Uno de los modos más demandados por los aficionados a Killzone siempre ha sido el modo cooperativo en red. No por simple capricho, sino porque en gran parte del recorrido de Killzone 2 y 3 el protagonista estaba acompañado de secundarios controlados por la inteligencia artificial. ¿Quién no se acuerda de Rico y su, valga la redundancia, rico vocabulario a la hora de insultar? Killzone 3 puso una primera piedra al incluir esta opción para la campaña, aunque no tuvo una enorme aceptación por estar limitada al local a pantalla partida, que no suele ser la mejor forma de jugar a un juego de acción.
Killzone: Shadow Fall no debutó con cooperativo pese a que algunas partes del recorrido no estás solo. Se puede comprender porque la historia no transcurre en una guerra abierta –Killzone 2- ni un pelotón tras las líneas enemigas –Killzone 3- sino un operativo solitario en la civilización Helgast con una jugabilidad que se inclinaba más por el sigilo y la táctica mediante gadgets tecnológicos que del combate.
Eso no quita que Guerrilla Games debiese una experiencia Killzone en cooperativo online a los fans, con más motivo cuando el estudio planea alejarse de esta saga –su próximo proyecto nada tiene que ver con Killzone- y esta puede ser la última oportunidad al menos durante una temporada.
Aquí es cuando entra Intercept, una expansión para cuatro jugadores que llega algo más de medio año tras el lanzamiento de Shadow Fall, periodo en el que se han visto algunas descargas en forma de mapas –gratuitos- y packs de pago –una nueva clase, nuevos modos de juego, armas y habilidades- para el competitivo. Intercept es, como os contamos en nuestras primeras impresiones, una misión para cuatro jugadores en el que cada uno toma un papel dentro del escuadrón que prácticamente se define por sí solo: asalto, médico, tirador y estratega. Por tanto, es importante que todas las piezas de esta maquinaria funcionen con una idea clara, un grupo quedará descompensado si cada usuario juega en su propio beneficio.
La clase de asalto es apropiada para los combates de corto alcance y situarse en primera línea de defensa. Cuenta con armamento potente y puede recoger armas enemigas, esprintar y utilizar un dron como fuego de apoyo. El médico, al igual que en el competitivo, tiene un dron curativo para "resucitar" –siempre que el daño no sea mortal- a los amigos caídos; es el rol perfecto para los jugadores que no destaquen por su puntería o agresividad. El estratega defiende las bases con torretas automáticas y despliega escudos de fuerza. Por último, el tirador dispone de habilidades equilibradas y controla las filas enemigas a larga distancia con su rifle antes de que el peligro se acerque demasiado.
La acción transcurre en cuatro escenarios inspirados en la campaña: la autopista, la zona desmilitarizada, el puesto avanzado y el mercado. Los mapas están adaptados al cooperativo y el número de jugadores, son bastante más pequeños que los del multijugador competitivo –y más detallados en cuanto a gráficos, al nivel de lo visto en la historia- para que en muy poco tiempo el equipo pueda desplazarse de un punto a otro, algo que sucederá cuando empiecen a asaltar por todos los frentes. Y ojo porque a los soldados rasos se irán sumando los drones A.T.A.C., helghast protegidos e incluso jefes vistos en la historia con vitalidad y resistencia por encima de la media.
El objetivo de estos miembros de Vetkan Security Agency es interceptar –de ahí el título- transmisiones de los helghast y mandarlas a nuestro cuartel general, haciendo frente a las oleadas de enemigos, asegurando unas antenas y defendiéndolas. No es tanto un modo horda simple y puro –eliminar enemigos- sino una captura y defensa de bases contra la consola. Para ganar hay que alcanzar una cantidad de puntos dentro de un tiempo límite, ya sea eliminando enemigos, utilizando las habilidades, protegiendo los Uplink, o lo que es lo mismo, jugando bien sea cual sea nuestro rol en el equipo.
Según acumulamos puntos, podemos desbloquear bonificaciones como ataques de artillería y los jetpack. Estas mochilas voladoras fueron una de las dos grandes novedades de Killzone 3 en su multijugador e historia –la otra eran los mechas-, y funcionan tal y como las recordamos, con ligeros saltos en vertical que permiten llegar de una punta del mapa a otra en pocos segundos, entrar en las filas enemigas desde el aire o salir de emboscadas para tomar un respiro en zonas altas. Por supuesto, mantienen su propia metralleta lista para ser usada de manera independiente al arma que llevamos.
La gracia está en que no sólo subimos puntos, también se pueden perder si los jugadores fallecen, lo que puede retrasar mucho la victoria. En nuestra primera partida experimentamos lo difícil que es ahorrar puntos y lo rápido que pueden volar si se cae en una espiral de errores. Ahorrar una buena cantidad no significa nada si el equipo empieza a gastar reinicios –con un coste de 50 puntos- continuadamente, y llegar a cero sin imposibilidad de regenerarse más significa perder la partida. Hay que tener en cuenta que la puntuación obtenida por cada miembro no se suma automáticamente al total, debe ser transferida a un banco o zona situada en la base central –morir te hace perder lo acumulado-. Según la dificultad elegida, el objetivo se situará en 1500, 3000 o 10000 puntos, este último todo un reto de resistencia.
Intercept es un modo cooperativo con todo lo que implica. Si tu objetivo es jugarlo esporádicamente sin amigos conocidos, piénsalo dos veces. En primer lugar, la elección de la clase se hace por el sistema "el primero que lo elige, se lo queda". Cuando el equipo ya está definido, con roles asignados de antemano, no hay problemas. En cambio entrar en las partidas aleatorias es una lotería que suele complicar el modo más de lo necesario. Si eres un táctico cerrado te puede tocar la clase de francotirador y por lo tanto, jugar mal o no sentirte cómodo. Una vez la partida ha comenzado las clases no se pueden intercambiar.
La comunicación, aunque no sea verbal, es importante, tanto como el compañerismo. Sabes que una partida va a acabar mal cuando el médico del grupo está más pendiente de matar Helghast que de resucitar compañeros. Esa es otra de las cuestiones que no todos los jugadores comprenden. Hay que pasar periódicamente por el banco para que los puntos sean contabilizados y utilizar las ventajas de cada clase. Un médico debe saber que su trabajo es situarse detrás del asaltante, no ir a conquistar por su cuenta las bases. Intercept es un modo muy divertido cuando se juega bien, pero esto no sucede siempre con la búsqueda de partidas. Hay que decir, de todas formas, que sólo hemos visto gente inútil en las primeras horas desde que se puso a la venta, desde entonces sí hemos visto jugadores comprometidos.
Conclusiones
Intercept tiene un precio de 9,99 euros para aquellos que no han adquirido pase de temporada. Nos parece un extra divertido siempre y cuando se cumpla la forma de jugar correcta: con conocidos o por lo menos con gente que sabe qué se hace. Una "partida rápida" como son llamadas las de 1500 puntos pueden no ser nada rápidas si tenemos cuatro usuarios corriendo como pollos sin cabeza en el mapa, más preocupados por liderar el tablón de puntuaciones que de colaborar con un fin común.
El contenido de este modo es suficiente para ver que el cooperativo funciona genial en Killzone, aunque nos parece un poco escaso para el valor que tiene; existen juegos descargables completos –y muy buenos- por esa cifra. Son cuatro mapas sólo disfrutables para este modo con no mucha más profundidad que una captura de bases contra la inteligencia artificial, no es una pequeña campaña de historia cooperativa más o menos disimulada como los Uncharted, que por cierto ya lo traen de serie.
Valora cuánto vas a exprimir esta opción y si tus conocidos van a adquirirlo, porque esa es la clave para sacarle toda la diversión.
