Ubisoft le ha cogido el gusto a los grandes anuncios en su conferencia del E3, y si el año pasado "robó" la feria con Watch Dogs, este 2013 ha intentado hacer lo mismo con Tom Clancy’s The Division. No ha conseguido hacer tanto ruido como con el juego de mundo abierto del año pasado, principalmente porque ahora hay dos consolas de nueva generación de estreno, pero sí que se le ha acercado, haciendo que este título de Massive Entertainment se convierta en uno de los nuevos anuncios más sonados de la feria, además de uno de los primeros juegos exclusivamente para la nueva generación.
The Division no es obra del ya emblemático estudio de Ubisoft Montreal, responsable de sagas como Assassin’s Creed, Prince of Persia o el ya mencionado Watch Dogs, sino un desarrollo de Massive Entertainment, el equipo responsable de World in Conflict, que en esta ocasión de una giro y abandona la estrategia para presentarnos un juego de acción y rol de mundo abierto y online, aunque esta última faceta significa que podrán unirse dinámicamente jugadores a la partida, no que sea un juego online obligatoriamente cooperativo o competitivo.
Tom Clancy’s The Division, como cuenta en el tráiler, nos introduce en una situación crítica en la que una epidemia ha dejado la sociedad al borde del caos. Según se extiende la enfermedad, todos estos procesos de la economía que hacen que el mundo funcione van entrando en colapso, haciendo que la sociedad pase a un estado de sálvese quien pueda en el que "cada persona es una amenaza", como nos dijeron en la presentación.
Ahí entra The Division, un equipo de operaciones encubiertas de Estados Unidos entrenados para que, en caso de que reine el caos, recuperen el control.
Y en The Division la ambición de Massive Entertainment les ha llevado a representar esa situación de descontrol en la ciudad de Nueva York, que han recreado envuelta en el caos, unos días después de que inicie la enfermedad, haciendo que la gran manzana cese su frenética actividad para presentarnos una ciudad medio vacía, con los coches parados en medio de la carretera, basura desparramada por todas partes e hileras de infectados a los que podemos escanear a distancia para evitar que nos contagien.
Como se ha podido ver en la demostración del E3, la misión nos llevaba a "liberar" una comisaría de policía de Brooklyn que había escapado al control de las autoridades. Antes de llegar hasta ahí pudimos comprobar el excepcional nivel de detalle del juego; se nota que está hecho desde cero para la nueva generación y no van a tener que hacer versiones para la actual, y es una buena muestra de cómo lucirán los juegos de mundo abierto en los próximos años: un gran escenario repleto de detalles y efectos, con una distancia de dibujado lo suficientemente extensa para ver en el fondo el skyline de Manhattan.
Como habréis visto en la demo, el título combina rol, mundo abierto y conectividad online en un juego de acción en tercera persona con coberturas. La forma de jugar es la de un shooter normal, pero podemos interactuar con el escenario de muchas maneras y contamos con escáners para buscar enemigos y comprobar si los peatones están infectados, además de un montón de gadgets y habilidades que iremos desarrollando a medida que aumentemos nuestra experiencia. La demo era muy parca, por así decirlo, enseñándonos solo un par de menús de habilidades, pero sin explicarnos cómo podrán evolucionar los personajes.
A la hora de la acción, como habréis visto, todo resulta bastante familiar, desencadenándose un tiroteo contra los ocupantes de la comisaría, para luego entrar, terminar el trabajo, liberar a los policías cautivos y explorar los ítems e información que nos ofrece el edificio, finalmente asegurándolo y recibiendo experiencia a cambio. Tanto estas acciones como derrotar a los enemigos nos da experiencia y hará que nuestro personaje mejore.
Uno de los detalles que más llamó la atención fue la presencia de drones voladores, que podrán ser controlados por otros usuarios usando una tableta. Esto nos lo enseñaron con más detalle a puerta cerrada, mostrándonos qué es lo que el usuario verá en su tableta mientras controla al dron e interactua con los jugadores que están en la versión "normal" del juego. Una vista aérea nos muestra la acción, y nosotros podemos mover al dron y realizar acciones de apoyo como disparar, identificar blancos e incluso bombardearlos con misiles. Esta naturaleza "asimétrica" del juego nos pareció muy curiosa, y una buena forma de colaborar con amigos cuando no estemos en casa. También potencialmente malo para la productividad laboral.
The Division parece recoger varias de esas tendencias de los videojuegos en los últimos años y sintetizarlas en un juego de acción. A primera vista se controla como un juego de disparos de mundo abierto, pero la conectividad online –que permite que otros jugadores se unan dinámicamente a nuestras misiones-, el sistema de evolución de personajes y la "colaboración asimétrica" resultan una mezcla curiosa que tiene muy buena pinta. Pero, sin duda, el juego entra principalmente por los ojos, con esas callejuelas llenas de objetos con enorme nivel de detalle, las buenas animaciones de los enemigos y la ambiciosa recreación de la ciudad de Nueva York. GTA la ha homenajeado varias veces, y en Crysis hemos peleado por sus calles, pero Ubisoft quiere convertir sus emblemáticos barrios en un escenario de supervivencia en el que la civilización ha dejado paso al pillaje y a los señores de la guerra de barrio.
La demo nos mostraba solo Brooklyn, con Nueva York al fondo, y suponemos que en los próximos meses sabremos mucho más del juego, así como la escala de la representación de la gran manzana, y hasta qué punto ese elemento de juego de rol afectará a la forma de jugar y permitirá a los usuarios tomar decisiones y hacer evolucionar a los personajes. Tom Clancy’s The Division llegará a las consolas PlayStation 4 y Xbox One el año que viene, y se ha convertido en "el Watch Dogs" de este E3. Si el juego final cumple con la mitad de lo que ha prometido esta demo, estaremos ante uno de los títulos más interesantes de las Navidades del año que viene.