por ejemplo, tenemos la vuelta de la carrera táctica, esa que nos permite correr y abrir de golpe las puertas que nos encontremos en los mapas, dando como resultado múltiples posibilidades de tirotear o ser tiroteados en algunos de los niveles.
En la beta hemos podido comprobar de primera mano una de las promesas de Sledgehammer Games, la evolución de las mecánicas de disparo, ya que ahora podemos montar el arma en múltiples superficies y elementos de los niveles, como una barandilla, el marco de una ventana o un muro, un aspecto que no es que sea especialmente novedoso, pero que le sienta muy bien al título, y que lo otorga un plus de profundidad a los tiroteos. Es más, podemos elevar nuestra arma y disparar a ciegas desde la cobertura en la que nos encontramos, realizando una maniobra de fuego de supresión que puede ayudar a nuestros compañeros a la hora de tomar posiciones, avanzar bajo la artillería enemiga o incluso distraer a nuestros rivales. Nos hemos sentido muy cómodos con estos pequeños ajustes, hacen más agradable la experiencia, y ofrecen un extra a aquellos jugadores que busquen algo más de la sinfonía de explosiones y tiros por doquier de la licencia bélica.
Call of Duty: Vanguard ha presentado hasta tres tipos de lista de juego, separadas y bien jerarquizadas, que han permitido que las diferentes clases de jugadores puedan encontrar su sitio en la propuesta de Sledgehammer y Activision. Por un lado, teníamos el sistema Táctico, ideal para los veteranos de la saga, con el ritmo de siempre, 6 contra 6 y mucha acción, emboscadas y maniobras de equipo. También hemos podido disfrutar de Asalto, más pausado pero con acción de mayor escala, con objetivos variados y un aumento considerable de los jugadores en las partidas que podían ir de 20 a 28 jugadores. Por último, y no por ello menos importante, teníamos el espectacular Blitz, la más alta intensidad en los combates, con niveles frenéticos de tiroteos y sin apenas descanso con partidas que podían congregar hasta 48 jugadores. Es lo que queremos dejar claro desde el comienzo del artículo: la fórmula Call of Duty está ahí, en en el núcleo de la experiencia multijugador. Sin embargo, se han preocupado para ofrecer variantes, ajustes y posibilidades que nos permitan encontrar la que más se amolde a nuestro tipo de juego. Es un vistazo al pasado, al presente y al futuro de la saga.
Experiencia, operadores, mejoras y mapas
Infinity Ward encontró una estructura muy interesante en lo referente a las clases. En Vanguard se vuelve a recuperar la idea de Modern Warfare de 2019, permitiéndonos escoger un arma principal, una secundaria, una granada letal, una utilidad (como las bombas de humo) y hasta tres ventajas distintas. En la beta se pueden subir las armas hasta el nivel 30, un nivel más que suficientes si sois grandes aficionados a los armeros de Call of Duty, con un límite muy alto que nos permite modificar nuestra arma de mil y una formas, añadiendo desde cargadores y miras a bocachas, culatas o ajustando el cañón para utilizar un tipo de munición de diferente calibre. ¿Se puede hacer esto? Sí, y es bastante útil, pues nos brinda la posibilidad de modificar el daño, el retroceso, la cadencia del fusil…
Es un sistema para perderse en él, que nos otorga múltiples combinaciones y que, otra vez más, demuestra que se quiere ofrecer un juego profundo para los aficionados a la personalización. Personalización que afecta también a los tres perks que podemos portar, hay una gran cantidad de ellos para cada uno de los huecos, desde uno que nos permite ser inmune a los radares -un clásico de la saga- a otro que nos evita ser dañados en exceso por las explosiones, pasando por el de rastreador, que nos ofrece la posibilidad de seguir las huellas de los enemigos. Call of Duty: Vanguard ofrecerá en su versión final un total de 12 operadores con trasfondos muy diversos, de los que iremos sabiendo más poco a poco, a medida que progresos con el multijugador y desbloqueemos mejoras cosméticas o elementos que nos brinden pequeñas pistas de su pasado o su personalidad. En la beta hemos podido probar a 6, Polina Petrova, Roland Zeimet, Daniel Takeyatsu, Wade Jackson, Arthur Kingsley y Lucas Riggs, distintos entre ellos, con diseños muy acertados y un tanto caricaturescos, llenos de personalidad.
En la beta hemos podido probar distintos mapas, Hotel Royal, Gavutu, Red Star, Colina del Campeón y Eagle’s Nest (disponible el 16 de septiembre), que demuestran cómo desde la desarrolladora se han propuesto diseñar un videojuego mucho más espectacular y cinematográfico incluso en su multijugador. Sabemos que es un título intergeneracional, con todo lo que ello implica, pero nos ha parecido en este contacto preliminar muy espectacular. El videojuego vuelve a funcionar a 60 frames por segundo, marca de la casa, pero sí creemos que se ve un puntito mejor que Cold War. En nuestras pruebas en PlayStation 5, hemos apreciado mejores explosiones, efectos de partículas más trabajados e incluso algunos juegos de luces y sombras muy complejos para un título de esta índole.
Por ejemplo, en Hotel Royal, que nos lleva al centro de la Francia ocupada por los nazis, nos hemos topado con focos de luz que reaccionaban a nuestros disparos y acciones, una gran cantidad de elementos destructibles (desde puertas a ventanas, claraboyas o incluso estanterías que se deshacen en cientos de trocitos) y varios segmentos casi fotorrealistas. Este escenario, que nos traslada a las azoteas de este céntrico hotel -sí, se puede ver la Torre Eiffel en el horizonte plagado de incendios-, esta lleno de ambientes muy diversos. Gavutu también es un mapa muy pintón, un lugar exótico localizado en el frente del Pacífico, en el que hay encallado un buque y en el que el combustible se ha desparramado por la costa, provocando un incendio en los alrededores del puerto. Con varias fortificaciones y grutas, toda esta selvática isla está azotada por una fuerte tormenta, que nos empaña la visión y genera grandes ansiedades en el jugador cuando confunde las gotitas que caen en la pantalla con el movimiento de los propios enemigos que acechan en las esquinas del mapa.
Más decepcionante nos ha parecido en algunos aspectos Red Star, un mapa del frente soviético, con una nieve casi omnipresente y con una gran plaza en la que se sucederán los tiroteos. Sin embargo, y en un aspecto que hemos notado mucho mejor que en años anteriores, los mapas tienen una mayor complejidad en el diseño de interiores, más intrincados y espectaculares, con ruinas, llamas, ventiscas que sacuden los daños en la fachada o estancias plagadas de los citados elementos destructibles. La ambientación, al menos por lo que hemos podido ver en la beta, ha ganado varios enteros, aunque hay algunos defectos y fallos visuales -propios de una versión preliminar un juego así- que esperamos ver corregidos.
Otro apunte. Si bien el sonido aprovecha las tecnologías de audio 3D incluidas tanto en PlayStation 5 como en consolas Xbox y se escucha decentemente en unos buenos auriculares o en un sistema de sonido multicanal -nosotros hemos jugado en 7.1-, la sonorización de las armas sigue dejando muchísimo que desear y están muy lejos de la contundencia, el realismo y la mezcla de la que hace gala la saga Battlefield. Con respecto al mando DualSense y su respuesta con los gatillos y la vibración háptica en PlayStation 5, hemos de decir que la vemos muy similar a la de Cold War, quizás menos agresiva, pero funcional.
Un Call of Duty a tener en cuenta para veteranos y reclutas
Este pequeño gran atisbo a su multijugador, que nos ha resultado tan divertido como agradable, nos invita a pensar que Vanguard será una buena entrega, de esas que los aficionados recordarán con cariño con el paso de los años. Call of Duty: Vanguard es un título que no se olvida de sus raíces, sigue siendo fiel a su propuesta básica, pero no tiene miedo a innovar en algunos aspectos o incluso ajustarse a tendencias y características que han triunfado dentro de la propia licencia en distintas entregas. Su modo multijugador este año contará de inicio con 20 mapas de los cuales 16 están pensados para las habituales disputas de 6 contra 6, partidas que en esta beta hemos disfrutado especialmente y que nos han enamorado con su toque más táctico y estratégico.
Con grandes opciones de personalización -ese armero y sus posibilidades marean al más pintado- y con interesantes ideas en la destrucción de los mapas, Vanguard parece que busca añadir más inmersión, más diversión y profundidad jugable. Quedan muchas cosas por pulir, como algunos aspectos de su mejorado aspecto técnico, pero ha sido una primera gran toma de contacto muy prometedora, tanto para veteranos en la licencia como para los nuevos reclutas que quieran regresar o probar por primera vez una entrega de la saga. El 5 de noviembre saldremos de dudas.
Hemos probado la beta multijugador de Call of Duty: Vanguard gracias a una invitación para PS5 proporcionada por Activision.