Hace años United Front Games recibió de Activision el encargo de recuperar la serie True Crime ambientándola en Hong Kong. El estudio canadiense preparó una propuesta con la que pretendía innovar y ofrecer un juego en el que podías hacer casi de todo. Pero lo que vimos hace un par de años hacía temer que esa ambición estaba más allá de las posibilidades reales del juego. A principios del año pasado estas sospechas se plasmaron en la cancelación del juego. Las razones que alegó la productora es que Activision quería ofrecer sólo juegos de calidad.
Pero es posible que lo que parecía ser la sentencia a muerte del juego sea en realidad su salvación. A Square Enix le convenció la propuesta del juego tanto como para continuar con la producción, pero consideró que eran necesarios algunos cambios. Así, True Crime: Hong Kong cambió a Sleeping Dogs (la saga pertenecía a Activision) y el juego ha puesto los pies en el suelo en este año que lleva de desarrollo, y aún le quedan unos meses para seguir trabajando. Sigue manteniendo unas altas aspiraciones, pero son más realistas y dentro de las posibilidades de las consolas actuales (y de las suyas propias). Se sigue reconociendo el título, pero ha ganado en seguridad en este proceso de cambio.
El combate sigue siendo brutal, pero ya no con un macarrismo desaforado. El cuerpo a cuerpo es fluido, con saltos desde la cobertura, puñetazos, patadas y giros al tiempo que atacas. El control es sencillo en principio, pero para conseguir que sea estéticamente agradable y más efectivo hay que establecer un ritmo entre ataque débil, potente y contraataques. Un símbolo bajo los pies del enemigo indica si su fuerte es la potencia física o la agilidad, y así sabes cómo enfrentarte a él. Cada golpe se percibe como si tuviese de verdad presencia física en el mando, y podrás sentir la masa muscular de un enemigo peso pesado cuando te golpee o cuando le des tú.
Un catálogo inacabable de muertes brutales
Una vez que le has propinado a tu rival un par de patadas o puñetazos podrás agarrarle, momento en que se iluminan algunos objetos del escenario, lo que indica que podrás elegir uno de ellos para dar a tu pobre enemigo un final espectacular. Hemos visto unos cuantos, a cuál más salvaje: ahogarlo en la taza del váter, tirarlo por la ventana, empotrarlo en un aire acondicionado, electrocutarlo en un cuadro de luces, ensartarlo en un tubo que sale del suelo, pasarle la cabeza por una sierra circular, por la cocina encendida o destrozársela con la puerta de un congelador o matarlo y meterlo en un contenedor de basura…, todo realmente bestial.
La lucha con armas es más habitual, y aun así es posible conseguir que la acción sea intensa y fluida si aprovechas las coberturas para protegerte, saltas sobre ella al tiempo que propinas una patada al enemigo más cercano para arrebatarle el arma y usarla contra los siguientes enemigos.
El juego es duro en el argumento y en la forma de desarrollarlo. Wei Shen es un policía que recibe el encargo de infiltrarse en las peligrosas tríadas mafiosas de Hong Kong. Shen las conoce porque se crió en las calles de esa ciudad, y utiliza sus contactos para ascender en la tríada. Claro está que debe dejar a un lado cualquier remilgo moral, con lo que sus actos serán a veces cuestionables, pero todo sirve para llegar a su objetivo. Incluso ayudar en varias venganzas personales, ya sea para que la señora Whu se tome la justicia por su cuchillo hacia el asesino de un amigo o una persecución para acabar con un conductor que ha hecho trampas en su carrera. Todo muy en la línea de las películas de Hollywood de los 80 de polis justicieros.
Pero no todo es hacer el mal, también tienes puntos de policía cumpliendo misiones para las fuerzas de seguridad y cumpliendo retos como no cargarte ciudadanos inocentes.
Una ciudad abigarrada que imprime al juego parte de su carácter
Hong Kong no es simplemente el escenario del juego. La ciudad es casi un personaje más y la columna vertebral de Sleeping Dogs: chillona, populosa, abigarrada y estridente. Incluso puedes presenciar un festival, con desfile de dragones chinos incluido y fuegos artificiales. No toda la ciudad es igual, claro, y en otras zonas vemos que lo que hay son bancos y rascacielos, mientras que ha desaparecido la ropa tendida y los colores chillones por doquier.
Los vendedores de sus callejones te servirán de fuente de información y para comprar ropa, objetos o bebidas que reduzcan los daños que recibes durante un tiempo, así como refuerzos de la vida y estamina del protagonista. Y toma del carácter asiático, en el que tiene mucha importancia la apariencia física, el hecho de que los personajes reaccionan ante el protagonista dependiendo en buena medida de la ropa que lleve.
De ahí la amplitud del armario ropero del protagonista, Wei Shen. Hemos visto que hay ropas predefinidas y luego tienes todos los detalles: cadenas, relojes, pulsera… cuanta más ropas tengas, más misiones se abren. Tanto la compra de objetos que potencien a Shen como la ropa le dan al juego un componente RPG inusual en los juegos de mundo abierto.
Como juego de mundo abierto que es, no podía faltar la conducción en Sleeping Dogs. Más aún, es una de sus características más prometedoras, habida cuenta de que parte del estudio United Front Games procede de Black Box Games, autor de Need for Speed. Por lo que hemos podido ver, la moto es una buena opción para perseguir otro vehículo entre el pandemónium de vehículos de Hong Kong. Desde tu vehículo –vamos, desde el que hayas robado- puedes disparar y, en el caso de las motos al menos- saltar a otro de forma muy cinematográfica.
Sleeping Dogs bebe de múltiples fuentes, todas ellas de agua potable y refrescante. De Heavy Rain, por ejemplo, recoge la idea de implicar al jugador en situaciones de intensidad emocional para el protagonista. En la demo que probamos, Shen acababa de ser apalizado e intentaba escapar. Debes ayudarle con el stick a llegar a una silla, cortar sus cuerdas y estrangular con el cable de una lámpara al miembro de la tríada que lo descubre.
Unos cuantos enemigos muertos más adelante el poli infiltrado debe escapar de un edificio saltando entre los andamios de obra de la fachada. Con el viento silbando alrededor debes llevarle por el buen camino evitando que caiga con los trozos de andamio que se desprenden. Es inevitable recordar el estilo cinematográfico de Uncharted que ya se ha convertido en habitual en bastantes juegos.
Sleeping Dogs saldrá a la venta para PC, PS3 y Xbox 360 en otoño de 2012.