Siempre hemos pensado que la diferencia entre los juegos sobresalientes y los excepcionales suele estar en los pequeños detalles, y si tenemos esto cuenta Red Dead Redemption 2 apunta a ser un juego memorable. Por fin hemos podido ver y probar el esperado título de Rockstar, y da igual lo grandes que fueran nuestras expectativas, ya que es tan impactante que las hizo trizas.
Sí, lo sabemos, suena un tanto exagerado, pero en poco más de un mes podréis comprobar vosotros mismos hasta qué punto se notan sus ocho años de desarrollo y todo el dinero y el enorme esfuerzo invertido en él. Sabes que estás ante algo excepcional desde los primeros fotogramas, que no es un juego más, que es Rockstar queriendo volver a dar un golpe encima de la mesa y marcar las diferencias en las aventuras de mundo abierto.
Jugamos en una PS4 Pro, y visualmente nos dejó con la boca abierta, va a ser para PS4 y Xbox One lo que fue en su día Grand Theft Auto V para Xbox 360 y PS3, un juego que no creíamos posible en esas consolas, todo un portento técnico y visual: un referente. No solo por pura potencia técnica, sino también por la exquisita dirección artística y lo cuidado que está todo, con un nivel de detalle enfermizo, que muy pocos juegos a lo largo de los años intentan alcanzar.
Las cuidadas y variadísimas animaciones tanto de los personajes como de los animales -nunca habíamos visto animales tan bien animados en un videojuego-; la preciosa y sofisticada iluminación que cubre los paisajes y ofrece cielos para enmarcar, sorprendentemente realista en las escenas nocturnas; el descomunal nivel de detalle de los escenarios y los personajes, a la altura de un referente como Uncharted 4 pero aquí con el enorme mérito de estar ante un enorme mundo abierto; o la soberbia dirección de arte y cinematográfica, más propia de una buena película que de un videojuego.
Se nos hace raro comenzar hablando de los gráficos, pero seríamos un poco hipócritas si no admitiéramos que fue lo que más nos impactó en este primer contacto, y una de las certezas que nos llevamos, que va a ser visualmente una pasada. Porque su jugabilidad, su historia y narrativa y las posibilidades del mundo también apuntan grandes maneras, pero en el par de horas que jugamos apenas nos dio tiempo a rascar la superficie de una aventura que promete ser gigantesca, no solo por extensión y cantidad, sino sobre todo por densidad, abruma el nivel de detalle con el que está hecho cada centímetro del juego, y todas las posibilidades que ofrece su mundo.
‘Abrumador’ es el mejor adjetivo que mejor se nos ocurre para definirlo, y es algo que nos va a costar bastante explicar porque tienes que verlo y sentirlo en directo para entender por qué marca tanto las diferencias con la gran mayoría de juego, ya que sobre el papel no ofrece nada nuevo, al fin y al cabo de deja de ser "otra" aventura de acción en mundo abierto, como tantas que hemos disfrutado en los últimos años.
1899: El ocaso del Salvaje Oeste
Si el primer Red Dead Redemption se ambientaba en los últimos estertores del Salvaje Oeste, en esta precuela nos vamos doce años atrás para formar parte de la banda de criminales de Dutch Van der Linde, de la que forma parte un joven John Marston, quien en esta ocasión solo será un personaje secundario. Nosotros nos meteremos en la piel de Arthur Morgan, un forajido al que Dutch acogió en su banda cuando tan solo era un desorientado chaval, por lo que mantienen una estrecha relación paternofilial aunque no estén unidos por lazos de sangre.
La historia arrancará tras un atraco fallido en la ciudad de Blackwater, lo que obligará a la banda de Dutch a huir por todo el país siendo perseguidos por agentes federales y todo tipo de cazarrecompensas, mientras siguen robando y atracando para sobrevivir. La convivencia entre los miembros de la banda será clave, tanto jugable como narrativamente, y tendrán que convivir en un campamento toda una serie de forajidos, parias y criminales a cada cual más peligroso, lo que promete ser un auténtica bomba de relojería, por lo que la tensión irá en aumento, cada vez estarán más acorralados, escasearán los recursos y reinará la desesperanza.
Los personajes prometen ser tan carismáticos y excéntricos como en anteriores juegos de Rockstar, marca de la casa, y la relación que tengamos con ellos se irá definiendo a través de nuestros actos y con constantes conversaciones, ya sea en durante un agradable desayuno de primavera, a la luz de la hoguera narrando una historia épica o después de una divertida borrachera.
El campamento será uno de los aspectos fundamentales del juego, y podremos modificarlo y mejorarlo para obtener beneficios, así como realizar todo tipo de misiones o tareas secundarias para aumentar la moral del grupo. Podremos obtener comida cazando y pescando, o robar dinero para comprarla, y la relación con los personajes se irá moldeando con todas nuestras acciones y conversaciones, no solo a través de favores. Eso sí, Rockstar quiere dejar muy claro que el tiempo de atención que le dediquemos al campamento es totalmente opcional, como una de las grandes actividades secundarias de la aventura.
Hay un sistema de honor, y dependiendo de cómo nos vayamos comportando así reaccionará el mundo ante nuestra presencia. Si nos vamos a los extremos, hacer el mal o el bien tendrá sus ventajas e inconvenientes. Si somos un reputado malhechor y la gente nos teme, será más fácil intimidar a los personajes, nos darán mayores sumas de dinero cuando les robemos, e incluso en los tiroteos las muertes y ejecuciones que hagamos serán más crudas y violentas, algo muy curioso. Eso sí, nos costará mucho más salir de la cárcel si nos detienen, habrá personajes que no muevan un dedo para ayudarnos, y muchos más estarán deseando darnos caza para cobrar la recompensa.
Si en cambio llevamos el camino de la virtud, te pagarán mayores recompensas por ayudar a los agentes de la ley, serás un héroe para muchos personajes que querrán ayudarte, y tus escenas de acción se resolverán de una manera más heroica. No habrá una manera buena o mala de jugar, cada jugador podrá comportarse como más le apetezca en cada momento, pero te tendrás que atenerte a las consecuencias de tus actos, en todos los sentidos.
Esa promesa que tantas y tantas veces nos han hecho en un videojuego, la de ofrecernos "un mundo vivo", nunca la habíamos visto de manera tan creíble como aquí. Podremos interactuar como queramos con todas las personas -y animales- que nos rodean, y basta acercarse, apretar el gatillo izquierdo del mando y ver una serie de acciones que son contextuales, que dependen del momento y los personajes con los que interactuamos. Intimidar y buscar bronca, ser amable y no querer problemas, o ahuyentar a unos ladrones de tres al cuarto con unos disparos serán algunas de estas opciones, que no siempre tendrán los mismos resultados, dependerán de con quién las usemos.
Unos tiroteos geniales; un nivel de detalle enfermizo
Ya entrando a comentar las sensaciones con el mando, primero tuvimos unos primeros minutos para habituarnos a los controles, ya que podemos realizar tantas acciones que son un bastante complejos. Aprendimos a montar a caballo, recorrimos una larga llanura, nos paramos un momento a apreciar los paisajes, fotorrealistas por momentos, y acabamos llegando a un pequeño pueblo. Aquí pasamos la noche en una posada para reponer fuerzas, ya que tendrás que descansar de vez en cuando si no quieres ver mermada tu resistencia, lo que afecta a la hora de correr por ejemplo. Como extra nos dimos un baño, y también pedimos que nos enjabonaran, lo que nos salió un tanto caro.
Ya de día decidimos comprobar las distintas interacciones con los NPC, saludando amablemente los paisanos, hasta que buscamos bronca con señor, para probar el sistema de combate cuerpo a cuerpo, que es bastante elaborado. Tras unos intercambios de golpes tiramos al hombre al suelo, y al ver que no tenía nada que hacer con nosotros salió huyendo con dirección a la comisaría. Fuimos corriendo tras él, pero justo le tiramos al suelo en las puertas del edificio, un guardia nos vio, nos apuntó con su arma, y decimos no presentar resistencia y rendirnos, pasando la noche en los calabozos de la comisaría.
Tras pagar una cuantiosa multa y salir en la calle, como habíamos perdido el sombrero durante la pelea con aquel señor fuimos a donde se nos había caído, y allí seguía, un detalle que nos sorprendió. Después curioseamos en los comercios, en los que puedes coger y observar cada objeto de las tiendas -a los Shenmue-, aunque también puedes mirar el catálogo de los mostradores y señalar con el dedo lo que quieras. Todos los objetos ya sean unas monedas, un reloj o cualquier baratija que cojamos de un cajón -podemos explorar concienzudamente todos los interiores, que tienen un nivel de detalle inusitado en un sandbox-, tienen presencia física en los escenarios, es una aventura muy realista en todos sus detalles.
Además de algo de comida para recuperar la vida en caso de que lo necesitáramos, compramos un bote de gomina, con la que más tarde cambiamos el peinado del protagonista en el campamento, dándole un aspecto elegante que nos hizo bastante gracia. La personalización del personaje es enorme, con todo tipo de peinados, patillas o barbas -ojo que te la tienes que dejar crecer, esperando varios días...-, y puedes cambiar y combinar cada pieza de ropa a tu gusto, con botas, camisas, chaquetas, pantalones, sombreros y un largo etcétera. Incluso nos dijeron que nuestro personaje podrá estar más fuerte o delgado a lo largo de la aventura, algo que hacía mucho que no veíamos en un juego de Rockstar.
El primer tiroteo lo libramos al atracar una comercio, que escondía un negocio turbio en la trastienda. Después de descubrir por detrás del local los tejemanejes ilegales de esta tienda entramos y encañonamos al dependiente, y le pedimos que nos abriera la puerta trasera. Allí había varios tipos a los que sorprendimos contando dinero, y tras unos segundos de tensión se desató un intenso y sangriento tiroteo.
Los disparos son geniales en Red Dead Redemption 2, muy contundentes y espectaculares, gracias sobre todo a las increíbles animaciones y físicas de los cuerpos de los enemigos, así como la interacción del entorno, con multitud de objetos que se pueden romper, como las maderas de los edificios. Con los cuerpos de los personajes reaccionando en todo momento de manera convincente con el entorno, algo que se ve en muy pocos juegos, con las armas sonando de manera feroz, disparar es muy satisfactorio, y eso es una gran noticia.
La acción nos recordó mucho a la del genial Max Payne 3, en todos los sentidos, tanto es así que han incluido hasta una kill cam, una cámara lenta que te muestra de manera espectacular alguna baja en concreto, generalmente el último enemigo de un tiroteo. Habrá muchas armas, podremos personalizarlas e incluso habrá que limpiarlas y mantenerlas si no queremos que empeore su uso, y cada una se usa de manera diferente.
Por ejemplo en un revólver tendremos que pulsar el gatillo derecho para amartillar el arma y luego soltarlo para disparar, o en algunas escopetas y rifles el mismo botón de disparar será también el de cargar, algo que tendremos que hacer después de cada tiro. Una idea bastante ingeniosa la de intentar transmitir las sensaciones y diferencias entre armas a los controles del mando, que no recordamos en otro juego reciente.
Arthur puede llevar consigo dos pistolas, dos rifles o escopetas -o un arco y un rifle-, un cuchillo de caza, el lazo y armas arrojadizas como cuchillos, y todos estos objetos los veremos en el cuerpo del personaje de manera realista, así como su movimiento entre las manos, como ocurría en Max Payne 3. Por ejemplo si estábamos usando un rifle y desenfundamos una pistola, coge la pistola con la mano derecha y mantiene el rifle en la izquierda, solo sosteniéndolo, sin poder utilizarlo. Al enfundar cualquier arma, veremos de manera realista cómo la coloca en el sitio adecuado, y si dejamos el botón pulsado las enfunda con una virguería, como girar rápidamente la pistola, algo muy chulo. Si queremos llevar más armas tendremos que ponerlas en el caballo, algo que ahora os explicaremos.
El Dead Eye regresa en esta secuela, esa habilidad que nos permitía ralentizar el tiempo y marcar y disparar a diferentes blancos, y podremos ir desbloqueando mejoras relacionadas con ella, como disparamos automáticos, para que nos vayamos convirtiendo poco a poco en una auténtica máquina de matar.
Como pudimos comprobar en la única misión que jugamos de la historia, el sigilo también será una opción cuando los enemigos no hayan advertido nuestra presencia, y con el arco y las flechas o los cuchillos arrojadizos podremos ir acabando poco a poco con nuestros rivales sin ser descubiertos, una posibilidad siempre bienvenida y ya casi imprescindible en los juegos de mundo abierto.
Por cierto, que todavía no lo hemos dicho, pero se puede jugar la aventura al completo en primera persona, como ya ocurrió con GTA V en su debut en PS4 y One. Una opción interesante aunque nosotros preferimos ver el juego en tercer persona, da gusto ver moverse al personaje, aunque quizá para alguna situación en concreto pueda tener su gracia, y siempre está bien que den esa opción.
Nuestro fiel amigo el caballo
Evidentemente en un juego del Oeste es de esperar que los caballos sean importantes, son nuestro medio de transporte, pero no os imagináis hasta qué punto se han cuidado y se han tomado en serio este aspecto en Red Dead Redemption 2. Si usamos habitualmente el mismo caballo -podremos tener varios- y le cuidamos adecuadamente, mejoraremos el vínculo de Morgan con su montura, por lo que le obedecerá cada vez mejor, será más fácil calmarlo en situaciones de estrés e incluso podremos llegar a realizar movimientos únicos de doma, como giros rápidos o pasos laterales.
Cada raza de caballo tendrá diferentes características y personalidades, y serán más rápidos o resistentes o reaccionarán de diferentes maneras ante el agua o las situaciones de estrés, como un cruce de disparos. Habrá caballos que quizás al principio no nos hagan demasiado caso, pero que a la larga pueden tener un potencial enorme.
Tendremos que cuidarlos bien para que su rendimiento sea óptimo, no solo mediante la alimentación sino también de vez en cuando dándoles un baño, y podemos llevarlos a establos para que cuiden y cambien su aspecto, con opciones tan completas como "tunear" un coche en cualquier GTA. Si queremos podremos usar silla de montar -o cabalgar a pelo- y podemos comprar alforjas en las que llevar objetos y armas adicionales; como veis serán algo más que un medio de transporte.
Destacar la calidad y enorme variedad de las animaciones de los caballos, al igual que sus modelados, a la altura de cualquier personaje protagonista, hasta las boñigas cuando defecan están hechas con todo lujo de detalles… En general es sorprendente lo minuciosamente recreada que está la fauna y la flora, se nota que es un aspecto muy importante de la aventura.
Cazar animales será una de las tareas opcionales clave, como en el anterior Red Dead -también podremos pescar, aunque todavía no lo hemos vista-, una manera de obtener valiosos recursos y alimentar al grupo. La fauna de esta entrega es simplemente alucinante, por la variedad, cantidad y nivel de detalle con que están realizados los animales, nunca los habíamos visto tan bien animados en un videojuegos, es una pasada.
Al cazarlos podremos hacernos en el momento con algunos de sus recursos más valiosos despellejándolos, pero también podremos sacarles más provecho, sobre todo a las piezas más grandes como ciervos, cogiendo el cuerpo entero, echándolo al caballo y llevándolo al campamento. Que no pase demasiado tiempo, ya que las piezas de animales se pudrirán y se echarán a perder con el paso de las horas.
Habrá animales legendarios, uno por cada especie, y toda la relación de nuestro personaje con la naturaleza es sin duda uno de los aspectos más cuidados, que promete horas de entretenimiento. Ya no estamos tan al Oeste, el juego se desarrolla en una zona del interior de Norteamérica, y esto provoca que vaya a haber una gran variedad de localizaciones y ambientes, desde parajes montañosos y nevados hasta zonas más áridas y cálidas.
Pulsando un botón podremos ver la hora y la temperatura actual, algo que nos llamó la atención, y es porque tendremos que ir vestidos adecuadamente en todo momento: en zonas frías bien abrigados, y en las calientes con ropa más ligera, ya que sino la resistencia de nuestro personaje se verá afectada, al igual que si no hemos descansado o alimentado suficientemente. Sí, a nosotros también nos recordó a The Legend of Zelda: Breath of the Wild, aunque aquí abordado de una manera más realista, no moriremos en unos segundos por el simple hecho de entrar en una zona fría. Por supuesto las condiciones meteorológicas pueden cambiar en cualquier momento, y se podrá poner a llover o nevar en distintas intensidades.
Audiovisualmente espectacular
Ya hemos hablado al principio de los gráficos, y sin marear mucho más la perdiz solo podemos concluir que son alucinantes, tanto técnica como artísticamente, todo está cuidado de manera obsesiva, desde las animaciones de los personajes y los animales hasta cada brizna de hierba que se mueve de manera realista con el viento. Nos parece sin ninguna duda lo mejor que hemos visto gráficamente en la actual generación de consolas, y es brutal que hayan conseguido semejante acabado en un juego de mundo abierto.
El nivel de detalle de los interiores de los edificios o trenes es increíble, a los que accedemos sin ningún tiempo de carga, y las cinemáticas están perfectamente integradas con la jugabilidad, con transiciones totalmente naturales, algo con lo que ya vienen experimentado desde Max Payne y GTA V. En los largos desplazamientos hasta el comienzo de una misión podremos hacer que el caballo se desplace de manera automática al ritmo de los personajes que nos acompañan, y nosotros disfrutar de las conversaciones y de los paisajes gracias a una cámara cinematográfica que podemos activar.
En la versión que vimos, en PS4 Pro a 4K -reescalados- y con HDR, el juego lucía de escándalo, y si tienes una tele con un buen HDR vete frotándote las manos para el espectáculo, es uno de los mejores usos de esta tecnología que hemos visto en un videojuego. Sí que notamos todavía que al framerate le costaba mantener los 30fps totalmente estables, algo normal en una versión en desarrollo, y vimos un poquito de popping en algún momento muy concreto, algo perdonable teniendo en cuenta la brutal distancia de dibujado que ofrece, pudiendo ver de manera nítida y detallada elementos del escenario que se encuentran a decenas de kilómetros.
Evidentemente el audio también está cuidadísimo, en especial nos llamó la atención el sonido ambiente, es espectacular lo realista que suena la naturaleza. También la música que escuchamos durante las misiones de la historia es más que prometedora, con 192 piezas compuestas por Woody Jackson, quien ya compuso la banda sonora del anterior Red Dead y que lleva colaborando con Rockstar desde entonces en todos sus juegos. Como es habitual en los títulos de la compañía volverá a llegar con voces en inglés y subtítulos en español, algo que siempre es motivo de polémica.
Red Dead Online
Red Dead Redemption 2, al igual que GTA V, tendrá un ambicioso modo multijugador llamado Red Dead Online, del que no pudimos ver absolutamente nada en esta preview, aunque en las últimas horas se han desvelado los primeros detalles.
Será "una evolución de la experiencia multijugador clásica del Red Dead Redemption original, que combina narrativa y jugabilidad competitiva y cooperativa de nuevas y divertidas formas". Podremos jugar en solitario o con amigos, y comenzará en noviembre, semanas después del lanzamiento del juego, como una beta pública, imaginamos para no repetir los problemas que tuvo GTA Online en sus inicios.
Teniendo en cuenta el tamaño de la historia para un jugador, que promete ser enorme, no parece que el lanzamiento tardío del online vaya a ser un problema para nadie, así tendremos tiempo primero de terminar la campaña antes de sumergirnos en la experiencia multijugador. Teniendo en cuenta lo que han conseguido con el rentable GTA Online en los últimos años, podemos esperar algo muy elaborado y sorprendente con el multijugador de Red Dead Redemption 2. Ya nos imaginamos realizando grandes atracos a trenes y bancos acompañados de una banda de amigos, y puede ser divertidísimo.
El más difícil todavía
Ya han pasado más de ocho años desde que disfrutamos de Red Dead Redemption, uno de los títulos más queridos de la pasada generación, pero parece claro que la espera ha merecido la pena, y esta secuela no va a decepcionar, es todo lo que esperábamos y un poquito más del juego más ambicioso de la historia de Rockstar Games.
Después de haber visto la calidad y el nivel de detalle con el que está realizado todo creemos que va a marcar un antes y un después en el género, aunque evidentemente hay aspectos muy importantes que no pudimos comprobar por falta de tiempo y que van a ser claves. Como el desarrollo de la historia, el diseño de las misiones y si no va a ser demasiado conservador en lo jugable y en lo narrativo, ya que todo lo que ofrece está hecho de una manera brillante -que no es poco- pero no hemos visto realmente nuevo, o más bien no nos ha dado tiempo a verlo.
Un juego mastodóntico y con una calidad fuera de lo normal, que va a dar mucho que hablar en las próximas semanas, meses y nos atreveríamos a decir años, y que por suerte está a la vuelta de la esquina, el 26 de octubre ya podremos disfrutarlo en PS4 y Xbox One.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en su versión de PS4 Pro en las oficinas de Rockstar en España.