Cada vez son más los estudios que se atreven a seguir los pasos de From Software y sus Souls. Este mismo año hemos tenido un claro ejemplo con Nioh, título que, a pesar de basarse en la fórmula instaurada por Hidetaka Miyazaki, ha sabido darle su propio toque personal y diferenciarse de su fuente de inspiración, convirtiéndose de paso en uno de los mejores juegos de 2017.
Por ello, el anuncio de Code Vein, otro título de corte similar por parte de Bandai Namco, no nos ha pillado precisamente por sorpresa. Por lo general, no nos gusta demasiado recurrir a las comparaciones para hablaros de un juego, pero es que en este caso nos resulta inevitable, ya que hay demasiadas coincidencias y elementos en común que han hecho que nos acordemos de la serie de From Software en cada uno de los 20 minutos que pudimos jugar a su nueva demostración jugable.
Siendo justos, tenemos que admitir que también se nota la mano de su equipo de desarrollo, conocidos por ser los creadores de la saga God Eater. De hecho, por lo que hemos podido probar, Code Vein es a Dark Souls lo que God Eater a Monster Hunter, lo que debería de permitiros haceros una buena idea de lo que vais a encontrar aquí.
Para situaros un poco en contexto, este juego nos lleva a un futuro postapocalíptico en el que existe una raza de seres conocidos como Revenants, humanos que tras morir se convirtieron en vampiros, por lo que a pesar de ser inmortales, necesitan consumir sangre para sobrevivir y no convertirse en Perdidos, unos terribles monstruos carentes de humanidad.
Más allá de que nuestro personaje será un Revenant, no sabemos mucho más sobre su argumento, aunque a diferencia de la serie de From Software, este se desarrollará por medio de elaboradas secuencias cinematográficas tanto de anime (creadas por el reputado estudio de animación Ufotable) como generadas por el propio motor gráfico del título.
Como podréis suponer, en los 20 minutos que tuvimos para probar el juego no nos dio tiempo a profundizar en su argumento, aunque sí que parece que este tendrá una fuerte presencia a lo largo de la aventura.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, decir que encontramos muchas de las claves jugables de los "Souls", algo que el estudio no esconde en ningún momento y que salta a la vista.
Tenemos unos lugares a modo de hogueras en los que podemos descansar, recuperar salud, rellenar nuestras pociones, invertir las "almas" que hayamos recogido para subir de nivel y que a su vez hacen de puntos de control.
Las muertes funcionan de forma parecida, ya que si nos matan volveremos al último punto de control que hayamos tocado y perderemos todas nuestras "almas", por lo que tendremos que volver al sitio en el que nos eliminaron para recogerlas y que no se desperdicien.
De igual modo, el sistema de combate también mantiene muchas similitudes, con un sistema de fijado de enemigos idéntico, una barra de energía que se consume con cada acción que realizamos (como atacar o esquivar) y que se rellena automáticamente, y unos combos más o menos básicos, con ejecuciones por la espalda, ataques flojos y ataques fuertes.
Hasta la exploración de los escenarios recuerda muchísimo a la vista en los juegos de From Software, con objetos que podemos recoger y que se muestran en forma de puntos brillantes, trampas que hemos sabido evitar porque usan los mismos trucos que ya nos conocíamos, atajos que conectan diferentes puntos del mapa para facilitar la navegación por ellos, etcétera.
Eso sí, las sensaciones al mando no son tan buenas, ya que falta algo de contundencia y peso, tanto en los golpes que realizamos como en los que recibimos, y la respuesta del protagonista, a día de hoy, se nos hace un poco más lenta y torpe de lo que debería, nada que no se pueda pulir y perfeccionar con el paso de los meses de cara a su lanzamiento final.
A pesar de todas estas obvias similitudes, también cabe destacar que el título incluye algunas características y mecánicas de cosecha propia. Por ejemplo, en todo momento estaremos acompañados por un segundo personaje controlado por la IA que nos apoyará de numerosas formas, ya sea combatiendo, potenciándonos e incluso resucitándonos en un momento de necesidad. Evidentemente, nuestra compañera no será inmortal, por lo que también tendremos que defenderla.
Este añadido nos ha parecido muy interesante, ya que consigue crear cierto vínculo entre el jugador y su misteriosa aliada, además de animarnos a enfocar determinadas situaciones de un modo distinto al que lo haríamos en otros juegos de corte similar. La mayor duda que tenemos sobre esto radica en la IA aliada, ya que si no está a la altura podría acabar por convertirse en una molestia, aunque por lo jugado, nos ha sido de mucha utilidad en todo momento y no nos ha entorpecido lo más mínimo, abriéndonos numerosas oportunidades de ataque para que acabáramos con nuestros enemigos.
La forma en la que realizamos los hechizos y nuestras habilidades también es muy diferente, ya que aquí recargaremos a base de golpes una barra que puede alcanzar varios niveles. Cada habilidad nos pedirá que consumamos una serie de cargas de este medidor, de modo que dependiendo de lo que queramos hacer tendremos que acumular más o menos poder, lo que le da un interesante toque táctico y estratégico a los enfrentamientos.
Tampoco podemos olvidarnos de la posibilidad de usar la garra de nuestro protagonista para ejecutar interesantes combos con los que mandamos a nuestro enemigo al aire para poder golpearle mientras se queda indefenso, aunque esta mecánica no la hemos podido explorar demasiado para conocer realmente su utilidad y qué otras ventajas nos ofrece este peculiar poder, el cual por lo que hemos probado requiere de cierta recarga previa.
Si bien los combates necesitan todavía algo de pulido, lo cierto es que nos lo hemos pasado muy bien explorando los túneles de la mazmorra en la que nos encontrábamos en la demo, teniendo que estar muy atentos en todo momento y midiendo cuidadosamente cada una de nuestras acciones para que no nos pillaran desprevenidos.
El jefe final al que nos pudimos enfrentar también nos gustó bastante. Se trata de una especie de imponente caballero demoniaco de gran tamaño que no nos resultó especialmente difícil, pero cualquier error se paga muy caro contra él, ya que sus ataques tienen un rango enorme y a veces eran sorprendentemente rápidos, por lo que tuvimos que aprender a esquivarlos en el momento justo para que no nos dieran y memorizarnos sus combos para saber cuándo deja de atacar y así pasar a la ofensiva.
Gráficamente no es que sea un título muy puntero, pero el apartado artístico que tiene a modo de anime nos ha parecido todo un acierto. Mención especial al diseño de personajes, los cuales destilan mucha personalidad y carisma. Por contra, los escenarios nos han parecido algo genéricos y los enemigos que hemos visto no nos han resultado muy memorables, a excepción del citado jefe final.
Del sonido no podemos decir demasiado, ya que la banda sonora no la hemos escuchado hasta el enfrentamiento contra el jefazo, aunque el tema que suena durante este combate nos ha parecido de una calidad altísima, realzando la épica de la batalla para sumergirnos de pleno en ella y aumentando su intensidad a mitad de la lucha, justo cuando el enemigo cambia de fase tras quitarle el 50% de su barra de vida. Por su parte, los efectos también están a la altura y nos serán de vital importancia para detectar peligros cercanos.
Todavía nos quedan muchísimas cosas por descubrir de Code Vein. Hay algunas mecánicas y sistemas que en una toma de contacto tan apresurada como esta no hemos terminado de entender del todo bien o de sacarles todo el partido posible, pero ya está demostrando ser un juego muy divertido, con potencial y con buenas ideas que le dan cierta personalidad, a pesar de su evidente fuente de inspiración.
Tendremos que esperar al año que viene para poder disfrutar de él, pero ya tenemos muchas ganas de ver cómo evoluciona este proyecto, conocer más detalles sobre su historia y descubrir hasta dónde es capaz de llegar dentro de una fórmula jugable que solo parece admitir la excelencia.
Hemos realizado estas impresiones tras ser invitados por Bandai Namco a su evento Level Up: Winter Edition celebrado en París. La versión del juego que pudimos probar fue la de PS4.